El ambiente político está intencionalmente confuso. La confusión política es terreno propicio para el avance de los enemigos de la vida, destructores de las relaciones sociales humanas, de los verdugos del pueblo humilde mil veces preterido.
Ocultar la estrategia es el principal componente de la confusión política, de esta manera privan a los movimientos políticos, a las personas, de objetivo, de rumbo. No saben hacia dónde se dirigen, y como nos decía Ali Rodríguez, Fausto: "un barco que no sabe a cuál puerto se dirige, ningún viento le es favorable". Y podemos añadir nosotros: da bandazos increíbles. En estas condiciones, no hay definiciones, no hay límites. Alguien puede disfrazarse de cualquier cosa: se dice de izquierda y allí caben desde el oportunista avezado, hasta el ingenuo que es alimento de sus carniceros y no lo sabe. O cuando las circunstancias se prestan se disfraza de chavista, como lo hizo el madurismo asustado por la falta de apoyo en las elecciones del 28 de julio; aunque su gestión es francamente capitalista, es todo lo contrario del pensamiento chavista. O lo que es peor, apoyar a edmundo sin que les dé la mínima vergüenza.
Sin estrategia la política se convierte en un tacticismo: batallas menores que ocultan el rumbo, hojas de parra que pretenden tapar lo inocultable. La batalla principal no se ve.
¿Cuál es la batalla principal, que pretenden ocultar?
Estamos, como diría Walter, "en pleno desarrollo" de la principal batalla que se haya escenificado en este país, y sin duda en el mundo en los últimos cincuenta, setenta años. Se está decidiendo el destino de la humanidad, se resuelve si es posible una organización social diferente al capitalismo suicida, o si la humanidad llegó al fin de la historia, que es el fin de sus días. Estamos en el medio de la batalla final del Capitalismo enfrentando al Socialismo, al camino de Chávez. Y esta batalla, justo es decirlo, la está perdiendo el Socialismo, la está perdiendo el Comandante Chávez. Contra Chávez, su camino al Socialismo, se confabulan todas las fuerzas capitalistas en sus variadas versiones, desde el madurismo hasta la izquierda dócil, y por supuesto la derecha gringa. Pretender volver a la cuarta república, y de no conseguirlo, lo harán por intermedio de un dictadura dura.
Es necesario, para comenzar a vencer, disipar la confusión: la primera claridad debe ser entender, que esto no es una simple batalla política local, no, aquí se decide el destino de la Humanidad, se demuestra que el Socialismo es posible, que no todo está perdido, hay un puerto hacia dónde dirigirse; o, derrotado definitivamente el ensayo socialista, el planeta queda en manos de los milei, de los mariacorinos, de los maduristas, impulsores del capitalismo que lleva a la Humanidad a la extinción en medio de mil penalidades. Y desde esta claridad se ilumina la estrategia: Somos Chavistas, Socialistas, Humanistas, contra la lógica del capital, hacia allá vamos,
Es necesario recomponer las fuerzas chavistas, organizar la resistencia, pasar a la ofensiva. Y hacerlo ¡Ya!, el tiempo se agota, las fuerzas antisocialistas, antichavistas, se mueven, con diversos camuflajes: aparecen comunicados en las redes; el madurismo afina sus ráfagas de mentiras, todos centran la pelea en lo electoral. Lo que está ausente de la batalla es el Socialismo, es Chávez. Es necesario que el Comandante entre en combate. Regresan los tiempos de la Batalla de Carabobo. Aquí les dejamos la Diana Carabobo, para que se anime nuestro espíritu patriota. …https://youtu.be/Nt_Mo6Ty6gk
¡CHÁVEZ VOLVERÁ!
