La lucha por el poder

La lucha revolucionaria por el poder tiene la distinción de ser una batalla colectiva por la democracia y la participación de la sociedad, en su antípoda está la concepción de PODER del capitalismo que es paradójico con la democracia, no es posible la democracia verdadera en el capitalismo, su esencia es subyugar a la sociedad hasta convertirla en algo estéril, sin objetivos, sin fundamentos, única y exclusivamente dedicada al consumo y esclava de producir para poder sobrevivir. La sociedad es convertida en una batalla individual por la supervivencia, niega lo colectivo, no es democrático, es dictatorial y en beneficio de unos pocos, no hay promoción por la vida sino por sobrevivir en medio de muchas dificultades que convierte al colectivo en una especie de autómatas que solo espera el desarrollo de una lógica perversa en donde un grupo privilegiado se apodera de todos los medios reales del poder: la cultura, el conocimiento, la ciencia, la tecnología, la información, la economía, etc. Gramsci trabajó el tema y la ubicó cómo superestructura, es decir, el bloque histórico que domine la superestructura, el estado, impone a la sociedad su forma de pensar y actuar, se apodera de la cultura, del conocimiento y por ende de la tecnología lo cual le facilita a dicha élite manejar el comportamiento de la sociedad toda, enajenarla, alienarla. Esto nos indica que hacer una revolución supone el empoderamiento paulatino de "las colinas" desde donde la burguesía domina el valle social. Una cosa es teorizar y otra muy distinta hacer praxis en donde lo central es la liberación de toda la sociedad, incluso, aunque ustedes no lo crean, a amplios sectores de la burguesía nacional que termina siendo esclava de las corporaciones mundiales y los mecanismos imperiales de dominación de la economía, la política y la cultura, por ese motivo la revolución bolivariana en esencia es inclusiva, no excluye a nadie ni nada... ojalá Mendoza se sentara con Maduro y se dejara de pendejeras y se ponga a producir por el país, sin conspiraciones ni trampas y todos los burgueses del país, por esa razón aquellas críticas de algunos a Maduro porque se reúne con fedecámaras son tan fútiles que lo que produce es risa.

El ejemplo más patente de la esclavitud imperial está en la oposición venezolana, sus dirigentes y el comportamiento de éstos a la hora de enfrentar un zafarrancho como el que hemos armado en Venezuela de la mano del gigante Chávez, ellos se quedan sin mecanismos históricos y lógicos para combatir, por eso recurren a la violencia sin razón, la violencia estéril, anti patria y esto no es nuevo, la burguesía hereda ese dominio imperial desde el momento en que renuncia a convertirse en un país y entrega a la patria como una factoría petrolera a las trasnacionales, allí desaparece todo proyecto nacional, lo que aquí se hacía debía pasar por las manos imperialistas y por las decisiones de éstos, todo esto iba bien hasta que la sublevación del Caracazo fue desencadenante del 4F y 27N. El mismo Chávez hablaba de los antecedentes para que insurgiera su liderazgo; se refería a un acto poco valorado, incluso por nosotros mismos: el estallido social conocido cómo EL CARACAZO de 1989. La gran fisura del modelo burgués impuesto a Venezuela, el llamado Pacto de Punto Fijo, ó pacto de Nueva York, tutelado por Rockefeller y demás dueños del imperio, se produjo por una insurrección popular de un pueblo hastiado que pocos días antes había confiado en el candidato de la burguesía, CAP, para hacer lo que llamaron "El gran viraje". Esa insurrección desencadenó lo que fue a la postre el alzamiento del 4F, 27N y parió el líder necesario, Hugo Chávez.

La gran virtud de Chávez consistió en llevar a la praxis lo elemental, el tema del poder... "poder o no poder", nos recordaba en sus intervenciones y otras reflexiones... "si quieres acabar con la pobreza dale el poder a los pobres"; eso nos hace recordar una idea Martiana, "con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar", o sea, que el sujeto dinamizador, el sujeto sine qua nom en toda revolución somos los pobres y los burgueses sin pobres dejarían de ser lo que son, por eso tanto miedo a que se acabe la pobreza en el mundo, de ella ellos se nutren, es su sabia. Pero además de eso Chávez interconectó todas las luchas pasadas en pro de la libertad, la justicia y el ejercicio democrático del poder; cómo sociedad, cómo individuos y seres sociales y las amarró en una sola bandera, la revolución bolivariana. La democracia participativa y protagónica es la punta de lanza de esta batalla,, la consciencia del deber social es la herramienta fundamental para echar a andar la máquina de una nueva historia, la historia del poder social y esto es poder de una sociedad toda, es decir, es el poder de todas y todos las y los venezolanos.

Cuando nuestros representantes encabezados por Jorge Rodríguez se sientan en México con los voceros del imperio, es una expresión de un pueblo sublevado contra las estructuras del poder capitalista mundial corporativo que en definitiva son "los dueños del circo". Por eso no es descabellado afirmar que la revolución bolivariana no solo libera al pueblo pobre de Venezuela, le da poder y lo convierte en actor fundamental de transformación sino que también libera o busca liberar a los sectores de la burguesía que son cautivos del imperialismo y que solo reciben parte del botín, verbigracia las 4 lochas que le dieron a Guaidó para que entregara Citgo, Monómeros y facilitaran el secuestro del Oro en Inglaterra.

Ayer con Bolívar los llamados mantuanos, parte de ellos fueron incorporados a una batalla que el genio trascendió y llevó hacia lo social; la burguesía de la época (Los Mantuanos) solo buscaban desprenderse de una forma de sumisión, sobretodo en lo económico y político y cultural, Bolívar entendió luego de la insurrección de Bóves que era necesario incorporar a los pobres en la batalla con una propuesta intrínseca de liberación integral, esto no lo logró el libertador, fue derrotado y se impuso la burguesía y su cuarta república, hasta la llegada de Chávez, que como dijimos antes, que fue producto de ese huracán desatado con El Caracazo en 1989. Valdría la pena preguntarse qué hubiera pasado si la burguesía logra con CAP estabilizar su poder en 1989, qué hubiera pasado si no aplican la política de shock con las recetas del FMI. Pero esto era imposible porque no estaba en las manos de CAP ni de ningún otro dirigente de la derecha venezolana, estaba en manos del imperio... CAP sólo fue el instrumento de maniobra imperial, no les resultó, el pueblo lo volvió añicos, pero hoy nos sirve de ejemplo para que se convenzan quienes no lo están de que en la mesa de México, Blyde y Cia no se mandan a sí mismo ni por los opositores venezolanos, los mandan desde EEUU, si lo hacían teniendo el poder político, más aún cuando necesitan de los dólares gringos para funcionar en su política de lujos y despilfarros.

Lamentablemente para 1989 el pueblo no tenía brújula política, solo instinto de supervivencia, ese vacío lo llenó Chávez con su inmensa capacidad luego del 4F. El resto es historia reciente y sabida, pero a lo que queremos llegar es que el tema del Acuerdo en México con la burguesía, seguramente esto no les gusta a los ultrosos de izquierda, pero sigo insistiendo, todo esto es una guerra, es la misma batalla y la guerra se gana en la mesa de negociaciones. Ahora, no nos queda otra que sentarnos con los payasos; cualquiera puede pensar que esto es una paradoja, de hecho lo es, pero si miramos bien, Blyde no es un dirigente político venezolano, Blyde y su gente es un agente del imperio, una especie de delegado pues con el cual el imperio juega a su antojo. Ya antes pusieron a Borges y lo usaron como a un condón haciendo el ridículo de patear la mesa.. porque algo que es importante en este escenario es que el imperio queda en ridículo cada vez que uno de sus agentes fracasa y se ve obligado a patear la mesa, veremos qué pasa esta vez, si el imperio se ha visto obligado a llegar al punto de sentarse con la revolución a discutir es porque no tienen al momento otra forma viable de regresar al poder político y derrotarnos. Les queda fuerza en el económico, lo cultural, lo tecnológico, lo financiero, etc, pero han sentido el golpe y le ordenan a sus más fieles sentarse con el gobierno buscando algo: uno, detener los pasos de independencia de la sociedad venezolana, dos, mantener la estabilidad en la región y evitar una segunda confluencia de factores nacionalistas que no sólo den al traste con su patio trasero sino que logre articular a los estados del sur en un proyecto de desarrollo económico-financiero-energético-tecnológico que de al traste con la hegemonía imperialista en la región, esos temores estarán allí latentes en la mesa de México.

El imperio cuenta con gobiernos títeres en la región que cada vez tambalean más fuerte; lo de Brasil con Bolsonaro ya no funciona, pasará lo mismo que con Macri; el traidor de Ecuador no da la talla, en Chile se les agota la capacidad de maniobra y el tema constituyente se les podría escapar de las manos; Uruguay y Argentina pudiera convertirse en polos adversos, ya de hecho en argentina perdieron el poder político, en México la consolidación de AMLO y su movimiento les quita una base de operaciones muy importante, lo del Perú ni se diga, aunque hay muchas interrogantes aún y Colombia ardiendo, pero aún sin rumbo visible a favor del pueblo, las FARC lucen minimizadas. A pesar de esto el imperio está buscando oxígeno y tendrá que acordar con nosotros lo contrario es seguir perdiendo control y credibilidad hasta derrumbarse, nadie quiere que las cosas lleguen a un punto en donde la anarquía florezca y la violencia sea pretexto perfecto para imponer a sangre y fuego la reconquista. Esto no lo digo por Venezuela, aquí le daríamos hasta en la madre, así lo dice la historia, lo digo por la vulnerabilidad de otros pueblos hermanos que serían sometidos a sangre y fuego y que quizás no encuentren el liderazgo adecuado para conducir esto hacia lo que realmente se necesita: una gran revolución nacional liberadora. Nadie duda de la capacidad de la derecha, tiene mucha capacidad de maniobra aún, tiene mucho poder económico, tecnológico, organizativo..., pero el ejemplo del caracazo está allí, se ha replicado en otras partes con menos intensidad, verbigracia en Colombia, falta ver si ello desencadena y se encuentra el liderazgo que interprete el momento histórico, un país como Colombia, sometido y con nueve bases militares clavadas en el corazón de la patria lamentablemente sin un liderazgo claro en cuanto a una revolución libertaria, pero a pesar de esas falencias, el pelele de Duque se les acabó y el Uribismo va en picada. Ellos intentarán quebrarle el brazo a dirigentes de izquierda, tratarán de comprarlos como otrora, de asesinarlos si no los compran, pero el costo político de quien se coloque del lado de la defensa de la grosera injerencia de EEUU en estos países cada día es más alto y las rebeldías colectivas cada vez son más frecuentes y en algún momento éstas desencadenarán el "incendio en la pradera".

Estos temas no estarán visibles en la mesa de negociaciones de México, pero si en las cartas ocultas imperialistas para mantener el control en la región, y todo esto motivado por los fracasos en contra que la revolución bolivariana le ha propinado, en pocas palabras, todo por la rebeldía de este pueblo venezolano que hoy se siente gigante, se siente capaz de liberarse y liberar, algo que es propio en nuestros genes históricos y que es esencia del bolivarianismo: libertarse y liberar.

En este particular tenemos el mapa claro; a pesar de las sanciones, el bloqueo criminal, el chantaje, Venezuela sigue en el ámbito regional y mundial sentando un nuevo paradigma y a eso le teme EEUU. Por lo pronto queda clara la conexión de los actos históricos que representan acciones desencadenantes y que forman parte de nuestro legado de éxitos políticos contra el imperialismo. La batalla por la democratización de la política, la cultura, la educación, la economía, las oportunidades como individuo y sociedad es batalla por el socialismo. Más que ganar las 23 gobernaciones, que las tenemos que ganar, las más de 300 alcaldías, nuestro mayor triunfo es cuando cada comuna se empodere, ejerza la democracia en sus espacios y los "pobres de la tierra" se articulen para construir patria y riqueza; porque socialismo es riqueza, pero por encima de la riqueza individual lo importante es la riqueza social, como un todo integral que se complemente. La burguesía ataca al socialismo porque supuestamente niega la riqueza, no, al contrario, necesitamos "multiplicar los panes", el problema de fondo está en cómo se distribuyen los panes y quienes y cuantos se lo comen, si se los comen unos pocos no estamos haciendo nada, pero si todos comen aunque sea poco estamos haciendo revolución. Poder, allí está la clave y en esa batalla hay que seguir construyendo victorias, México es parte de esa misma larga batalla...



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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