El chavecismo

A veces nos encontramos en medio de una discusión de si Maduro y el gobierno actual deben o no ser considerados como chavecistas o como parte de una corriente del chavecismo. También se habla de si además se pueden considerar chavecistas originarios, los cuales muchas veces son identificados como quienes conspiraron con Chávez en los golpes del 4 de febrero y 27 de noviembre 1992. Otros extienden esta "distinción" a quienes fueron del equipo que llevó a Chávez al poder y luego gobernaron y estuvieron con el comandante a lo largo de sus gobiernos, grupo en el cual estarían muchos de sus exministros, lo que lo hace también muy diverso. En todo caso, como ocurre con todas estas clasificaciones, todos afirman ser seguidores fieles de Chávez, amantes del comandante eterno y los mejores exponentes vivos de su "legado".

Es lógico y natural, aquí y en el mundo entero, que de un mismo tronco político se deriven muchas ramas y que de éstas emanen muchas otras, incrementándose las diferencias entre los distintos grupos y sectores, pues la heterogeneidad y diversidad del pensamiento y comportamiento humano es infinita. También es lógico, sobre todo en el caso de un líder político carismático y exitoso electoralmente, que todos sus seguidores pretendan atribuirse la totalidad o la mayor parte de su herencia político ideológica, así como también señalar a los otros, sobre todo si estos últimos se encuentran en posiciones privilegiadas de poder y no se caracterizan precisamente por su amplitud, de ser falsificaciones del liderazgo y proyectos originales. Manteniendo las distancias, el peronismo es un ejemplo histórico claro de lo que señalamos; y peronistas son todos.

Chavecista entonces es un término que se le puede aplicar a todos, pese a las diferencias y a las adulteraciones o diferencias con el proyecto inicial, si es que lo hubo, ocurridas en los diversos grupos. Quienes ejercen la jefatura del gobierno desde Nicolás Maduro, la Primera Dama, los hermanos Rodríguez, El Aissami, Padrino López, Diosdado y sus seguidores, serían chavecistas, pese a que sus conductas hoy dejarían mucho que desear en el propio Chávez, si estuviera vivo. Hay que recordar que fue Chávez quien designó a su sucesor. Chavecistas serían también los integrantes de la Plataforma Ciudadana de Defensa de la Constitución, quienes aparecen como claros luchadores sociales honestos, profesionalmente preparados y, en mi opinión, muy limitados en su accionar político por su vinculación afectiva con el líder fallecido.

Sería chavecista también el partido político REDES, muy hostigado por el gobierno, a veces más que los enemigos más encarnizados de la oposición violenta. Lo sería también Reinaldo Quijada y su partido UPP89, aunque no tengo suficiente conocimiento para estar seguro hoy de esta afirmación. El PCV no puede ser llamado chavecista, pues ellos son realmente marxistas-leninistas, pero entiendo que en principio reivindican las gestiones de gobierno de Chávez, no así la de Maduro, quien hoy maquina desde Miraflores como intervenirlo y quitarle sus insignias y tarjeta, aprovechando que la ausencia de división de poderes actual hace al Tribunal Supremo de Justicia una marioneta del Ejecutivo.

Son chavecistas, pues así se hacen llamar y desde esa perspectiva opinan, escriben y actúan, personas como Rafael Ramírez Carreño, quien incluso ha planteado ser candidato presidencial, y el grupo que se conoce como "Un grano de maíz". Tenemos que incluir dentro de este sector político al llamado Frente Amplio Nacional Bolivariano, que impulsa el general Francisco Visconti, uno de los líderes del golpe del 27 de noviembre de 1992, con seguridad el más alejado políticamente del resto de los grupos y personalidades cercanas al chavecismo, con propuestas de referéndum consultivo vinculante, proceso constituyente originario, poder popular soberano y participación directa y protagónica en la administración de la cosa pública.

¿Cuánto significan estos grupos electoralmente? No lo sé. Pero en un escenario donde sólo el PSUV tiene una votación importante probada, no son desdeñables electoralmente ni tampoco políticamente. Las bases chavecistas existen, la popularidad del comandante eterno también y hasta María Corina Machado ha declarado que su proyecto las incluye, lo cual nos da una idea de la importancia de las mismas y de la demagogia de la candidata.



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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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