El Arado y el Mar

Edmundo es la misma miasma, todo es una trampa caza pendejos

El capitalismo, viejo astuto que fue capaz de neutralizar a la clase obrera que un día tuvo ínfulas de ser su sepulturera; el capitalismo, que pudo derrotar a los balbuceos socialistas, aprendió lo que los revolucionarios aún ignoran: “La revolución es un asunto espiritual, de conciencia, antes de un asunto material”. Todo debe estar al servicio de ganarse el alma de las masas, el corazón antes del estómago.  Toda derrota revolucionaria, previamente es una derrota espiritual, la pérdida del alma colectiva.

Uno de los más eficaces instrumentos de dominación espiritual del capitalismo son las elecciones; de este punto se pueden escribir libros. Estas elecciones capitalistas, que ellos llaman democráticas, en todas sus fases, funcionan como un muro de defensa del sistema, desde la selección de los candidatos, el gasto en publicidad; constituyen una verdadera estafa, un opio de la voluntad popular. Hoy en Venezuela estamos en presencia de esta trampa capitalista, de su eficacia.

El artificio está montado. Hay dos candidatos principales, los dos capitalistas, uno desgastado, ya cumplió su papel. Al traicionar al Socialismo, perdió la mayoría heredada, es el creador de una crisis total en el país; debe ser renovado, el sistema así lo requiere. El otro, el renovador, continuador de la obra del primero, tiene la rara cualidad de ser bicéfalo, tiene dos cabezas, las dos son capitalistas con pretensiones de orden, honestidad, y otras cualidades electoreras, de esas que son habituales en los candidatos y no se cumplen. 

La trampa está funcionando, la masa sin dirigentes, por salir del nefasto gobierno del madurato, cae, como inocente pajarito en la trampa de edmundo y mariacorina, esa es su venganza, el voto castigo, el sistema sale fortalecido. Y se cumple así una vez más un éxito de la manipulación del opio electoral. Después, el nuevo gobierno se agotará y vendrá una nueva renovación dentro del sistema.

En la construcción de esta trampa cumple un papel importante la neutralización de la dirigencia disidente. Unos se neutralizan solos, por no tener horizontes estratégicos se pierden en recovecos tácticos y terminan apoyando a alguno de los candidatos capitalistas, lo hacen directamente sin ningún rubor, o lo hacen con disimulo, con una hoja de parra que no alcanza a cubrirles la vergüenza. Otros son víctimas de la feroz censura, la persecución, la calumnia, y de la credulidad de la masa, la misma de la que una vez se quejaba el Libertador.

La masa huérfana, colonizada en el inconsciente, por la costumbre, pastoreada por los valores de la clase dominante, para salir de la esclavitud que no percibe, que considera como natural, necesita de una vanguardia que conmocione, fracture, los barrotes espirituales, con el discurso valiente, respaldado por el ejemplo aleccionador, acción que sintetice el pensamiento, los valores, la textura de esa dirección. Esa vanguardia, tal como en Abril de 1810, o el 4 de febrero, establecerá así una conexión con el inconsciente colectivo y, ese día, comenzará el camino de la redención de la Patria. Empezará a resquebrajarse el cepo capitalista. Y viviremos otro intento de tomar el cielo por asalto, de concretar la utopía, y en ese empeño crecerá el humano.

¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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