El fin de la historia: la tesis filosófica derrotada

Francis Fukuyama, politólogo norteamericano-japonés, reanimó las tesis del idealismo objetivo de Hegel, en las obras "El fin de la historia" y "El fin de la historia y el último hombre" (publicados entre 1989 y 1992) exponiendo la historia como lucha de ideologías, donde la humanidad ha enfrentado la ideología nacional fascista y la ideología comunista-leninista. Y que el despliegue de la historia viene determinado por la victoria de los modelos ideológicos en lo político y en lo económico. La ideología es para Fukushima el motor de los conflictos.

De ahí que el momento del modelo comunista-leninista colapsó y llegó a su fin, resultando victorioso el modelo liberal-capitalista, que todo el mundo aceptará poco a poco. Este es el fin de las ideologías porque ya no hay otro modelo más que, el liberal-capitalista.

Si se aplican estas tesis filosóficas para el análisis del momento actual, pareciera que lo que pasó con los modelos ideológicos anteriores, le está sucediendo de rebote al modelo que Fukuyama pretendía sostener como eterno, capitalismo-liberal. Pero no de la manera del predominio de las ideologías en lo político y lo económico.

El predominio ideológico desde las plataformas de control social como YouTube, Facebook o Twitter lo tiene el capitalismo-liberal occidental. El bloqueo y las sanciones económicas contra el único modelo que enfrenta occidente está bajo control occidental; sin embargo, la guerra la van perdiendo los occidentales, aún con todo su poder económico, político e ideológico mundiales. ¿No será esto un exabrupto de las tesis idealistas objetivas? O es que la historia como conflicto social, como guerra, se va expresando en las histerias ideológicas de quienes van perdiendo en el conflicto real. Miremos los hechos actuales derivados del conflicto de Rusia con Ucrania.

La derrota del ejército y la destrucción de la infraestructura militar ucraniana. el rebote inexorable de las injustas sanciones a Rusia, en las economías occidentales, la puesta al descubierto de la politización occidental de las instancias internacionales y el papel lacayuno de funcionarios de tales instituciones. Se expresan dramáticamente, en la reacción histérica anti rusa de la Casa Blanca.

Este conjunto de sucesos contemporáneos que implicó la guerra rusa contra Ucrania, está mostrando con pruebas prácticas, que la globalización occidental, tiene bronca no solamente con Rusia, sino también, con su propia continuidad como proyecto neo liberal post soviético.

En vista de la riña con Rusia, la Casa Blanca y la Otan, han emprendido una campaña global de sanciones a Rusia y de venta de armas en la misma dimensión de las sanciones.

En cuanto a las sanciones, los pronósticos de efectos adversos de las sanciones en las economías occidentales, son ya hechos que se están llevando a cabo como problemas serios de producción. En Ecuador y Paraguay, el rebote de las sanciones a Rusia, detuvo el flujo de exportación de bananos, camarones y carne, acumulando las empresas privadas exportadoras, pérdidas millonarias en corto tiempo.

Los europeos, está recibiendo el agua de su propio chocolate. La elevación obligada de los presupuestos militares de todos los gobiernos europeos, para comprar, producir y perfeccionar armas. La amenaza de cierre de cien mil granjas italianas por falta de insumos agropecuarios. El conflicto de los camioneros en España por el alza en los precios del combustible. El aumento de los precios de la gasolina en todos los países occidentales. El pago en rublos por la compra de gas, petróleo y carbón a los rusos. El desplome económico occidental, forzado por la política norteamericana de detención global del flujo de exportaciones e importaciones hacia y desde Rusia; que afecta a un gran sector de la empresa privada, eje central de la política privatizadora global occidental, que se ven obligados a exigir al Estado, que ellos mismos han debilitado, que resuelva su problema económico.

El negocio de las armas, tiene como principal proveedor al consorcio militar estadounidense, y como vitales destinatarios a Ucrania, los países de la Unión Europea y otros aliados como Australia, Canadá, Corea del Sur, el mismo Japón y Colombia; tomando como motivo la amenaza rusa y la ayuda a Ucrania.

Para cerrar las ventas castrenses, la Casa Blanca ha manipulado los préstamos del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, los presupuestos anuales del gobierno estadounidense y de los gobiernos europeos. Poniendo en evidencia los nexos políticos del Estado con el consorcio armamentista norteamericano. Para allí van los cien mil dólares que el nuevo gobierno izquierdista chileno envió para ayuda humanitaria a Ucrania.

El problema de la guerra en Ucrania incluye la cuestión del odio abierto y la censura informativa a Rusia y lo ruso. Publicado en las redes sociales desde las plataformas Twitter, Facebook y YouTube, administradas por Silicon Valley. Y Tik Tok chino que no se queda atrás.

De aquí hay que tomar en cuenta que la cuestión de las fuentes informativas, para los que quieren construir una opinión sobre el conflicto, están allí: unas se mueven entre los que forman opiniones desde las plataformas mencionadas y otras bajan la información desde Sputnik mundo, RT, aporrea.org, entre las más conocidas.

Para tener una opinión abierta, leamos lo que declaran los personeros de la Casa Blanca:

Jalina Porter portavoz adjunta del Departamento de Estado respondió a la pregunta sobre el lanzamiento de prueba de un misil intercontinental de Corea del Norte: "China y Rusia deberían de enviar un fuerte mensaje a Corea del Norte para que se abstenga de provocaciones adicionales y también participe en una diplomacia sostenida". Después de todo, Washington quiere seguir dando órdenes, como si no ha pasado nada en Ucrania.

Biden en un discurso el sábado en Varsovia: "Por el amor de Dios este hombre (Putin) no puede seguir en el poder". El portavoz presidencial ruso sostuvo: "El presidente de Rusia es elegido por los rusos" no depende del mandatario estadounidense quien estará en el poder en Rusia.

Kent Salazar, embajador norteamericano en Méjico, aconsejando a parlamentarios mejicanos, dijo "Tenemos que estar en solidaridad con Ucrania y en contra de Rusia".

¿Cuáles son las ideas correctas?

En 2014, producto de un golpe de Estado apoyado por Washington y la Otan y un movimiento hostil nacionalista, recuerdan Maidan, que provocó incendios, asesinatos de policías, crímenes con franco tiradores llevaron al poder a Poroshenko, le sucedió, Zelenski. A partir del descontento con estas acciones y disturbios, las poblaciones de Crimea y Dombass (Donets y Lugans); iniciaron un proceso independentista del gobierno impuesto. La reacción de Ucrania fue invadir sus propias poblaciones y someterlas a un exterminio. Esta política de crímenes y bombardeos duró 8 años, con un saldo de más de 14 mil asesinados. Rusia permanentemente y a través de los organismos internacionales, y medios de comunicación denunciaba y exigía detener esos abusos ucranianos. Las cosas se complicaron más cuando las reformas constitucionales de los golpistas, pusieron a Ucrania en dirección a la Otan y a la Unión Europea.

Proceso bien trabajado por Washington y la Otan; inclusión de nacionales fascistas en el ejército ucraniano, montaje de biolaboratorios para la elaboración de patógenos de destrucción masiva, trasladar el sistema de armas de la extinta Unión Sovietica al ejército ucraniano, los antiaéreos S-300, aviones, lanza cohetes múltiples y tanques rusos y preparaban el ingreso inmediato de Ucrania a la Otan y la invasión a Donets y Luganks.

El Kremlin denunció ese proceso político-militar, en organismos internacionales y sugería poner atención al genocidio. Todo parecía que el plan occidental iba en marcha; pero como dijo Trump: "Putin fue muy inteligente" y David Cameron:"hay que saber ubicar el momento y el lugar adecuado y tomar la decisión", y eso fue el 24 de febrero cuando el presidente Putin declaro públicamente el reconocimiento de las repúblicas de Donets y Lugansk y anunció el inicio de "la operación militar especial para desmilitarizar, desnazificar Ucrania y proteger las nuevas repúblicas".

Cuando se trata de conquistar las emociones e imponer una visión determinada del mundo, cuenta mucho las influencias convencionales de una manera única de ver el mundo.

YouTube, Twitter y Facebook que se descargan en las redes sociales muy activas y en los medios informativos locales. En general promueven el odio a Putin y a lo ruso y se exalta la parte negativa de la ambigüedad del discurso de Biden, de los personeros de la Casa Blanca y de líderes políticos y militares europeos.

Cabe destacar que, la cumbre de la Casa Blanca con la Otan y el G-7, y la reunión de Biden con ministros de defensa de Polonia, Ucrania y de Washington (Blinken, y Austin), expresan, a ojo de buen observador de los acontecimientos, que Putin le está sacando trote a Biden y a la Otan. Tales reuniones se dan, cuando el Estado Mayor ruso anuncia que la siguiente fase de la guerra, va dirigida a las fuentes energéticas, a los talleres militares de reparación y a los centros de mando; ubicados cerca de Kiev y en la zona Este del país. Esto implicaría la colisión militar con uniformados norteamericanos y de la Otan, y la puesta en marcha de lo mejor de la tecnología militar espacial de ambos mundos. La nueva fase de la guerra, suena como contraproyecto militar que busca asegurar los logros militares de la fase anterior y lanzar una ofensiva que permita destruir y tener bajo control la retaguardia de la Otan y el pentágono, con la que cuenta Ucrania.

Este desafío, ha provocado la histeria de la Casa Blanca, el temor de los europeos comandados por Washington y la reflexión del papel que jugaría China, India, Sud África, y Brasil, cuando las sanciones arruinen más la satisfacción de las necesidades materiales, no solo de Rusia sino de todo el planeta.

La historia en este momento crítico de la humanidad, viene determinada por la guerra escondida en Ucrania, que llevaba Washington y la Otan contra Rusia. Los problemas de la producción de bienes materiales para la sobrevivencia humana, son producto del bloqueo y sanciones globales contra Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Siria, Cuba, Nicaragua, Venezuela, que occidente a la cabeza de Estados Unidos le aplica a los países mencionados que no quieren plegarse al dominio occidental y esto recién comienza-

La historia humana continúa desde el conflicto real contra las políticas económicas de saqueo, robos financieros a los estados débiles, destrucción de países, genocidios, sostenidos por el mundo occidental, con Estados Unidos y Europa a la cabeza. Todo esto, se expresa ideológicamente en la histeria no solo de Biden, sino en la desesperación de todo occidente, cuando política y militarmente está siendo derrotado por Rusia. El ser determina al pensar.



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Memo Fernández


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