El madurismo lleva el fraude en su genética, en su condición de lumpen-sindical. Por supuesto que en este lance difícil que le está tocando vivir, con pérdida flagrante del apoyo popular, echa manos del fraude. Si el madurismo pudo cometer fraude con el legado de Chávez, lo traicionó sin ningún rubor, entonces puede hacer fraude con cualquier cosa, esa es su naturaleza.
El fraude electoral es continuado, y no hay razones para esperar rectificación. Las inhabilitaciones son fraude, todos los saben; los obstáculos al desplazamiento, fraude; el cierre de programas y emisoras que favorezcan a la candidatura de la derecha es fraude; la persecución a hoteles y venta de empanadas, es fraude; la persecución, el exilio, cárcel, la calumnia, a los posibles candidatos chavistas auténticos, es fraude; y lo que falta por ver.
El madurismo, docto en fraudes, triquiñuelas y similares está, a todas luces, preparando el terreno para cometer un gran fraude el 28, si es que llegamos allá. El fraude está cantado, ese pujo, esa acusación adelantada a los mariacorinos de que cantarán fraude, y la advertencia de protestas después de leer el boletín de amoroso, no es otra cosa que curarse en salud, escapar hacia adelante, preparar el terreno, acomodar la excusa de antemano. Ninguna sorpresa: “la burra siempre jala para el monte”, “el que nace barrigón ni que lo fajen chiquito”. El madurismo es falso desde su nacimiento, no da muestras de querer regenerarse.
El circo electoral consiguió con eso del fraude una veta para distraer. En esta novela está el villano y el galán, maduro es el villano, y qué bien hace su papel, y edmundo es el galán, mariacorina es julieta, dulcinea, la dama. Los dos jugando el mismo juego, en la misma cancha. Los dos son iguales, capitalistas entregados, gane quien gane, ganará el capitalismo internacional y nacional, el nuevo y el viejo, y perderán las masas sufrientes, seguirán las dificultades. El resultado sería una derrota enorme del Socialismo, del Chavismo, y un triunfo de la causa capitalista.
Incautos los políticos que no perciban la nueva situación, esos serán rebasados por los sucesos. No hay elecciones limpias, ni las habrá, el madurismo no puede permitirlas, quedaría en evidencia el rechazo al desastre de gobierno, que dilapidó, traicionó el legado de Chávez.
El chavismo debe consolidarse, perfilarse claramente, con una dirección visible, creíble, querible, que le permita entrar en la contienda, dirigirla, no ser vagón de ningún tren, tener fuerza propia capaz de disputar el poder como le corresponde. Ya ha avanzado, se ha desligado con valentía del circo electoral, rompió el hechizo adormecedor de las elecciones y su espectáculo. Tiene un programa, volver a Chávez, volver al Socialismo, allí están los líderes, allí está el ejemplo. Y lo que es más importante, es la necesidad del chavismo, necesidad nacional, sólo el chavismo, su planteamiento Socialista puede traer de nuevo prosperidad, armonía, a este pueblo. Y, está la compresión, la visión universal de la política. La Humanidad necesita el ejemplo de una vía que supere al capitalismo suicida. Es aquí que existe esa posibilidad, volver a Chávez no es un asunto local, es una necesidad universal.
¡CHÁVEZ ES EL CAMINO!