Los gobernantes son personificaciones del capital, son sus instrumentos; en última instancia sus movimientos, sus pensamientos, sus intereses, son dictados por el capital. El capitalismo es un monstruo que impregna a la sociedad de sus valores, su idealidad, y la conduce hacia la nada. Los gobernantes, los dominantes, están al servicio, se rigen por su lógica, que gobierna el alma social.
El capitalismo, cada día es más evidente, conduce a la humanidad a la extinción, a la nada. Y cada día los gobernantes se distraen y distraen a la sociedad en naderías, desatendiendo lo fundamental. El cuadro mundial es desesperante y deprimente. Por ejemplo, lula y petro se ocupan de las elecciones venezolanas, el madurato se ocupa de trucar las elecciones. En Argentina, milei ensaya un anarcocapitalismo que no considera a la sociedad. En España, sánchez se sumerge en un asunto de corrupción doméstica. Mientras, putin amenaza al mundo con su arsenal nuclear, Francia amenaza con llevar tropas a Ucrania.
Es manifiesto el peligro de guerra nuclear, es decir, peligro de extinción de la vida, y es chocante cómo los gobernantes ignoran el peligro. El capital sólo se ocupa de la ganancia, de mantener el consumo, la producción, y la guerra es un excelente mercado, la venta de armas es principal negocio para las grandes economías.
En el mundo, repartidas en pocos países, hay más de diez mil bombas atómicas, suficientes para destruir todos los planetas del sistema solar y más. Ese arsenal absurdo ha movido a la economía de esos países, pero pasa factura también, exige ser usado. Y el capital es ciego, sigue su lógica, consumir, mover la economía, que circule el dinero, el mañana no importa.
El gobernante ruso amenaza con detonar bombas en la frontera ucraniana. Y el mundo sigue con su distracción, nadie dice nada, no hay ni una condena diplomática. ¿Qué pasará si putin, personificación del capital, desquiciado, detona las bombas? ¿Qué harán los gringos, los europeos? ¿Responderán? ¿Cómo? Y si responden, ¿quién, cómo detendrán el holocausto atómico? Estamos en manos de unos locos, tomados por el capitalismo, estamos dependiendo de un toque a un botón, el mundo depende de la voluntad de unos que no tienen voluntad, son instrumentos del capital, estamos en las manos del monstruo.
El mundo necesita superar el capitalismo, con sus valores de egoísmo, de ganancia, que sustentan el camino hacia la nada. Es necesaria una sociedad ejemplo de una nueva manera de relacionarse el humano, diferente de la relación de la competencia, de la ganancia, de la venta de la fuerza de trabajo, de la apropiación del esfuerzo social por una élite suicida.
Sólo un pueblo así, un gobierno con ese respaldo, puede influir sobre el planeta y luchar por cambiar el rumbo del mundo. Un gobierno, un líder con ese respaldo, puede convocar una asamblea mundial de la paz, no tomar partido por ningún bando, ubicarse del lado de la vida, de la humanidad. Chávez estaba destinado a ser ese líder, apoyado en ese pueblo. Ahora los inconsecuentes lo convocan para lo pequeño, la política menuda, de la vista corta, del paso hacia atrás.
¿Qué falta hace Chávez? Ya habría convocado a esa asamblea, Lula, Petro, Diaz Canel, AMLO, los líderes de los movimientos sociales, personalidades, científicos, artistas, todos estarían llamados. Se construiría un núcleo con una gran fuerza moral capaz de potenciar la protesta de los jóvenes del mundo, de presionar a los gobernantes capitalistas, de hacer la revolución salvadora.
Pero la canalla lo asesinó, y el mundo se quedó sin el ejemplo, inerme frente al capitalismo. Volver a Chávez es un problema de sobrevivencia de la humanidad. Debemos pensar en grande.
¡CHÁVEZ ES LA SALVACIÓN!