Desea conocer donde está la generación de oro de Venezuela, asómese a cualquier centro de refugiados de Latinoamérica son cientos, miles, millones de jóvenes que parten sin rumbo o destino seguro y nadie en su sano juicio atravesaría selvas, mares, desiertos y en su país algo fuera seguro aparte del hambre, la represión, la censura y vivir la distopia revolucionaria que viven millones.
En Venezuela el gobierno puso el oro en Londres quien sabe con cual intención y expulsa a millones y es que buscar el fruto y no la raíz del problema es lo verdaderamente grave, señalar al niño que huye de su casa y no ver los problemas que existen en ese "hogar" es la salida estúpida y fácil que utilizan sectores maduristas. Una nación que se va quedando sin juventud y que un gobierno y sus corifeos no responden cual es la razón de que se vayan por millones.
Alguna vez fuimos una nación receptora de millones de seres humanos que cruzaron mares y desiertos para llegar a una nación llena de oportunidades y hoy somos una nación que expulsa y es una nación repleta de problemas y malos tratos, de persecución de censura, de extorsionadores y claro que se huye, se parte, se alejan los jóvenes que no ven más futuro que la ONAPRE, la extorsión en la esquina que viene, el miedo a un funcionario público, el terror a algún uniformado que te siembre.
Salen sin el pasaporte más caro del mundo y que ya no tiene el valor del viejo documento o sea ya para entrar a muchos de los países que hasta hace poco no pedían visa hoy nos piden hasta una confesión y una cuenta bancaria llena de ceros a la derecha y es que los ceros a la izquierda del PSUV quitan valor a la cifra inicial.
En la Venezuela madurista no hay generación de oro, hay una generación en resistencia, se resisten los malos tratos, se resiste la persecución, se resiste el miedo, se resiste la censura, se resiste el terrorismo judicial, se resiste a los hombres y mujeres de uniforme que nos quieren dar clases de civilidad y de república. Músicos, deportistas, artistas plásticos les toca residir fuera de nuestras fronteras, fuera del país, pocos se atreven a decir, denunciar, informar su posición frente a un gobierno que tiene unidades de desinformación, de acoso, de mentiras. Unidades destinadas a acusar, señalar, inventar, controlar, e incluso se dice por ahí a dar de baja a quien brille mucho en alguna nación y se manifieste de oposición a la tiranía.
Quieren, desean ver si se han marchado vea en las cercanías de su casa, pregunte entre sus familiares, Infórmese cerca de su casa y pregunte, una sencilla pregunta ¿dónde está fulano de tal que tengo tiempo sin verlo? La respuesta se dará muchas veces "no está, pero envió remesas" y así un país o una gran parte del país va resolviendo su pan nuestro de cada día. Son millones de hogares que así soportan el hambre de pan y justicia, que soportan la ignominia, el dolor.
El slogan de "generación de oro" es solo un acto de propaganda política en una nación que sus jóvenes se marchan ¿Cuál es la razón que esa generación criada y nacida en revolución prefiere no estar en lo que creímos alguna vez que sería una fiesta de amor, fraternidad, progreso social, político y económico?
Una parte de la juventud se queda a resistir a pesar de los pesares construyen, inventan, crean a pesar del odio y el desprecio con el cual son tratados y maltratados. La generación nacida bajo lo que hoy es un estigma o sea un régimen "policial, "cívico", militar" bajo cuyos designios lo único que sabemos es que hoy es peor que ayer y el mañana será peor que hoy. Pero toda tormenta precede a días luminosos y al final de ese turbio camino tenemos una nación que es agua cristalina. A pesar de ellos.
Para el madurismo su generación de oro es la que entrega al hermano, delata al amigo, promueve la intolerancia y excusa la represión y la censura. Lo otro, lo bello, lo hermoso, lo digno, lo bueno para ellos sería mejor que no existiera. Pero existe a su pesar.
Notas a pie de página: La Escuela de Teatro Ramon Zapata en Valencia/ Venezuela sigue en estado de abandono no se sí algún vampiro menor o mayor le chupa la sangre o el presupuesto, no se sí el vampiro mayor decidió extinguirla, no sé si están negociando el lugar donde está. En fin, el mar.