Hugo Chávez fue un gran amante de la libertad y con su fuerza de resistencia y ardiente patriotismo emprendió un proyecto para refundar la patria. Logró construir y consolidar las nuevas bases y despertó la conciencia de millones de hombres y mujeres de este pueblo y de muchos pueblos del mundo. A través de una travesía tempestuosa, se abrió campo y espacio, conquistando victorias para su pueblo.
Según los relatos encontrados por allí dan cuenta que desde la niñez Chávez dio evidencia de una fortaleza intelectual revolucionaria, la cual se fue acentuando a través del tiempo, destacando su mente activa y bien desarrollada, con una ardiente sed de saber y actuar. Su amor al estudio y a la lectura, y el hábito de reflexionar de manera cuidadosa y compleja, junto con su agudo criterio, lo convirtió en un venezolano de vasta comprensión de los problemas. Precisamente, esos niveles de comprensión lo llevaron a su vez a tener un alto nivel de conciencia y de compromiso revolucionario; de allí su lealtad a sus ideales y a su Juramento de devolverle la patria a su pueblo y garantizarle seguridad y bienestar. No olvidemos eso. Recordemos que apenas inició su mandato en 1999, comenzaron las conspiraciones, las traiciones y acuerdos internos y externos para sacarlo del poder. Se dio el Golpe de Estado en abril de 2002 y el paro petrolero, iniciado en diciembre de ese mismo año y derrotado en los primeros meses de 2003. Una vez neutralizadas esas fuerzas desestabilizadoras de la derecha fascista, comenzó para Venezuela una etapa de bienestar para el pueblo venezolano. Nadie puede negar eso, que desde el 2003 hasta el 2013, vivimos un periodo de auge económico y social. Sin embargo, una vez que las circunstancias del destino le jugaron una celada al Comandante, que acabaron con su vida, pretendiendo también acabar con su legado; las fuerzas de los sectores poderosos y fascistas iniciaron una feroz campaña de aniquilamiento del proyecto revolucionario. Así, desde el mismo momento de su fallecimiento se activaron, por parte de la derecha fascista, todos los mecanismos de violencia, de saboteo y de aniquilamiento. Desde el mes de abril de 2013, se inició toda esta guerra contra la revolución, contra el Estado, contra el gobierno, contra el Chavismo y contra el pueblo venezolano. Para los fascistas, los traidores y los poderes agresores del exterior, el sufrimiento del pueblo venezolano es parte de los efectos colaterales.
Sin embargo, a pesar de todas las agresiones, de todos los ataques y sufrimientos, el pueblo venezolano ha resistido, ha combatido y salido victorioso de los ataques de mil flancos de esa guerra multidimendoonal que nos han aplicado y que después de casí una década siguen aplicando. El camarada presidente, Nicolás Maduro, como el Cristo, ha hechos cientos de llamados al diálogo, la paz, el concenso y a resolver las diferencias por los canales establecidos en nuestra Carta Magna. A veces pareciera que avanzamos en esa dirección, pero siempre hay que estar vigilantes en eso porque la inquisición fascista no respeta acuerdos. En eso también debemos estar claros.
Ahora bien, ¿qué hacer en esta nueva etapa? En respuesta a eso, yo mismo digo que ¡volvamos a Chávez, volvamos al pueblo! Allí está la clave prospectiva de los próximos años, donde además de resistir, debemos renacer y revolucionar. Para ello hay que trabajar incansablemente para resolver los problemas, primero los más urgentes y determinar cuáles son los que ameritan inmediata atención, y así ir avanzando en la resolución de los mismos; que garanticen el mejoramiento de la vida para todos.
Ese es el gran reto que tenemos, el de avanzar en el buen gobierno, con el partido, con todas las bases y estructuras del poder popular. Sobre esto, todos tenemos que dedicarnos a consolidar eso y son los gobernadores, los alcaldes, los diputados y diputadas, los concejales y todos los funcionarios públicos de las instituciones locales, regionales y nacionales, quienes deben desplegarse en la acción de reinventar la manera de gobernar, tal como lo ha solicitado el camarada presidente Nicolás Maduro.
Esa es la manera de volver a Chávez, de volver al pueblo y consolidar el espíritu revolucionario para demostrar que estamos dispuestos a construir la cultura de la eficiencia y consolidar la solidaridad y la transparencia.
Sin demora, iniciemos con fuerza todas las iniciativas y todas las estrategias para seguir avanzando con la seguridad y la firmeza de que todas las victorias del futuro serán contundentes.
Tengamos siempre presente que mas que hablar de política y revolución, Chávez lo que hizo fue enseñar a su pueblo a pensar y actuar responsablemente en la construcción de la patria, mirando siempre hacia los horizontes de la grandeza y derribando los muros que impiden el avance. De allí que el pensamiento de Hugo Chávez permanece vivo, con toda su carga ideológica y sus preceptos, establecidos para siempre jamás.
Todos somos responsables de nuestro propio destino, de allí la determinante decisión de avanzar con las coordenadas precisas, con las energías que nos permitan lograr los objetivos y contruir la verdades de la realidad palpitante.
Chávez nos dejó un legado y una gran tarea: mantener viva la llama sagrada de la patria!
Comandante, fuiste mi amigo, mi hermano, mi padre, pero sobre todo, fuiste un gran camarada ganado siempre para la lealtad. Seguiremos tu ejemplo de lealtad a nuestros amigos y amigas, y a nuestro pueblo!