“(…) el escritor (écrivains)  ignora lo que está diciendo, en tanto el escribiente  (écrivants) lo sabe de antemano” 

Si Roland Barthes [i] consigue que todo ello se plasme en un acto de lengua, entonces, me pregunto:

¿Por qué ocurre este curioso coloquio en que yo soy otro, hablo conmigo pero convertido en otro? 

Para no responderme a mí mismo y de paso no dejarme arrinconar por los que tienen el recurso, todavía, de publicar en la página web de aporrea.org./, lo cual no es poca cosa, voy a permitirme anotar algunas cosas que se supone que son la base de todo razonamiento organizado.

Así de elemental, dudas que expreso a través de una interrogante directa:

¿Qué es ser un escribiente?

- Persona que tiene por oficio copiar escritos, pasarlos a limpio o escribir al dictado, en especial si lo hace en una oficina.

- Persona que tiene por oficio copiar o poner en limpio escritos ajenos o escribir lo que se le dicta.

Para despejar dudas sobre las competencias entre Escritor-Escribiente mejor es ir a la fuente correcta, el Diccionario de la Real Academia Española:

Según la DRAE: 

- De escribir y -nte.

- m. y f. Persona que tiene por oficio copiar o poner en limpio escritos ajenos, o escribir lo que se le dicta.

- m. desus. Escritor (‖ autor de obras escritas o impresas).

Entonces, ni filósofos ni tampoco lingüísticos parecen tener mucho protagonismo en estos menesteres, por lo menos en aporrea.org/, donde las competencias crecen a la buena de Dios, en una abigarrada mescolanza de Depauperados de variada pinta, Escuderos dedicados a la politica y Maduristas con un cierto toque intelectual otorgado por ser Escribiente.

ESCRIBIENTES REPETITIVOS

La prédica ilustrada, por simple y por patética, no duró mucho. Hasta que leí https://www.aporrea.org/medios/a301868.html, de donde selecciono un párrafo  que es, precisamente, el más claro reflejo de la búsqueda de la propia identidad pérdida:

“De algunos escribientes he leído opiniones aberrantes, como la de un avezado maestro de escuela, quien llegó a la desfachatez de decir, que Maduro se gozaba la pandemia, le falto calificarlo de buitre; otro, casi llegó a responsabilizar al gobierno, y especialmente al presidente Maduro, de la desaparición del valiente combatiente Carlos Lanz. Estos dos ejemplos me permiten sacar una conclusión del bajón tremendo del número de lectores del portal Aporrea, que al final paga los platos rotos”. (Subrayado en negritas nuestro). 

Confieso que lo primero que se me ocurrió cuando leí esta suicida andanada falacia de un Escribiente-Depauperado-Escudero-Madurista a la sombra de la complicidad que medra el poder político. No tengo la menor duda de que, lo señalado es consecuencia del resultado de un accionar donde se promueve el pensamiento único que pretende promover y normalizar el actual gobierno. 

Pretender vivir este proceso de engaño donde el idealismo de un Escribiente-Depauperado-Escudero-Madurista es desmontado por la contundencia de la misma realidad, le ha debido generar algún tipo de frustración, por lo menos que la sienta. Por esta razón, los otros colaboradores debemos continuar imaginando un portal web aporrea.org./ favorable al pensamiento crítico, parecida a la que ahora parece despuntar. Si es solo sueños, los prefiero al cinismo.

AHÍ ESTÁ EL BAJÓN DE LECTORES EN APORREA

He conservado, también, mi capacidad de asombro ante las posiciones que adopta esos otros colaboradores del portal web aporrea.org./ frente a los cambios que ocurren por el “bajón de lectores”. Ahora mismo, Alejandro Álvarez Osuna, https://www.aporrea.org/actualidad/a301898.html, nos sorprende con su inédita virulencia, siempre en los primeros lugares, con un número de lectores sorprendente.

Habría que llamar a Oscar Heck: https://www.aporrea.org/contraloria/a301713.html, para analizar a un autor que nos tiene acostumbrados, por su accionar de falta de coherencia y poca sabiduría, abigarrada mescolanza, insólitos que sorprenden, sobre todo por lo que involucra su línea editorial, pues, siempre refleja la intención de estar burlándose de todos nosotros por ingenuos y estúpidos.

Lo último que quería decir, y se trata sólo de un detalle, es que no lo entiendo y temo por la búsqueda de la propia identidad perdida. Él, al parecer expresa desdén y desprecio hacia los que estan verdaderamente involucrados en estos procesos que cuestionan el derecho de los ciudadanos.

SOLIDARIDAD CON APORREA

Queremos sumarnos y llamar a todos a una campaña de solidaridad con Aporrea, denunciando y exigiendo el cese del actual bloqueo y de las políticas autoritarias y en contra de la libre información. 

Estos bloqueos son arbitrarios, sin procedimiento judicial o administrativo y totalmente fuera de la ley, con irrespeto del derecho a la libre información, expresión y opinión.

REFERENCIAS

[i] Roland Barthes, L. Calvet (2001:288). Editorial Gedisa.

 [ii] En: https://dle.rae.es/escribiente.

¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡