Es imposible no tocar en algunas conversaciones el tema de la conformación del partido unido. En casi todos los informativos, programas de opinión y medios de comunicación ese es un tema de primera importancia, unos para desacreditarlo y otros para promoverlo. Son muy variadas las consideraciones que hacen quienes hablan del tema, pero algunos de ellas son sin basamento alguno, sin conocimiento cierto de que será el partido unido y otros sólo repiten su versión de lo que le escucharon a otros, sin saber si es lo que quiere la oposición o alguien más interesado en que se diga.
Algo que se ha puesto de manifiesto es que algunas organizaciones políticas pequeñas han revisado su situación frente al partido unido y unos se han acercado a la idea, mientras otros se resisten. En el caso de quienes se resisten hay razones distintas. Hay quienes apelan a una larga tradición nacional, pero puede haber quien piense en la remota posibilidad de seguir siendo parte de una élite privilegiada de dirigente del partido, de director nacional o regional, y al perder esta condición también pudieran perder toda posibilidad de ser candidato a cargos de elección popular o a cargos en la administración, lo cual hasta ahora ha sido como una especie de cuota política por ser directivo de tal o cual partido…
Es muy posible que el enemigo de la formación del partido unido sea quien dice ser parte de este proceso, algunos de ellos, quienes disfrutan de prebendas y de cargos públicos por estar acompañando al proceso de cambios, pero que al ver alejarse la posibilidad del continuismo de las prácticas políticas cuarto republicanas procuran que no se produzca el cambio, sin notar que ese cambio es inminente, y ojalá que el presidente cumpla su palabra, la palabra empeñada con el pueblo de cambiar la vieja forma de hacer la política, que incluye desde la elección de los dirigentes desde y por la base, hasta la elección de los candidatos a ocupar los cargos en juego. Eso haría que el pueblo creyese de nuevo en las estructuras partidistas…
A todas estas, están dejando de considerar o de exponer algo muy importante, posiblemente de manera intencional, y es que la gran mayoría de quienes respaldan a Chávez no militan en ninguna organización política, pero cuando acuden a las mesas electorales a brindarle su apoyo al presidente, deben hacerlo con alguna tarjeta correspondiente a un partido político, pero eso no significa que sean simpatizante, y mucho menos militante, de de organización alguna y tampoco puede considerarse que tal o cual organización cuenta con esos votantes, eso no es verdad. El presidente lo sabe con mucha precisión y por eso no se deja encadenar con los pedimentos de los representantes de los partidos que supuestamente lo apoyan, él le da relevancia a las masas populares y es allí donde centra la participación. La selección de los representantes, los voceros se ha considerado que sea electa desde las bases, desde las comunidades organizadas, desde los consejos comunales, con lo cual se le da relevancia al pueblo y se le resta a los dirigentes de escritorio…
Algo que puede ser importante en este proceso es que se desarrolle un proceso de preparación de los simpatizantes y militantes de base en todo el territorio, y no sólo en la capital, que le permita al pueblo llano conocer lo que se está planteando, que se propone y cuales son los derechos y deberes que tiene en este proceso de constitución de la nueva organización y no ocurra lo que se trata de evitar, que es aquella costumbre de algunos de los que ocupan cargos de dirección que pretenden manejar a quienes están cercanos políticamente a él, como si se trata de marionetas o de títeres. Esto requiere una claridad de los voceros que le permita actuar con independencia y hacer valer su posición. Y esto es a lo que algunos de los que se dicen dirigentes le temen, porque carecen de respaldo y apoyo popular y hasta ahora han contado con el maravilloso dedo que lo catapulta hacia los cargos…
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