Aunque no he tenido la oportunidad de conocerla, Francia resulta una nación extraordinaria de Europa que merece ser visitada. No sólo es Paris en su riqueza histórica, literaria y cultural combinada con su modernidad, y ampliada en todos sus esquemas de potencia regional, sino que hasta tener el privilegio de llegar a vivir una de las etapas del Tour de France en su territorio sería algo que cualquier mortal, además de conocer la Torre Eiffel y el Arco de Triunfo, el Palacio de Versalles, el Museo de Louvre y hasta la casa de Víctor Hugo, y Catedral de Notre Dame sería como no pedirle más a la vida en términos de conocer más allá de las fronteras venezolanas.
Desgraciadamente, gracias al madurismo las posibilidades para un venezolano hasta de visitar tan siquiera un estado a otro son mínimas. No sólo en términos de capacidad adquisitiva, sino incluso de transporte sea éste marítimo, terrestre o aéreo debido a las pocas unidades y horarios disponibles, máxime con un terrible y permanente déficit de combustible, después que el régimen quebrara la industria petrolera, y permitiera que los horarios nocturnos se convirtieran en tierra de nadie, más que delincuentes, mientras en el día las alcabalas, o mejor dicho, los espacios de matraqueros con uniformes imponen a sus anchas y fuera de la ley cualquier cantidad de vejámenes y humillaciones a los pasajeros y viajeros.
No obstante, una privilegiada de haber no sólo conocido esa Francia rica en todos sus conceptos humanísticos y paisajísticos, sino hasta universitarios fue Rosinés Chávez, quien sin aún haber justificado a los venezolanos cómo hizo para establecerse en la costosa Paris, y además estudiar supuestamente en La Sorbona, abandonando la "revolucionaria" UBV fundada por su padre, o cualquier universidad cubana de "alta factura", prefirió instalarse en esa "conquistadora" y colonizadora Europa de Napoleón Bonaparte, la cual además es citada por muchos "socialistas" y no precisamente de ese contexto ideológico, sino lo que colocan en sus planas son los llamados "chalecos amarillos" como parte de quienes buscan que ese país abandone el camino de lo que para ellos representa el "capitalismo salvaje".
Por ello, que Rosinés Chávez haya regresado por estos días a Venezuela – ignoramos si temporalmente o de forma definitiva – nos revela que el madurismo no tiene mínima vergüenza en burlarse de los venezolanos. Un país devastado por una crisis que subyace desde que Nicolás Maduro ascendió al poder como "presidente encargado" en 2012, y que ha llevado a Venezuela por casi una década de hambre, miseria, y destrucción económica y social, y que durante ese tiempo la privilegiada hija del fallecido Hugo Chávez se haya mantenido viviendo en tal nación con todas las prebendas y ventajas comparativas que permite Francia en relación con la empobrecida patria del Libertador es una de la razones que ningún defensor del régimen puede achacar a las reiteradas "sanciones", que al parecer nunca han afectado el presupuesto de manutención de la señorita Chávez.
Y qué además el retorno de Rosinés Chávez se haga público justo cuando cursan denuncias de supuestas violaciones a las cerraduras de las puertas de acceso del Aula Magna de la UCV por parte del madurismo es algo muy suspicaz, que nos debe mantener atentos ante lo que pudiera ser otra jugada del madurismo, empleando en este caso a esta muchacha para algunas supuestas funciones de las cuales nos tienen acostumbrados para seguir generando la polarización y la división entre los venezolanos.
El "regreso triunfal" de Rosinés Chávez desde la Francia de Macron es otra patada que se le hace al pueblo de Venezuela. Ella regresa hasta subida de peso con una dentadura perfecta, y por supuesto, rozagante y unida con Diosdado Cabello en un acto político (1), como queriendo decir: "nosotros somos el chavismo", lo cual es otra de las incongruencias de alguien quien no estando en el vivir del día a día de las calamidades de la gente, venga con su cara tan lavada a pedir el voto por su grupete de corruptos y ramplones.
Rosinés Chávez es parte de los 5 millones de venezolanos que emigraron del madurismo, sólo que ésta lo hizo cargando la factura a todos los venezolanos, y viviendo como emperadora diplomática de un rango que nadie le ha otorgado en el plano nacional, pero que lamentablemente, aprovechando el desmadre del madurismo, y unas instituciones complacientes, se convirtió en otra desfachatez del régimen contra el pueblo de Venezuela.
(1)