Contaba entonces mi persona 53 años de edad y en contra del miedo que les daba a los medios hacerle entrevistas al Comandante rebelde Hugo Rafael Chávez Frías, siendo Jefe de Prensa y locutor del noticiero estelar del mediodía en 107.5 FM en Maracay, le entrevisté durante 35 minutos. Al final de la conversación me preguntó dónde podíamos tomarnos un café acompañado de dos Capitanes, quienes por cierto a la postre resultaron traidores a su causa bolivariana socialista. No los identifico para no darles importancia que no merecen precisamente por traicioneros.
Mi respuesta a su invitación fue decirle sinceramente "Comandante usted sabe que esta emisora es propiedad de copeyanos que viven en Caracas, ya tuve inconvenientes por noticiar a dos participantes de su movimiento el 4 de febrero de 1992, ahora es que vengo a conocerlo y los copeyanos y adecos creen que uno se va con los invitados para cobrarles la entrevista, en verdad me iría con usted llevando mi grabador y seguiría sacándole partido a sus opiniones".
La respuesta de Chávez fue poner su mano derecha sobre mi hombro izquierdo y decirme, "usted es un hombre honesto, lo felicito", le di las gracias y mis palabras fueron "procuro serlo Comandante, procuro serlo". Unica vez que vi a Chávez pues no asistía a sus mitines pese a que mostraba mi simpatía por su campaña electoral en 1998, e incluía lo que me llevaban los reporteros que acudían a sus discursos en Aragua. Por esos días un jocoso caballero que llamó desde La Victoria al programa que yo hacía en Cagua, me dijo que yo no era Sánchez Ibarra sino Chávez Ibarra.
Había sucedido lo del chistoso amigo por cierto gaitero, que antes de aquella entrevista en vivo a Chávez le contesté entonces "ni siquiera he conocido al Comandante Chávez, pero soy 13 años mayor que él y si en política tiene un lenguaje parecido al que he mantenido desde mis 19 años de edad, me alegra porque ese militar debe ser sanchecista, afirmación que hice en vista de la diferencia de edad con el Comandante rebelde. Ese atrevimiento transmitido fue causa de una anécdota años más tarde ya electo Presidente, el atrevimiento radial fue causa de otra anécdota que les narro a continuación.
Un conductor de taxi nos hizo una carrerita a mi y a mi esposa, en Maracay conversábamos y de pronto me dijo "¡ah! usted es el locutor, me permite brindarle un café a los dos y que hablemos unos minuticos, me contó que me había oído decir que Chávez sería sanchecista por hablar como yo lo hacía, le ratifique que no conocía para aquel momento al joven Comandante y en una circunstancia similar volvería a expresar lo mismo. Nos reímos y hoy lo describo para dejar constancia de lo que no solo ocurrió conmigo, sino con millones de compatriotas e incluso extranjeros enamorados de la audacia, el verbo, el carisma y la sinceridad del Comandante.
El 5 de marzo 2013 mi esposa y yo lloramos la muerte de Chávez, idéntico a millones de ciudadanas y ciudadanos, que nos emocionaban y nos entusiasman en el recuerdo, intervenciones del venezolano solamente superado en la historia política por el padre de la patria Simón Bolívar. Por supuesto que la inmundicia que incluyen en las redes sociales escuas desesperados, amargados, frustrados, etc., no logran borrar el cariño, respeto y admiración siglo XX en sus tres años finales y en lo que va de este siglo XXI con la espada de Bolívar corriendo mucho conducida por Chávez más allá de América Latina.
A diez años de su partida física, evoco la entrevista única que le hice a quien es pieza clave en el incentivo que hoy hace de las naciones al sur del río grande gringo, forma de gobernar a la que quieren quebrar comprometidos con la derecha súper maltrecha y de mente estrecha turbada por el crimen activo de presidentes electos pero ausentes de vocación y acción, derechistas muy lejos del inolvidable Hugo Rafael Chávez Frías.