"La tontería es infinitamente más fascinante
que la inteligencia, infinitamente más profunda.
¡La inteligencia tiene límites, la estupidez no
tienen ninguno!"
Claude Chabrol
Los opositores de la derecha y los nuevos aparecidos sumamente acelerados, supuestamente militantes de la izquierda no dejan de escarbar para ver si consiguen como aniquilar definitivamente al presidente Nicolás Maduro. Agotaron las descalificaciones con el manual pitiyanqui en la mano, para finalmente utilizar simplemente maduro, creyendo dar en el blanco, pero cualquiera persona sensata sabe perfectamente, que esto, no pasa de un tamaño disparate muy difícil de asimilar por su ridiculez manifiesta: una especie de impotencia de los que no tienen argumentos razonables y sin querer queriendo siguen los mismos patrones del imperialismo contra el pueblo venezolano representado por Nicolás Maduro Moros.
Estos comportamientos de los adversarios van mutando con el correr del tiempo, como los últimos virus, impulsados por el mismo aparato mediático del imperialismo, hasta pasarlos a un segundo plano, como cualquier guarimbero al ver que no surten ningún efecto. Guaidó, representa la mayor expresión de los ensayos puestos en práctica para derrotar a Maduro, desde el mismo momento de aparecer con sus posaderas al aire, como expresión de mal payaso para después presentarse en una función tan desconocida, como él. Apareció autoproclamado e interino de una presidencia inventada por el imperialismo. Ahora tan devaluado que, al ponerlo preso, estoy seguro ni siquiera quien lo engendró lo va a defender.
Cada momento aparecen en procesión escribientes haciendo la comparación entre Diosdado y Maduro, pero poniendo énfasis en victimizar al primero, como sido hubiese sido traicionado o engañado por Maduro, para ver si muerde el anzuelo; recurso tan inocente que, lejos de resquebrajar la amistad, el compañerismo y la solidaridad entre estos dos pilares del proceso, lo que ha hecho es reafirmar la marcha por el mismo camino trazado por el comandante Chávez. Las confrontaciones son tan increíbles, que a simple vista se ven preparadas para cazar bobos y son muy pocos los que caen en la trampa por muchos adefesios inventados. ¿Cuántos enfrentamientos entre Maduro y Diosdado han sacado al aire?
Todo lo expresado por el fugitivo más cómodo de la justicia venezolana Rafael Ramírez, lo vienen repitiendo otros personajes muy conocidos y al ver que estos no surten ningún efecto, inmediatamente aparece el relevo sacado a la ciega del saco lleno de mentiras, con la misma comiquita, tan reiterada que la única reacción producida en la mayoría de los lectores es para reír ¡Otra vez el mismo cuento! Para ellos Ramírez, es un inocente con vendas y todo, como un niño tumbando una piñata, pero, aun así, le dio el palo a la principal empresa de Venezuela y todo su entorno se llenó, y por supuesto el gerente engreído del momento no se podía ir con las manos vacías, aparte de recoger la propina de sus allegados. El expediente puesto a la luz pública, sirve de muestra, como PDVSA la dejaron en el último estado, y no es precisamente en el estado Apure.
Ahora, están apareciendo los que culpan al presidente Maduro, por la dolarización del país, cuando ha sido un fiel defensor de nuestra moneda, pero antes este pitiyanquismo sembrado en el país en la época de AD y COPEY, faltándole poco para que sus representantes se colocaran una copia de la corona de la "famosa" estatua de la libertad en sus propias testas y por ende unos creativos manejadores del dólar en nuestro país, es muy poco lo que se puede hacer; que no sea, seguir luchando y por momentos aprovechar las propias armas del enemigo. Hablan de todo, pero por ninguna parte hacen referencia a la página del dólar paralelo, la verdadera cuchilla para presionar al BCV. Es una carrera en el cual nos han metido; una guía, un patrón y no seguirla es quedarse rezagado –el meollo del problema–apartarse es poner la torta y no precisamente la de cumpleaños. Siguen con las mentiras MADE in USA. Inventan espantos y aparecidos a plena luz del día y todavía consiguen a quien asustar.