El tacticismo, el menjurje ideológico, la falta de profundidad estratégica, la carencia de claridad geopolítica propios de la ideología marginal en funciones de gobierno lleva al país, necesariamente, a una situación de liquidación total de su soberanía.
La Venezuela de Chávez, bolivariana, estaba destinada a ser equilibrio en la geopolítica mundial, a servir de agente de la paz profunda, la paz con equidad, a ofrecer al mundo una esperanza concreta de alternativa al desastre del capitalismo mundial. Todo eso se desvaneció cuando fue asesinado el Comandante y se perdió el rumbo, la ideología que lo sustentaba, y el país cayó en manos de la improvisación y la deformación ideológica.
Ahora, cuando el mundo entra en una crisis que escala cada minuto, y va saliendo de la guerra de micrófonos a la guerra de posiciones y más allá, cuando los imperios capitalistas se enfrentan por sus intereses de mercados y ganancias, ahora que había oportunidad de sentar un precedente de la existencia de un polo diferente al capitalismo, de concretar la aspiración del chavismo auténtico de un mundo multipolar, es decir, con un polo diferente al capitalismo. Se pierde esa oportunidad porque el madurismo, en la primera crisis mundial que le toca enfrentar, abandona una vez más el pensamiento del Comandante, y se pliega a uno de los capitalismos en conflicto. Entra en la guerra interimperial, como "cucaracha en baile de gallinas", no tiene nada que buscar allí.
El mundo necesita un polo diferente al capitalismo, que dirija, que marque el rumbo hacia una manera de vivir que sea viable, diferente al capitalismo suicida, liquidador de la vida, esa era, es, la esperanza de la humanidad con el proyecto Chavista, y así se manifestó en cuanta reunión internacional participó el Comandante. El problema de la humanidad, de la vida, no es sólo el desequilibrio ambiental, aparece de nuevo, como ineludible, el peligro nuclear, todos excreciones del capitalismo.
Esta es, era, Chávez, sin dudas lo hubiese hecho, una oportunidad para convocar a los países a una cumbre de paz, diferente a los llamados de los imperios, ruso, japonés, europeo, de participar en la contienda, por ahora con represalias económicas. Es, era, una oportunidad de concretar el polo bolivariano, hacer buenas las palabras de Chávez. No fue así, el madurismo, en un entendimiento mezquino de la geopolítica y el pensamiento revolucionario, se plegó sumiso a los rusos. Se colocó en medio de la batalla imperial, de allí sólo puede salir lo malo, en qué piensan los asesores del madurismo.
Venezuela debe recuperar el lugar en el mundo en el que Chávez la colocó, el papel de Venezuela es crucial para el destino de la humanidad, de la formación del polo de la esperanza humana. Es necesario que deje se ser sumisa con el gran poder, y carrito chocón con los países de la América. Que sea capaz de agrupar al continente en ese gran movimiento de paz con equidad, que se iba construyendo con Chávez. Pero, no, el gobiernito de maduro escogió el camino de las peleas de comadre, de los enfrentamientos de condominio, choca de manera lenguaraz con duque, con fernández, en manojo los llama cobardes, y va sumiso a plegarse al otro imperio.
Salir de maduro es una tarea de humanidad, es necesario retomar el rumbo de Chávez para retomar el rumbo de salvar a la humanidad. Y debe hacerse ya, el tiempo se agota.
¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!