La lucha por el poder (II)

Partimos de la premisa, casi un axioma, que la guerra se gana en la mesa de negociaciones, y que el proceso venezolano de la revolución bolivariana es una guerra contra el capitalismo... habrá quienes nos acusen de guerreristas, pero la verdad es la verdad; lo que se juega en Venezuela es el poder en manos de quien, o el poder en manos de la burguesía nacional e internacional, el imperio, o en manos del pueblo. Allí se centra la batalla.

El gobierno de Maduro ha invertido bastante tiempo, esfuerzo e ideas para lograr conformar un escenario propicio para dar la batalla y ganarla en la mesa de negociaciones, como corresponde; a lo largo de estos años nos ha tocado resistir, retroceder a veces, estancarnos otras, atrincherarnos en nuestro férreo espíritu patrio para vencer los demonios de la colonización ideológica que busca desfigurarnos como estado nación. Este pueblo bravío ha dado innumerables muestras de enorme sabiduría para enfrentar al enemigo, aunque la prepotencia de éste no le permita a sus actores ser más inteligentes y pragmáticos. A pesar de todos los intentos para aplicarnos la llamada estrategia de "la guerra de perros", el imperio no ha podido llevarnos a ese terreno y a pesar de momentos difíciles que estuvieron cercanos a desencadenarse una guerra civil, la habilidad de Maduro y el equipo dirigente de la revolución bolivariana ha logrado contener el desbordamiento y aislar a los violentos hasta reducirlos a la más mínima expresión. Pero esa es historia conocida, hablaremos hoy de lo que colectivamente hemos ayudado a construir con resistencia, tozudez y voluntad: el escenario propicio para negociar el poder con los verdaderos amos del mismo, que no es la cara visible políticamente hablando que presentan en México, sino los verdaderos dueños que están en EEUU, por colocar un punto geográfico de referencia, ya sabemos que el capital no tiene fronteras.

Luego del caracazo, las insurrecciones del 92 y el triunfo electoral de Chávez la derecha fue en parte desplazada del poder político_institucional, sin embargo, conservó el poder económico, verbigracia el golpe petrolero de 2002, la guerra de extracción de medicinas y alimentos luego de la muerte de Chávez, el bloqueo económico, financiero y la más injusta persecución a nuestros activos en el mundo. La guerra económica se hizo latente y lacerante y con ello comenzamos el periodo más duro pero a la vez más hermoso de resistencia colectiva. El hecho de soportar el vertiginoso deterioro de los niveles de bienestar adquiridos en los años dorados con Chávez y hacerlo estoicamente, el comenzar ¡Al fin a mirar nuestras capacidades productivas! rompiendo con la cultura del rentismo petrolero, en medio de una terrible campaña de desánimo mundial; el hecho de resistir días sin luz y sin agua, sin transporte, pasando rosca pues, nos ha llevado a librar una de las más hermosas batallas contra el imperio y a sentirnos invencibles.

Esto no solo es obra de la población que se identifica con el chavismo, esto es obra del colectivo nacional, a pesar de tener una derecha política entregada en cuerpo y alma a la ideología imperial, no obstante, sus bases han resistido y hoy comenzamos tod@s a creer en que es posible hacer real la "utopía" de caminar con nuestros propios pies. Claro que sabemos de la existencia de un contexto mundial en donde el imperio tiene mucho poder, en lo económico siguen teniendo mucho poder destructivo, la economía mundial no es democrática, no está diseñada para la sociedad, está diseñada para favorecer a las clases dominantes, está diseñada para explotar a la sociedad y robarnos a los países débiles, allí está el FMI, BM y el imperio del dólar como referentes.

Pero se trata de ganar batallas en la negociación... ¿Qué sería lo ideal? Un mudo sin imperios, un mundo sin capitalismo, una economía del mundo para los habitantes del mundo, pero para eso hay que derrotar al imperio del dólar, el imperio del FMI, Banco Mundial, ONU, OEA y todos esos mecanismos pro-capitalistas y pro-imperialistas. Eso no ocurrirá mañana, ni será posible definirlo en unas negociaciones de este tipo, sin embargo, el logro de cuestionar y poner en el tapete los mecanismos de medidas coercitivas imperiales como lo más pérfido puede desencadenar en el planeta un rechazo absoluto a este tipo de medidas y mecanismos imperialistas y crear una consciencia universal de rechazo a este tipo de medidas, no es la panacea pero es un paso importante y l@s revolucionari@s en el mundo debemos apoyar. Que un pueblo rebelde y cimarrón como el nuestro obligue al imperio, por intermedio de sus títeres, pero con su beneplácito, se siente a discutir el tema de las sanciones imperialistas es ya un éxito. Cuba ha enfrentado un terrible bloqueo y bestial guerra económica, ha obtenido logros importantes a nivel de la ONU, e incluso en la era Obama sentarse con el imperio, éstos ciertamente no cumplieron un pepino, pero si quedaron desnudos ante el mundo y ante los pueblos como lo que son: ¡Tramposos!.

La economía mundial está diseñada de tal forma que funcione en base a la lógica imperialista, no importa cuánta riqueza tenga tu país, si son materias primas te las explotan, si son reservas te las roban, si son activos también te los roban (CITGO-MONOMEROS-ORO, etc) Hay un desequilibrio mundial que no vamos a cambiar en México, pero que los actores políticos de un país se sienten a evaluar unas sanciones económicas pone en evidencia que toda esta agresión contra Venezuela ha sido parte de un plan macabro hecho a la medida del imperio, dirigido por éste, apoyándose en una derecha que da pena, entreguista, pero es lo que tenemos y así tenemos que calárnosla. Para ilustrar un poco sobre este tema me gustaría agregar esta opinión publicada hace unos años https://www.aporrea.org/oposicion/a238231.html Esa es la dirigencia, o los voceros imperiales con los cuales nos tenemos que sentar a negociar. Cuando hablamos de sanciones hablamos de las económicas que nos da fuerte, que nos afecta, que nos cerca que nos hace la vida difícil para todos, opositores y chavistas sin distinción alguna, pero que nos hace fuertes a la vez porque nos hace más rebeldes y más expertos en el arte de vencer imperios.

El poder económico, el eslabón que falta para consolidar el poder político no solo depende de unas decisiones, hay una dinámica mundial que se mueve en una lógica totalmente favorable al capitalismo, se apoya en sus mecanismos. La batalla se centra en la independencia económica, para ello se requiere de fuerzas productivas activadas y desarrolladas, alto nivel científico tecnológico y una organización social perfecta que nos permita producir lo que necesitamos y lograr que el excedente vaya al mundo a construir una economía para la sociedad, no para la acumulación en pocas manos y la ganancia grosera y excesiva para unos pocos. Esto tampoco será tema de debate en esta mesa de México pero en el fondo lo que se trata es de lograr ese punto en donde nos permita la dictadura imperial mundial abrir nuestros espacios e ir injertando. Habrá que recordar inexorablemente a Chávez y su tesis de "los injertos socialistas", por allí van los tiros, pero no es fácil aunque tampoco imposible y como este pueblo ha demostrado desde lo más sencillo hasta lo más complejo ser capaz de derrotar al imperio, desde la necesidad que hemos tenido de cargar tobos de agua hasta lograr desmantelar planes exquisitos como la operación gedeón y otros, este pueblo de Bolívar y Chávez logrará y seguirá resistiendo para crear las condiciones propicias y obligar a esa derecha entreguista a que sea al menos nacionalista, eso no sería poca cosa y lo está logrando el llamado maburro... ¡Qué ironía!



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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