El Arado y el Mar

El dilema existencial de María Corina y Edmundo: después del sábado, ¿qué?

Este par de uno, marimundo (que la política no respeta las matemáticas), se enfrenta a un dilema político: se intuyen como mayoría electoral dentro de la fatigada legalidad madurista. Esta legalidad, como es su naturaleza, se resiste a reconocer ese triunfo. Entonces, para certificar su condición de presidente electo, para hacer valer la mayoría percibida, deben derrumbar la legalidad, la misma donde buscan certificación. Este par, marimundo, está atrapado en la legalidad madurista, no tienen la audacia para dar el salto, reventar esa “legalidad” que ya no contiene, no expresa, a la realidad.  

El problema se traslada a la legalidad. ¿De dónde viene, quién la otorga, cómo se consigue? En definitiva, si entendemos que la legalidad emana del poder, el problema que hoy se dilucida, es una cuestión de poder, de disputa del poder; de crear una nueva legalidad, un nuevo poder que sustituya a la legalidad, al poder madurista agotado. El uso de la fuerza, saltar la legalidad de hoy. Y así, nos topamos con la esencia de la política: es la pugna alrededor del poder y en esa pugna, en última instancia, el factor decisivo es la fuerza.

Lo anterior explica la conducta de marimundo. No entiende que la misma legalidad madurista que le niega el reconocimiento le aplica la fuerza para impedir que la destruya, impide una nueva legalidad. Parece no entender que esa nueva legalidad no es posible por vías pacíficas.

La conclusión de todo este conflicto es clara: el madurismo, su legalidad, su poder, no puede ser superado por vía pacífica, todos esos caminos están bloqueados por la condición salteadora del pranato. No son tiempos de parsimonia, el pranato se despliega en toda su condición dictatorial, inédita mezcla de fascismo, con régimen carcelario, mafia sindical, política oportunista, pragmatismo. Frente a eso difícilmente será posible una salida pacífica.

Ahora, el madurato saldrá incólume, fortalecido, de todos los embates pacíficos. A cada intento pacífico, responderá con más represión. Más leyes que reflejen sus patologías, como esa contra el fascismo, o la contra el odio, o la de contra las redes, que son leyes que asustaría al propio benito mussolini.

Marimundo, con su posición fuera de la realidad, con la movilización del sábado, reafirmó que no tiene audacia para construir un nuevo poder, una nueva legalidad, para dar ese salto. Frente al vacío de poder creado por el madurismo agotado, en franco rumbo hacia un gobierno, mezcla de dictadura tipo cono sur, con arrebato de pran carcelario. Nosotros proponemos: enfrentado a la legalidad del pranato madurista, opuesto a su unidad civil-militar-policial, unidad Civil-Militar-Humanista-Socialista-Chavista. Esta debe ser germen creador del nuevo poder, de la nueva legalidad. Así tendremos completo el instrumento para salir del pranato madurista. Uno sólo de estos factores será ineficiente.

Se debe impedir que el vacío de poder, que la legalidad delincuencial del madurismo en decadencia, sea sustituido por alguna otra forma de dictadura capitalista.

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Toby Valderrama Antonio Aponte

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