El capitalismo es un sistema, el imperialismo es la fase superior del capitalismo. Este sistema se despliega sobre la humanidad en varias cofradías: el capitalismo gringo con su comparsa europea, los llamados Brics, el Japón. De esta manera, el capitalismo, los imperialismos copan a la humanidad. Todos mantienen sobre la humanidad el sistema de explotación del hombre por el hombre, la depredación desenfrenada de la naturaleza, la competencia feroz entre los bloques y entre los humanos. Esos son los signos de los tiempos.
El capitalismo, esa es su naturaleza, es un sistema agresivo con el ambiente y con el humano. El lucro es su divisa, por encima de cualquier otra consideración, la competencia es su divisa, disputa mercados, materias primas, tecnología. El humano en el capitalismo es una pieza de esa gran maquinaria de producir ganancias, está confinado a su condición de mercancía y de consumidor.
La humanidad sumergida en el sistema capitalista, corre el peligro de su extinción: puede ser por la destrucción del medio ambiente necesario para la vida, o por una guerra atómica. Los dos peligros están latentes, envían señales que la humanidad, sus líderes, sus gobernantes, ocupada en las pequeñeces de sus mezquinos entornos no perciben. En Ucrania se habla de guerra nuclear, y el Brics se reúne en Rusia para hablar de mercados y socios. En Gaza la humanidad da muestras de todo lo autodestructiva que puede ser, y el mundo voltea para otro lado. Los países se apertrechan de armas cada vez más destructivas, y los gobernantes se preocupan por una cesta de dinero, por desbancar al dólar. ¿Qué falta hace la voz de un Chávez, de un Fidel?
Este ambiente de mal augurio se agrava con la mediocridad de los gobernantes, meros instrumentos pasivos de la lógica del capital. Meras personificaciones del capital. Engañados y engañadores de la idea de que si al capitalismo le va bien, también le va bien a la humanidad.
Ahora entendemos la importancia de Chávez, un gobernante que alertó sobre el camino de la humanidad, cuando advirtió:
"Estamos acabando con el planeta, tenemos que salvar la vida en el planeta para las futuras generaciones, para los próximos 500 años, los próximos 1.000 años, miles de años, no podemos acabar con la vida de nuestros descendientes y del planeta"
"...socialismo o muerte, pero muerte de verdad de la especie humana, y muerte de la vida en el planeta Tierra, porque el capitalismo está acabando con el planeta, el capitalismo está acabando con la vida en el planeta, el capitalismo está acabando con el equilibrio ecológico del planeta"
Entendemos la importancia de Fidel que nos previno: "una especie está en peligro de desaparecer". Y entendemos el tremendo daño que hizo la traición a Chávez, el extravío de la construcción del Socialismo, de una alternativa al capitalismo unánime. Dejar el camino de Chávez, lo que hizo el madurato, es una acción de lesa humanidad, la historia los condenará.
Queda claro la tarea que hoy enfrentan los revolucionarios, los humanistas: se trata, no de un asunto menor que pueda resolverse en la lucha política menuda, la de los políticos capitalistas, al contrario, se trata de la salvación de la humanidad, de la única manera que eso es posible, retomando el camino de Chávez, de la construcción de un ejemplo Socialista que señale el rumbo de la superación del capitalismo, un gobierno que sea el centro de la formación de un verdadero polo alterno al capitalismo, ¡Socialista! diferente a la rapiña de la naturaleza y de la fuerza de la sociedad. Esa es la tarea.
Se debe seguir y defender el ejemplo de Chávez, es criminal dejar que esa posibilidad de salvación se pierda en el olvido, en la deformación de sus enemigos, los de la derecha gringa y los del madurato falsificador.
¡CHÁVEZ HUMANIDAD!
¡BASTA DE BLOQUES EMBAUCADORES, FORMEMOS EL POLO SOCIALISTA!
¡VENGA TEMPESTAD!