Alienación Económica

Veamos lo dicho por Marx, con respecto a la alienación económica

“La división de la sociedad en clases sociales no es un fenómeno natural sino una construcción histórica Esta construcción tiene su origen en la injustificada apropiación, por parte de unos pocos, de los medios de producción. En las sociedades de clases, la mayoría oprimida y explotada trabaja para la minoría dominante, que le devuelve sólo una parte de la riqueza que su trabajo genera (lo mínimo para garantizar su subsistencia y reproducción) y se apropia del resto ("plusvalía"). “

Primero existe la alienación económica, un grupo es el que tiene los medios de producción, son ellos los que tienen la pauta en el comportamiento económico, una sociedad dividida en clases, la mayoría oprimida, dos tipos de opresión: psicológica y física. Esta mayoría oprimida trabaja para esa minoría dominante. Esta alienación es el origen de todos los conflictos, de todos los fenómenos sociales. La agresión de este grupo dominante es total en todas las esferas de la conciencia, le devuelve lo mínimo para su subsistencia. Son inferiores, no se lo dicen, algo peor, se lo hacen sentir y esta multitud que genera la verdadera riqueza, vive su vida en forma precaria, por años trabajando en las mismas labores sin estímulos ni salidas, sus hijos crecen con ese síndrome de la exclusión y el dolor.

Feuerbach escritor nacido en Landshut(Alemania) en 1804. Estudió teología en Berlín. En esta misma ciudad fue discípulo de Hegel Estudió profundamente la alienación producida por la religión.

La explicación de Feuerbach, que presenta la alienación religiosa como un momento en el camino del hombre hacia el logro de su autoconciencia, resulta inaceptable para Marx. Si las cosas fuesen como afirma Feuerbach, el problema religioso se superaría con la sola toma de conciencia de que lo que se ha adorado bajo la forma de Dios no es sino el ser del hombre idealizado.

Feuerbach arranca de la autoenajenación religiosa, el mismo hombre se aliena, se desdobla en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Lo que pretende Feuerbach consiste en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal. No advierte que, después de realizada esta labor, queda por hacer lo principal. En efecto, el que la base terrenal, su mundo real, se separe y se plasme en las nubes como reino independiente, sólo puede explicarse por el propio desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal consigo misma. Por tanto, lo primero que hay que hacer es comprender ésta en su contradicción y luego cambiarla eliminando la contradicción.

Es algo más grave, para Marx, la alienación y todos los problemas residen en la economía, la injusta distribución de bienes y capital. No es un transito este tumor de la religión, crear dioses, esperar mundos utópicos, no es un camino que debe transitar la humanidad para llegar a otros senderos de liberación. Si existiera justicia verdadera, distribución equitativa, no existiría la alienación de la religión. No se disociaría el ciudadano buscando una justicia celestial que no encuentra en su realidad práctica, en su vida de relaciones cotidianas. Esta búsqueda la consigue en los dogmas, la religión está hecha para eso precisamente, para anular al ciudadano, no lo libera, no lo estimula a pensar, razonar y vivir, tan sólo le da los elementos para su cautiverio, le entrega sus cadenas y se las coloca sabiamente. Por años tendrá esa vida y la mirada perdida de los presos, conforme con su situación. Así, para Marx, el problema radica en lo económico, en Feuerbach es tan sólo un transito obligado de la humanidad.

Alienación religiosa

“La alienación religiosa es una alienación de segundo grado. Expresa en forma de teoría justificativa lo absurdo del mundo que la hace nacer.” La alienación religiosa tiene su origen en la alienación económica y no podrá superarse mientras no se supere ésta. “La lucha contra la religión es la lucha contra aquel mundo cuyo aroma espiritual es la religión. La miseria religiosa, es, por una parte, la expresión de la miseria real y, por otra, la protesta contra ella. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”.

La religión sigue siendo el opio de los pueblos, nada ha cambiado, no nos engañemos, los dogmas están en contra de la verdad, del ciudadano, en contra de su liberación. Recuerdo a Lennon cuando afirmaba en Imagine “imagínate un mundo sin religiones”

Lo explica claramente Marx, es bueno recordarlo ahora en una sociedad que pretende ser socialista, introduciendo como soporte de ella la religión, todo el poder de la Iglesia Católica, incrustada más que nunca en ella, que contradicción con todos los conocedores sobre socialismo. Es como convivir un Sistema informático con su virus, ni siquiera espera ser contaminado, tan sólo viven los dos simultáneamente. ¡Que barbarie!

No le aseguro ningún éxito a este ensayo socialista.

sedelu@hotmail.com


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Sergio Delgado


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