Hace muy poco, tuvo lugar un foro organizado por el profesor Jesús Puerta, el movimiento regional Unios y el PCV. La convocatoria al foro, se generó como una iniciativa cuyo motivo principal era mirar hoy el chavismo, después de haber transcurrido 31 años del 4 febrero de 1992. ¿Qué pasó con el Chavismo?
No tengo totalmente las exposiciones que se dieron en el foro, que como ya anoté, se planteó hacer un balance del chavismo. Observo ahora este foro,con la nota que generó Tribuna Popular.
Pienso primero, que Chávez fue un huracán de ideas y propuestas dirigidas a producir un cambio en Venezuela. Fue una ventolera de iniciativas y propuestas que fueron surgiendo y luego las acomodo bajo la sombra del árbol con sus tres raíces.
Proponerse hacer este balance sin referencias básicas, después de haber transcurrido 31 años del 4F, puede meternos en un laberinto. Hay que tener puntos y a partir de estos puntos (básicos,) observar el trayecto del proyecto.
Sin darle muchas vueltas al asunto, es importante decirnos y reconocer, que Chávez tiene ganado un espacio en el acontecer nacional. No hay duda, que Hugo Rafael Chávez revolvió nuestras vísceras y nuestras conciencias. Chávez despertó a un país que dormía sin un despertador que lo animará a estar de pie. Chávez nos puso de pie.
Eso lo vimos y lo sentimos, pero un primer aspecto que debe extraerse de este recorrido, es que aunque Chávez tiene su lugar en la historia; el Chavismo perdió sentido y significado como motor de un proceso. Este 4F, más que un hecho histórico es hoy un suceso o una trampa para cazar bobos. Nada hay hoy, que nos permita afirmar, que valió la pena un intento de golpe de estado porque hubo un parto y ya vemos una criatura (una revolución) que nació ese día o comenzó a gestarse ese día y que no se viste con los motivos o razones que justificaron este hecho. El "por ahora", queda como una frase que prendió en el alma del pueblo, pero ya es un recuerdo, no una llama.
Esta pudiera ser, una manera de hacer este balance del Chavismo sin estar dando muchas vueltas. Por supuesto hay otras, que no van a darnos una conclusión distinta. El orden o el lugar de los elementos no altera la conclusión.
Si recordamos, Chávez después de ser electo presidente le dió cumplimiento a una de sus principales propuestas. Está propuesta no tenía (creo yo) como único producto tener simplemente una nueva constitución. Para este Chávez y este chavismo, era importante la nueva constitución, pero lo más importante era instalar en el país un proceso constituyente: un soberano despierto y siendo sujeto. La Constitución puede ser un tema o una importante referencia para hacer este balance.
Hay tantas cosas de Chávez en la Constitución, que ya hoy, no hay una con sentido práctico en la vida nacional. Es como si no estuviera y este hecho (no tener ningún impacto en la vida nacional) le resta sentido y valor histórico al Chavismo, que se entiende como ese empeño de producir cambios, cuyos principios aparecen en la Constitución pero sin aplicación.
Lo cierto hoy, es que sobre esta Constitución con su preámbulo, van apareciendo leyes y prácticas que la van desplazando.
Chávez fue una fuerza que perdió fuerza. Puede tener electoralmente un caudal de votos amarrados, pero ese caudal de voto nos es fuerza. Chávez fue un viento que perdió fuerza. No hay ni hubo un nuevo modelo. Está el viejo modelo extractivista, que hoy se ha vuelto más salvaje. Las Zonas Económicas Especiales no tienen ningún parentesco con Chávez y con el Chavismo de Chávez.
Chávez no quiso matar a los venezolano de hambre ni se propuso ponerlos a pasar hambre. Su idea o llamado de comuna o nada no tuvo efecto. La comuna, como espacio de protagonismo, no existe; está muerta.