Antecedentes
Antonio
Gramsci [1] (1891-1937), antes de su secuestro y durante
su larga prisión de 11 años que lo condujo a la muerte, produjo una
inmensa cantidad de material bibliográfico, que no ha sido evaluado
en su justa dimensión. Elaboró, estudió y reformuló una serie de
conceptos, que resultan actuales. Uno de esos conceptos que abordó
Gramsci es el de Sociedad Civil, tan de moda en Venezuela y que prácticamente
ha sido secuestrado por la derecha para designar a todas aquellas “organizaciones”
cuyo único fin es el derrocamiento por vías extraconstitucionales
(pacíficas y no pacíficas, violentas y “no-violentas”) del gobierno
del presidente Hugo Chávez.
La mayoría de esas
“organizaciones” son grupos de personas que en su gran parte reciben
financiamiento directo del gobierno de los Estados Unidos, según lo
ha documentado y difundido ampliamente Eva Golinger [2], y que ha evidenciado el carácter transnacional
de tales “ideas”.
Pero me dedicaré a
exponer el concepto de sociedad civil según Gramsci. En este caso como
en otros, parte de los conceptos previos expuestos por Adam Ferguson [3], Thomas Hobbes [4] y John Locke [5], cuyas formulaciones han evolucionado hasta
el día de hoy para entender el concepto de Sociedad Civil, visto desde
el punto de vista neoliberal. Como estamos en época de debates, bueno
es tratar de ir al fondo del asunto.
Georg Wilhelm Friedrich
Hegel [6]
-mejor conocido como Hegel , a secas- en su obra “Principios de la
Filosofía del Derecho [7] a partir de las exposiciones hechas por sus
antecesores, pone énfasis en el aspecto ético “…
la Sociedad Civil arranca al individuo de este
lazo, aleja unos de otros a los miembros de ese vínculo y los reconoce
como personas autónomas”. Y aún la persona una vez llevada al nuevo
contexto de la SC se torna hijo de ella,
“la cual tiene tantas pretensiones respecto a él, como derechos tiene
él respecto a ella”. Hegel,
piensa en el ámbito en que las personas se desenvuelven con sus capacidades
privadas, pero coincidirían en un proceso que conduciría a hacer causa
común con los fines del Estado. Así, la sociedad civil organizada
en sus asociaciones, comunidades y corporaciones constituidas mantienen
una “conexión política”, mediante las cuales interactúan con
el Estado.
Carlos Marx [8] por su parte en su obra “Crítica de la
filosofía hegeliana del Derecho” [9], donde sostiene que si en Hegel el Estado
era el sujeto “por excelencia”, y la Sociedad Civil su predicado,
su consecuencia. La realidad muestra que es todo lo contrario, y que
el sujeto se busca en la Sociedad Civil, y Marx cree que estaba compuesta
por la familia, los estamentos y clases sociales, la relación de los
medios de producción, los procedimientos de la distribución, y las
condiciones generales que hacen a la existencia misma de la sociedad
y las actividades específicas del hombre.
Posteriormente en el
prólogo de su obra “Contribución a la Crítica de la Economía Política” [10],
asienta que “…
la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la Economía Política”, en concordancia con su forma de pensar referente
a las condiciones materiales de existencia que determinan las interrelaciones
entre lo jurídico y las formas del Estado. De allí que de acuerdo
al nivel de desarrollo económico que haya alcanzado una sociedad, se
corresponde una determinada forma de constitución social y que “…
a una determinada sociedad civil, corresponde un determinado Estado
Político…”.
¿Qué opinaba Gramsci
de la Sociedad Civil?
Después de 70 años
de su muerte, sepultado físicamente por el fascismo y espiritualmente
por sus propios camaradas (compagni), ignorado por quienes deberían
exhumarlo ideológicamente, Gramsci como Frida Kahlo y el Che Guevara,
gozan de muy buena salud. Tan buena es que hasta comercialmente han
sido utilizados. En lo que a Gramsci concierne, ha sido secuestrado
nuevamente, esta vez por quienes se dedicaron a hacer de su figura un
culto en el Instituto Gramsci de Roma, presidido por Giuseppe Vacca,
quien lo considera un “liberal”, adosándoselo como bagaje ideológico
al Partido Democrático de la Izquierda (PDS) constituido por renegados
del antiguo Partido Comunista Italiano (PCI) [11]. Hay que recordar siempre que Gramsci era
comunista, marxista, revolucionario militante, pensador y filósofo,
fue además uno de los fundadores del Partido Comunista de Italia (PCd’I)
que surgió de una escisión del viejo Partido Socialista; así que
hay una distancia muy grande entre un “liberal” y un “comunista”.
Gramsci en sus “Cuadernos
de la Cárcel”, le atrae el término de Sociedad Civil, lo estudia
y analiza con otros conceptos originales como “sociedad política”,
“hegemonía” o “filosofía de la praxis”. Según Gramsci la
Sociedad Civil está ubicada en la superestructura de la sociedad, mientras
que Carlos Marx la ubicaba en la estructura. No existe pues, diferencias
frontales entre sociedad civil (escuelas, sindicatos, iglesias, medios
de comunicación de masas, etc.), que a su entender son “órganos
vulgarmente considerados privados”, y por la otra parte el concepto
de sociedad política.
Gramsci, dice que la Sociedad Civil es “donde se forma la voluntad colectiva, se organiza el convencimiento y la adhesión de las clases subalternas”. Es decir, que no se concibe la existencia plena de la sociedad civil, sin que esté presente una sociedad política, que es el Estado-Gobierno, es decir, el aparato gubernamental que funciona con leyes y aparatos de represión (cuerpos de seguridad del estado, policías, fuerzas armadas, etc.) y ejerce control sobre los medios de comunicación de masas, la educación, la jerarquía eclesiástica y en general, sobre la ideología que reproduce y que conviene al sistema.
Como antes lo hiciera Hegel, el contenido ético es fundamental en el
concepto de Sociedad Civil en Gramsci, al resaltar la importancia que
tiene la educación. Para conquistar el poder, los revolucionarios deben
consensuar con la Sociedad Civil, porque aquí se encuentra el lugar,
precisamente, donde acontecen las batallas políticas. La hegemonía
de la clase gobernante, se apoya en los partidos políticos, en los
medios, en la Iglesia, pero para ello se hace necesario el concurso
de la Sociedad Civil. La hegemonía está presente cuando la clase dominante
también es dirigente.
Consideraciones
teóricas sobre la Sociedad Civil
El problema de los
revolucionarios en Venezuela, es que no hemos leído debidamente a Gramsci,
ni verdaderamente a Marx, reservándose esas ideas como fórmulas sacramentales
prescriptas sólo a las cúpulas dirigentes, que las interpretaban y
digerían a su antojo, sin importarles que las masas dominadas tuvieran
acceso, aun hoy, a las extraordinarias fuentes de conocimiento filosófico
preexistente. Lo más cercano que había al alcance era lo que se difundía
y se difunde, día tras día, a través de los medios de comunicación
sobre lo que significa el término de sociedad civil, que es un discurso
netamente de derecha
A través de la Sociedad
Civil se busca el cambio revolucionario y de transformaciones profundas
en las estructuras de la sociedad, pero como paso previo hay que demostrar
el carácter ilegítimo de la clase gobernante en el poder, su
falta de consenso y la imposibilidad que ésta tenía para representar
los verdaderos intereses nacionales. Se necesita entonces, como alguien
dijo, “de desvestir a la clase gobernante”. Gramsci nunca fue ambiguo,
pero generalmente es citado fuera de contexto, dándose el caso de que
las mismas clases dominantes que han sido apartadas del poder, como
ha sucedido en Venezuela, pueden recurrir a Gramsci para intentar recuperar
el terreno perdido, o como hacen en Italia, para justificar la traición
a las verdaderas tradiciones revolucionarias.
Para Gramsci, la Sociedad
Civil es pluralista, multiforme, allí en su seno se producen permanentes
choques internos por la hegemonía y la contra-hegemonía, ella misma
elabora su propia ideología y la propaga.
La Sociedad Civil como
expresión de la pluralidad de clases sociales, de diversa índole y
características, busca construirse como otro poder y hacerse con el
gobierno desde abajo, para establecer un equilibrio de fuerzas entre
gobierno y sociedad, de manera que gobierno y estado, representen y
gobiernen de acuerdo a los intereses de todas las clases sociales y
no de una sola.
Llega el momento en
que se produce una crisis –no importa la magnitud- entre Sociedad
Política y Sociedad Civil, que tiene lugar cuando en esa crisis la
clase gobernante ha llegado, digamos, al máximo de ebullición, y en
lugar de acrecentar su influencia ésta se desperdiga, está imposibilitada
de absorber a aquellos factores que puedan contribuir a su fortaleza,
sino que de la misma se producen desgarramientos que la debilitan, la
aletargan. Este proceso no es simétrico, matemático o algebraico.
Al contrario, es un proceso sinuoso, largo, impredecible, donde confluyen
diversas influencias y se presentan eventos con variables difíciles
de controlar o asimilar. Cuando la crisis deriva o adviene en orgánica,
se produce una ruptura entre los filamentos que mantienen la ligazón
estructural. Eso fue lo que ocurrió a finales de la década de los
noventa en Venezuela, con la particularidad de que se produjo un consenso
entre las mayorías nacionales que hizo posible que se despalancaran
las puertas que conducían a esta revolución.
Ello condujo tambien
a una resistencia por parte de las clases dominantes, y la verdadera
Sociedad Civil se fue conformando como una verdadera fuerza que combatía
la hegemonía de las clases dominantes. Si bien el concepto de Sociedad
Civil proviene de fuentes liberales, como Locke, Hobbes, Ferguson y
el mismo Hegel; para Gramsci, nunca se puede entender que sea contrarrevolucionario,
por el contrario, es un concepto que debe ser rescatado por la teoría
marxista, para poder tener una visión de conjunto de los problemas
nacionales y trazar la estrategia adecuada para los fines de la revolución.
Por muchos años, la
derecha neoconservadora a nivel mundial ha explotado el concepto de
Sociedad Civil como heredero del pensamiento clásico liberal, lo que
es totalmente falso, pues nada tienen que ver con eso. Menos aún a
las ideas expuestas por Gramsci en sus “Cuadernos de la Cárcel”.
Para Gramsci la sociedad civil es, ante todo, un instrumento para el
análisis de la realidad social, de por sí muy difícil, pero muy útil
si se le usa con cordura y honestidad.
NOTAS
[1] Antonio Gramsci: Biografía. José María Laso Prieto.
[2] Eva Golinger vs. María Corina Machado, en Soberanía:
http://www.soberania.org
Según la autora del Código Chávez, uno de los frentes es el financiero, expresado en el financiamiento de la oposición; el segundo, es el diplomático. Y el último, la clasificación que impone sanciones por no cooperar contra el terrorismo
http://www.rnv.gov.ve/noticias
Eva Golinger:"El gobierno estadounidense continuará sus esfuerzos para derrocar a Chávez", en La Fogata:
http://www.lafogata.org
[3] Francisco Vega Méndez: “La Sociedad Civil en la concepción de Adam Ferguson”
http://www.cholonautas.edu.pe
[4] Tomas Hobbes, perfil biográfico en Cibernous:
http://www.cibernous.com
Historia de la Filosofía en Webdianoia: La Filosofía de Hobbes
http://www.webdianoia.com
[5] John Locke: Biografía
http://www.biografiasyvidas
Felipe Jiménez: “Lecciones sobre John Locke”:
http://www.filosofia.net
[6] Semblanza biográfica de Hegel en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki
[7] Resumen de los “Principios de la Filosofía del Derecho” de Hegel
http://www.nodo50.org/dado
[8] Sobre Carlos Marx, su vida y obra, consultar en “Marxist Internet Archive”:
http://www.marxists.org
[9] Introducción a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel:
http://www.cimm.ucr.ac.cr
[10] Recomendamos la lectura de un trabajo de Engels sobre
“Carlos Marx. Contribución a la crítica de la Economía Política”
http://www.ucm.es/info/bas/es
[11]
Declaraciones de Giuseppe Vacca (en italiano) en You Tube: http://it.youtube.com/watch?v
BIBLIOGRAFIA:
[1] Antonio Gramsci: Quaderni del Carcere, Einaudi, Torino
[2] Antonio Gramsci: Lettere dal Carcere 1926-1937 (1947)
Ed. Sellerio, Palermo 1996. La nuova diagonale.
[3] Antonio Gramsci: El Materialismo Histórico y la Filosofía de Benedetto Croce (traducción de Isidoro Flambaum), Nueva Visión, 1973,
[4] Antonio Gramsci: Pasado y Presente, edición española de Granica, Buenos Aires, 1977
[5] Antonio Gramsci: Los intelectuales y la organización de la cultura, (traducción de Raúl Sciarreta) Nueva Visión, 1984.
[6] Marina Paladini
Musitelli: Introduzione a Gramsci, Laterza, Bari, 1996
Contacto con el autor:
Internet: Omar Montilla
www.lapaginademontilla.blogspot
Correo: omar1montilla@gmail.com