Todo es válido para los candidatos presidenciales durante la campaña electoral, desde tomarse una foto con personas con discapacidad hasta con empresarios y sexo diverso, pasando por campesinos, estudiantes abuelitas, niños, mujeres embarazadas o trabajadores del aseo urbano. Se necesita la mejor fotografía, ahí están los colegas gráficos echándole un camión y hasta mirándose galliniao porque el ángulo que utilizo es que el ya otro quiere usar; mientras los candidatos dan cuenta de los micrófonos, poses y hasta de frases en desuso, todo para ser más original o llamativo ante el elector que en muchas ocasiones está desprevenido, cansado o aburrido.
Nada da pena, bailar, cantar, silbar, reírse a todo pulmón y de vez en cuando utilizar un lenguaje escatológico, lo importante es la campaña y captar la mayoría de votos el día de la cita electoral y aún cuando el discurso es repetitivo, dependiendo de cómo el candidato aborde el verbo, muchos no se dan cuenta que hay gente que quiere hablar directamente con ellos sin tantos filtros, protocolos o normas de seguridad. Entendemos que los filtros y protocolos son fundamentales, por lo menos en la figura del candidato presidente, pero más allá, hay personajes de seguridad o custodios que parecen agentes del sionismo o miembros de los kybus israelíes; allí es cuando uno se da cuenta que el show debe mejorar. Una humilde mujer de campo me comentó, "yo no voy para esos actos políticos, no porque tenga que aguantar sol, lluvia o caminar unas cuantas cuadras, sino por lo groseros que son esos tipos que cuidan al presidente Maduro".
Otra del bando opositor me dijo: "A mi me encanta María Corina, coño pero esos locos que la cuidan de vaina no me dan una mano cuando quise preguntarle si las misiones y grandes misiones las iba dejar o las iba quitar". Hay quienes piensan que los espectáculos electorales -actos políticos de masa- son los escenarios perfectos para ese contacto cara a cara con el votante, pero en este caso hay uno que otro aspirante que no aprovecha esas oportunidades, por ejemplo su majestad "er conde", es un hombre que ha vivido de la comedia y no hace ningún evento para uno reírse y oir qué plan de gobierno tiene.
El cuanto a Claudio le aceptamos que no monte su show porque no tiene la gracia y ni el carisma de los demás y a pesar que en sus círculos privados el tipo es muy elocuente y vulgar, su candidatura es una simple oportunidad de hacer plata, en cuanto al pastor Bertuchi, quien al igual que Rausseo manejan masas por su jocosidad y mensaje de esperanza, sabe que gana más no haciendo campaña que pararse en la tarima sin nada más que decir: amén; en cuanto a Luis Eduardo Martínez, le parece mejor seguir con el tema de: alacrán tú, alacrán yo, alacrán somos todos y suspirar cuando en otrora "AD era un glorioso partido" y en el caso de Edmundo González su puesta en escena es muy chimburria, no solo porque María Corina lo lleva arriao, sino porque no inspira confianza ni ánimo como para uno creer que es candidato presidencial. Bueno, cada cual asume este compromiso de ser aspirante a la primera magistratura como mejor le parezca.
Cambiando el tema y para finalizar, el próximo jueves 27 de junio se celebrará el Día del Periodista, espero asistir a los actos pautados para ese día aquí en Acarigua, sin embargo creo que me voy a Turén a visitar a mi viejo amigo, colega y hermano Miguel D' Napoli, quien está de reposo médico por problemas con el colon.