Por naturaleza, toda organización política es un mundo de contradicciones. La unidad es una fuerza tensa que deriva de una lucha con líderes políticos al frente de esa lucha y la división, que históricamente es un hecho muy notorio entre nosotros, es producto de luchas políticas, programáticas e ideológica, que igualmente tienen al frente, líderes con capacidad para dar peleas ideológicas y por circunstancias de estos desencuentros, estas iniciativas y peleas no encuentran una represa, capaz de contener las pasiones que estas generan.
En Venezuela como sabemos, se han producido divisiones importantes en los partidos de derecha y de izquierda. A decir verdad, la izquierda ha confontado más estas divisiones y estos procesos han estado conducidos por fuertes liderazgos en partidos pequeños. No hay una causa común a todas estas divisiones, pero situaciones de indole política e ideológica se han hecho presente y explicados estos casos.
¿Es posible una división en el PSUV?
No pretendo un cálculo cargado de alta probabilidad. No creo que el PSUV se divida, porque el PSUV no es un partido parecido a los otros partidos que hemos conocido. Si nos ubicamos en esta coyuntura, podemos observar un gran malestar y descontento por la manera como viene resolviéndose (muy autoritariamente) las llamadas primarias. Hay malestar o mucho malestar (guayabo/rabi) por parte de funcionarios y funcionarias.
Este malestar es abajo y en el campo de funcionarios/as. Lo comunal no tiene políticamente ninguna incidencia y estos dos actores no pesan mucho en este un asunto. El consenso con sus diferencias y pelas es un hecho real. Arriba está más o menos administrada la pelea que no es ideológica y si muy burocrática. En el PSUV arriba, el meollo del asunto, es que la unidad es el factor que garantiza rentabilidad al negocio de hacer "política". Con esa "unidad", los grupos que comandan arriba ganan. Ese es su seguro para tener posibilidades de hacer rentable la "política".
Las recientes "primarias" del PSUV no son las primarias de AD con Prieto y Jesús Paz Galarraga al frente. No creo que en el PSUV haya un Prieto Figueroa, un Maneiro, un Domingo Alberto Rangel, un Teodoro Petkoff, Moisés Moleiro o una figura con un fuerte liderazgo político capaz de plantear una lucha de ideas. No creo tampoco, que el PSUV haya un debate de ideas y es claro, que el Chávez que vienen transformando es su capital, como imagen o modelo de publicidad, no causa ninguna mala situación. Todos parecen estar muy contentos y conforme arriba con una imagen que vienen reduciendo a su medida. Saben, que el PSUV así como está, garantiza los dividendos que buscan, que no son propuestas ni proyectos políticos transformadores.
No es complicado percibir que propuestas que son muy opuestos al ideario de Chávez y los postulados elementales de la izquierda, caminan dentro del PSUV en un total y absoluto consenso. No hay discusión sobre estas propuestas y el que se atreve a disentir dentro de esa estructura, se le acaba la renta.
Las victorias para el PSUV pueden ser cada vez serán más pírricas, pero no creo que por ahora, el PSUV viva un trauma de división. Frente a esto, es bueno también CONSIDERAR, que la izquierda se tragó a Chávez sin masticarlo. Se mudó de izquierda para ser chavista totalmente y vive hoy una profunda indigestión. El debate también debe ser en el corral de la izquierda.