En CVG ALCASA, desde el año pasado propiciamos el debate y la reflexión sobre la reducción de la jornada de trabajo ( editamos un ensayo con materiales para la discusión ) planteando una nueva manera de entender el concepto de productividad, que ya no lo asociamos a la intensificación de la explotación del trabajo como se asume en la lógica de la acumulación capitalista, sino que se inscribe en el marco de nuevas relaciones de producción, donde los trabajadores deben tener oportunidades de tener tiempo para:
a.- Estar con su familia.
b.- Descansar y reponer las energías
c..- Estudiar y mejorar la
profesionalización
d.- Recrearse a través del ocio creador.
En tal sentido, el planteamiento del presidente de la República es un espaldarazo al debate que iniciamos en la empresa.
Por otro lado, el proceso de humanización del trabajo en el del proceso cogestionario que venimos desarrollando, se articula con la construcción de la democracia obrera concretada en los Consejos de Fábrica.
En esa dirección, en CVG-ALCASA hemos
propuesto 10 premisas para su construcción:
1.- La
organización, funcionamiento y acción del Consejo Fábrica se rige conforme a
los principios de corresponsabilidad, cogestión, autogestión, cooperación,
solidaridad, transparencia, rendición de cuentas.
2.- En el Consejo de Fábrica se concreta tanto la democracia política como la democracia económica, poseyendo un respaldo jurídico en el marco que establece la constitución, cuando expresamente plantea que la nueva república será un “Estado democrático y social de derecho y justicia”.
Aquí aparece la vinculación
de la democracia en el terreno político con la democracia social y económica.
Consciente de que estamos en un proceso de construcción de los cimientos de un
NUEVO ESTADO (el Estado que hemos heredado no responde a las exigencias
transformadoras y la nueva institucionalidad apenas está naciendo) En esa
dirección se puede sostener que el Consejo de Fábrica prefigura los rasgos del
nuevo Estado de la V
República.
3.- El consejo de fábrica coloca la economía al servicio del hombre, rompiendo
con la lógica mercantil, ya que no se trata del afán de lucro y la máxima
ganancia como móvil de la producción, sino la satisfacción de necesidades
colectivas.
4.- El Consejo de
Fábrica asume también como tarea la superación del trabajo alienado que
surge en el régimen de producción capitalista, donde el trabajador está
separado y enfrentado con los medios de producción, pero también con sus
productos convertidos en mercancías.
5.- En el Consejo de Fábrica, al dirigirse a superar las relaciones de producción capitalistas, se plantea la abolición de la jerarquía y el despotismo de fábrica, colocando en cuestión a la división social del trabajo, es decir, la separación entre el trabajo manual e intelectual, la cual es una de las principales relaciones de dominación que se coloca en entredicho a través del ejercicio de la democracia de los trabajadores:
- Crítica al monopolio y la jerarquía del saber, que se materializa en la expertocracia o en las modalidades tecnocráticas.
- Cuestionamientos la fragmentación del saber que surge de la especialización.
- Darle dignidad teórica al trabajo manual, reivindicando el saber popular, propugnando el diálogo de saberes.
- Asumir la democratización del saber y el pensar con cabeza propia, como requisitos básicos de la democracia en la fábrica.
- Abolición de los secretos tecnológicos, apertura de los libros de contabilidad, humanización de las jornadas y puestos de trabajo.
- Conocimiento de la relación salarial, la seguridad y la salud ocupacional
6.- La delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones, concretado en un nuevo modelo de gestión con planificación democrática y elaboración participativa del presupuesto.
En esa dirección, el cambio gerencial, forma parte de la profilaxis antiburocrática, la cual está signada por:
- La democratización del saber y el diálogo permanente
- La transparencia informativa y libre acceso a los documentos restringidos
- El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones
- La delegación de funciones para aplanar las estructuras gerenciales.
- La simplificación de trámites y combate a la cultura del papeleo.
7.-Como práctica democrática en el Consejo de Fábrica, se elabora el presupuesto participativo, donde se materializa los diversos puntos de vista sobre los problemas a resolver, iniciativas de cambio, aportes e innovaciones del colectivo:
a.- El presupuesto participativo es otra manera de entender la distribución de los recursos públicos, tradicionalmente en manos de algunas élites, especialistas o expertos. Ahora se trata de que los trabajadores, participen en los debates y consultas sobre ingresos y gastos, naturaleza de las inversiones y áreas prioritarias en la empresa.
b.- El presupuesto participativo promueve el combate de la burocracia, ya que permite evaluar la maquinaria administrativa, ubicando sus principales fallas: papeleo, recaudos inútiles, pasos innecesarios. El presupuesto participativo, favorece también el combate a la corrupción, ya que la participación del conjunto de los obreros y empleados de nuestra empresa, neutraliza el clientelismo, el tráfico de influencia en los cupos, licitaciones, compras o inversiones.
c.- El presupuesto participativo, genera condiciones propicias para el seguimiento y control de gestión, ya que el colectivo puede evaluar en forma permanente la ejecución de lo acordado, vigilar los recursos empleados.
d.- El presupuesto participativo, permite combatir la parcelación y fragmentación del conocimiento, ya que muchas veces “vemos los árboles pero sin mirar el bosque”, es decir, no vemos más allá del estrecho marco de nuestro campo de trabajo sin comprender las múltiples conexiones en el proceso político-social, sin valorar adecuadamente la complementación y reciprocidad que debe existir entre las diversas iniciativas, planes y programas, sin desarrollar la cooperación y la solidaridad entre todos.
e.- Finalmente, podemos indicar que el presupuesto participativo, por todo lo anterior, puede facilitar la superación de un conjunto de errores y fallas que tradicionalmente están presentes en la formulación y planificación del presupuesto: falta de sinergia, escasa coordinación, poca articulación y pertinencia social de la gestión pública.
8.- En el marco de las nuevas relaciones de producción, donde se inscribe el Consejo de Fábrica, como ya señalamos, la producción no se rige por el mercado, sino que es regulada conscientemente por los trabajadores, en función de necesidades colectivas. Esta regulación consciente, involucra un proceso de planificación, pero no necesariamente con el carácter burocrático y vertical de los planes estatales que hemos conocido.
El ejercicio de la democracia participativa y protagónica, los mecanismos de contraloría social, exigen también de una PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA en el proceso económico-social.
La planificación democrática y la participación ciudadana en el proceso de elaboración y ejecución de políticas públicas, es uno de los rasgos constitutivos de la nueva república en construcción, tal como está concretado en el mandato constitucional referido específicamente al ámbito de la planificación. En el Art. 299, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) se establece que el Estado promoverá “ el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica y democrática, participativa y de consulta abierta”.
Este mandato también está establecido el Art. 9 de la Ley Orgánica de Planificación, cuando se refiere a lo que venimos reseñando: “Se entiende por viabilidad socio – política, que el desarrollo de los planes cuenten con la participación y el apoyo de los sectores sociales”.
9.- Reparto equitativo de los excedentes de la producción como esfuerzo colectivo.. Las formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guía por principios de solidaridad, equidad y cooperación. En tal sentido, en el Consejo de Fábrica los excedentes se reparten en una serie de fondos:
- Un fondo de carácter social, dirigido a devolverle a la sociedad en su conjunto, parte de la riqueza generada por el trabajo colectivo. Con estos aportes se apoyan las EPS, Cooperativas y Nudes, igualmente las misiones educativas, planes de vivienda y desarrollo territorial
- Otro fondo dirigido a cubrir gastos asociados a deudas, compras de equipos y materias prima.
- Un tercer fondo para la seguridad social y la remuneración básica de los trabajadores.
- Y finalmente, un fondo rotatorio para las contingencias.
10.- La contraloría social es ejercida por los trabajadores a través de organismos específicos creados para tales fines. Se trata de una práctica para realizar la contraloría social en el manejo de los recursos asignados a la empresa, así como sobre los programas y proyectos de inversión pública presupuestada. La contraloría social tiene como objetivo:
a.- Dar seguimiento al funcionamiento del Consejo de Fábrica en su conjunto.
b.- Promover una práctica permanente de vigilancia y control de la administración en la empresa.
c.- Ejercer el control en la ejecución del plan estratégico de la empresa y los diversos programas y proyectos.