El castigo como forma de guiar a la sociedad es complemento del premio, es así, con el básico premio-castigo los gobiernos mediocres se mantienen en el poder. El madurismo no podía concebir otra forma de gobierno que la reservada a mentes elementales, sus pensamientos no van más allá del día a día, carecen de profundidad, van llevados por el viento.
Por estas elecciones que no consiguen florecer el madurismo se desespera, las encuestas lo condenan, y en situación de desespero surge la verdadera condición humana. Es así que diosdado, el sepulturero del Partido de Chávez, en un mitin en el sufrido Zulia, apela, como quien no quiere la cosa, a la amenaza de privar de comida al hambriento. No lo hace directamente, lo hace con una pésima metáfora llena de antifeminismo, de machismo de cantina, Freud explica muy bien estos actos fallidos. Dice diosdado: "el que no vote no come", develando dos características fundamentales del madurismo: primera, la calidad de la manera de gobernar, si haces lo que digo te premio, si no haces lo que digo te castigo con saña; y la otra, en las elecciones al pranato lo que le interesa es el montón en los centros, los números ya están amarrados.
Este método de gobernar propio de la tiranía y de un pueblo que la acepta tiene éxito durante un tiempo, se va agotando por su propia esencia, la masa acostumbrada al premio cada vez exige más y cada vez el castigo es menos eficiente. Ahora bien, si el gobierno tiene menos oportunidades de proveer los premios, entonces la situación es terminal. Esas son las circunstancias de hoy.
El gobierno, desde aquel "dakazo", educó a las masas en el premio-castigo, de esta manera no le puede exigir un comportamiento altruista, que de pronto se mueva por objetivos diferentes de la zanahoria, del premio inmediato. Esa es la gran tragedia del madurismo, creó una masa, una base social que lo abandona cuando el premio escasea.
La masa desencantada le da la espalda al gobierno y a la oposición gringa, que ahora, aunque lo intenta, no puede ofrecer nada material, son circunstancias propicias para un charlatán que ofrezca villas y castillo, que sea capaz de embaucar a la masa, es terreno propicio para el fascismo.
Asomó diosdado la esencia del gobierno, el castigo puede ser como ahora lo anuncia -privar al hambriento de comida- pero también es la represión más cruel, quien no haga lo que quiere el gobierno, será reprimido, y el instrumento es la bomba lacrimógena, el perdigón que enceguece; el método de control es el carnet, los sapos de la cuadra. Para manipular a la masa le vale todo al gobierno, cualquier mentira le funciona, lo importante es conseguir un culpable, nunca aceptar errores, desprestigiar a los adversarios con acusaciones elementales de fácil asimilación por las masas, las pruebas no son necesarias, basta la etiqueta, de corrupto cualquier cosa que eso signifique.
Esto durará hasta que aparezca un líder, y amalaya sea un líder verdaderamente chavista, capaz de enrumbar a la masa por caminos de conciencia social, que derroten al clientelismo, que volvamos a ser el pueblo con la condición moral capaz de liberar a todo un continente. Ésta será la única manera de impedir la llegada al gobierno de la crueldad fascista.
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