"A veces hablamos mucho y decimos poco.
Para expresar más, conviene pensar más"
Honoré de Balzac
En una oportunidad le dirigí un mensaje a la página Aporrea. Org, para ver si podían publicarme nuevamente un artículo, el cual había salido un año atrás, porque me parecía, como anillo al dedo para el momento que, estábamos viviendo en medio de los giros de la política. La respuesta de la dirección del portal, fue muy clara y precisa ¡No repetimos artículos! Me pareció lo más sensato para guardar la ecuanimidad en la página, pero ahora debo darle las gracias a un tal Sergio Rojas, quién pasado cierto tiempo, asumió la responsabilidad de "abogado" para defender Amaranta Rojas, con la particularidad de repetir parte de mi artículo (Respuesta para Amaranta Rojas) * https://www.aporrea.org/ideologia/a302349.html.
Las gracias se las hago extensiva a Chela, Chucha, y a toda la familia Rojas, pero eso sí, guardando las reglas de respeto, porque a ninguno conozco y además no acostumbro a ofender, al tener a mí alcance una herramienta tan valiosa, como es el idioma para debatir, polemizar y enfrentar a todo aquel, que se atreva a lanzarse al mar, cuando está picado sin saber nadar, y de paso no toma las precauciones necesarias, como buen margariteño para entender, hacía donde está batiendo el viento, porque lo más seguro, es que termine, como un naufrago sin salir de la orilla.
Existe un refrán marinero: ""Una ola nunca viene sola" por eso lo de Sergio Rojas, no me sorprende, que siga en la misma corriente enredado sin poder entender los grandes conflictos económicos creados por el imperialismo con el dólar. En Venezuela y particularmente en la hermosa y bella isla de Margarita, conseguimos muestras de cómo le cambiaron la mentalidad por un puñado de dólares a los margariteños, a tal punto de convertir la isla en un casino, y hasta un canódromo instalaron en el gobierno de Luis Herrera Campíns. Al llegar el comandante Chávez, empezaron arar en el mar, para tratar de cambiar, pero para el imperialismo, donde ve prosperidad al servicio del pueblo buscan la manera de cortarlo de raíz, y para eso tienen la tenaza: el dólar.
Al amigo Rojas, en su dialecto margariteño, le perdonó todas las ofensas, porque en los años de lucha por un mundo mejor, me he conseguido con ataques llenos de odio, y más en estos momentos, cuando la oposición le ha enseñado a la gente a pelar los dientes, como en una pelea de perros; pero al leer el enredado artículo* https://www.aporrea.org/actualidad/a302708.html (Neoliberalismo, Amaranta, Chela, Chucha y Narciso) me regreso para nuevamente escudriñarlo y me encuentro un pequeño párrafo, donde queda demostrado, que al no hacer uso correcto de los signos ortográficos, terminamos por mezclar un arroz con mango, porque ahora, no soy Narciso Torrealba, sino Narciso Obama. Dejo la prueba (Para ese gran carajo de Narciso Obama, Trump, y Biden fueron quienes, en un santiamén, acordaron precios dolarizados de la cesta de alimentos). Mi estimado Sergio Rojas, el odio en cualquier idioma, dialecto o mezcolanza hace daño.