En el carnaval pasado, los dos cabezas más importantes del gobierno, Maduro y Delcy, dieron unas declaraciones que son noticias. Tomemos una parte de las pródigas declaraciones como muestra. El presidente se refiere a los carnavales recién pasados como los mejores en toda la historia nuestra. (Ver el video en el Instagram de @elaradodetoby)
Si no fueran lo que son nos daría risa, sí fueran unos contadores de cuentos, nos parecería un chiste, pero se trata de los conductores máximos del país, por eso nos asustamos, de sólo pensar que son estos los que dirigen la economía, la política exterior, la política. No se puede esperar nada bueno de ellos que pretenden engañar al pueblo con total desfachatez. Es como decirle a un hambriento que el viento y la imaginación alimentan…
A quién se le ocurre que un país con más de 90% de pobreza, con un salario mínimo de unos pocos dólares y bajando cada día, a quién se le ocurre que los carnavales fueron buenos. ¿Buenos para los docentes que piden aumento del salario y en lugar de eso el salario les baja? ¿Buenos para los asistenciales, que sufren las penurias de los bajos salarios y la ausencia de dotaciones en los hospitales? ¿Buenos para los estudiantes con sus centros deteriorados y desasistidos? ¿Buenos para los buhoneros que vendieron poco o nada en carnavales?
¿Será que estos gobernantes se creen lo que dicen? Lo dudamos, y debemos concluir que lo que suponen es que este es un pueblo de pendejos, que se puede mantener engañado por mucho tiempo, que no se dará cuenta muy pronto que el gobierno es embustero, que miente, desde el cuento del bloqueo, desde la fábula de que son Socialistas y Chavistas, hasta la historieta del dólar criminal cuando el "dólar today" le dicta el ritmo al Banco Central.
Se engañan, las mentiras van acumulando desprestigios, la gente deja de creer en el gobierno, gastaron el amor que el pueblo sentía por Chávez, ahora la gente desconfía cada vez más del madurismo. Ellos no tienen nada cierto que decir, si se les quitan las mentiras queda un patético vacío. No tiene proyecto de país. Mucho deben sufrir las mentes más despiertas dentro del alto gobierno, asistiendo a las torpezas de estos aprendices de brujos sin conocer la hierba.
La presión de la cacerola popular va subiendo, el agua comienza a hervir, tantos años de embustes van construyendo una realidad que se yergue por sobre las apariencias y explotará, esto es inevitable. Vienen protestas más allá del economicismo, serán protestas cargadas de política, es decir, que tienen que ver con el poder político, su sustitución, que, de eso, en última instancia trata la política, del poder. O se quedarán en el economicismo, pidiéndole clemencia a los verdugos, o peleando contra un neoliberalismo que pretenden, dispensa de culpas al capitalismo. El rumbo dependerá de la calidad de la dirigencia, de su valor para romper con la comodidad de lo conocido, correr el hermoso riesgo de fundar. (Síguenos en Instagram: El arado de Toby)
¡CHÁVEZ, POLÍTICO!