Nada me ha atraído
tanto como las vidas y las obras de Antonio Gramsci y de Pier Paolo
Pasolini. Muchos amigos, con una mezcla de sorna y desdén no concebían
mi admiración por estos personajes, argumentando que había otros quizá
más interesantes e influyentes que éstos, que humildemente yo mostraba
en mi vitrina. Quizá tenían razón, pero ese no era el motivo que
justificaba mis preferencias, ahora mismo no lo sé plenamente, pero
quizá me atrajo algo que los unía: en la vida y en la muerte fueron
perseguidos. Y lo trágico no fue la muerte física de ambos, sino la
saña conque las mismas se produjeron y en circunstancias muy diversas.
Mas curiosidad sentí
por ambos personajes cuando se unieron frente a mí cuando leí a Pasolini
en su obra “Las Cenizas de Gramsci” [1]. Lo esencial de esa obra, es que le permitió
encontrar a Pasolini un código para entender a Gramsci y comunicarse
con él, pero a la vez muestra cierta incapacidad para responder con
certeza a las preguntas, a las interrogantes, a las solicitudes que
le hace Gramsci. El mismo Pasolini piensa, y lo dijo públicamente,
que en lo que concierne a la cuestión intelectual existe también una
continuidad objetiva entre su experiencia literaria y el pensamiento
gramsciano relativo a un cierto tipo de cultura comunista, a un tentativo
de encontrar un punto común entre la inteligencia y la voluntad.
Pasolini se describe
así: “He nacido [2]
en una familia típicamente representativa de la sociedad italiana,
un auténtico producto del cruce… un producto de la Unidad de Italia.
Mi padre procedía de una antigua familia noble de la
Romagna; mi madre, en cambio, viene de una familia de campesinos friulanos
que con el tiempo, poquito a poco, han subido a la categoría pequeño
burguesa.”
Por ser un admirador
profundo del pensamiento de Antonio Gramsci, a quien se intentó silenciar [3],
Pasolini le dedicó lo mejor de su obra literaria, y como su “maestro”,
fue siempre un contestatario y un trasgresor, no sólo ante los dogmas
de la iglesia católica, sino también ante los que había adoptado
el marxismo. Pero es el cine y el teatro, hay que reconocerlo, los medios
ideales para la expresión artística de Pasolini, cuyas angustias las
tradujo en imágenes y crudos diálogos tal como lo hizo en la primera
de sus películas, una obra maestra del cine italiano: “Accatone”.
Vivió sin perjuicios
su homosexualidad como parte de su propia poética. Pasolini producirá
toda una serie de largometrajes, como “Mamma
Roma”. En “El
Evangelio según San Mateo”,
con un guión de
extraordinaria calidad, encuentra en la fotografía el cenit de esta
obra. La composición y la realización de esta obra maestra han sido
producto de una gran minuciosidad en los detalles, recordándonos, cuando
desfilan ante nuestros ojos, a muy conocidos cuadros de pintores renacentistas
italianos.
Otra
obra no menos tentadora que la anterior es “Medea”.
Siendo Pasolini un poeta, no le es difícil pensar a través de las
imágenes, para abordar con rigor el ancestral mito griego que motivó
una de las máximas tragedias de Eurípides. Como si fuera poco está
protagonizada esta película por la legendaria cantante María Callas;
Giuseppe Gentile, Máximo Girotti y el francés Laurent Terzieff.
En "El
Decamerón", que con "Los Cuentos de Canterbury” (I racconti di Canterbury)" y "Las mil y una noches” (Il fiore delle Mille e una notte) forman
la "Trilogía de la Vida", inspirada en la obra de Giovanni
Boccaccio. Con esta película, se proponía expresamente recuperar el
lado humorístico y natural del sexo, echando por tierra los tabúes
que suele llevar a cuestas.
“Teorema” le produjo a Pasolini las más feroces críticas,
tanto de la derecha que le disgustaba como presentaba el tema
de la sexualidad, como de la izquierda que lo creía reaccionario, con
el convencimiento de que se había convertido en un místico. Como en
todos los lenguajes, los códigos no son fáciles de descifrar, creo
que la intención del autor era retratar la forma cómo la burguesía
italiana de su momento estaba perdiendo su identidad nacional.
Mi intención en esta
breve crónica no es la de hacer una crítica de la obra cinematográfica
de Pasolini [4] –tarea muy laboriosa-, sino la de interesar
a quienes me lean e intentar acercarlo a su quehacer diario. Cuando
llegué a Italia en 1976, a sólo unos meses de haberse producido el
asesinato de Pasolini [5] me tocó vivir el drama de su muerte continuada,
día a día, y que se prolonga hasta el día de hoy. Allá como aquí
se pueden justificar crímenes, atrocidades, golpes de estado, alegando
siempre dudosas razones. En Italia, el mismo acusado del crimen adujo
en su descargo razones “morales”, por las supuestas proposiciones
sexuales que Pasolini le habría hecho.
Nada me ha atraído
tanto como las vidas y las obras de Antonio Gramsci y de Pier Paolo
Pasolini. Muchos amigos, con una mezcla de sorna y desdén no concebían
mi admiración por estos personajes, argumentando que había otros quizá
más interesantes e influyentes que éstos, que humildemente yo mostraba
en mi vitrina. Quizá tenían razón, pero ese no era el motivo que
justificaba mis preferencias, ahora mismo no lo sé plenamente, pero
quizá me atrajo algo que los unía: en la vida y en la muerte fueron
perseguidos. Y lo trágico no fue la muerte física de ambos, sino la
saña conque las mismas se produjeron y en circunstancias muy diversas.
Mas curiosidad sentí
por ambos personajes cuando se unieron frente a mí cuando leí a Pasolini
en su obra “Las Cenizas de Gramsci” [1]. Lo esencial de esa obra, es que le permitió
encontrar a Pasolini un código para entender a Gramsci y comunicarse
con él, pero a la vez muestra cierta incapacidad para responder con
certeza a las preguntas, a las interrogantes, a las solicitudes que
le hace Gramsci. El mismo Pasolini piensa, y lo dijo públicamente,
que en lo que concierne a la cuestión intelectual existe también una
continuidad objetiva entre su experiencia literaria y el pensamiento
gramsciano relativo a un cierto tipo de cultura comunista, a un tentativo
de encontrar un punto común entre la inteligencia y la voluntad.
Pasolini se describe
así: “He nacido [2]
en una familia típicamente representativa de la sociedad italiana,
un auténtico producto del cruce… un producto de la Unidad de Italia.
Mi padre procedía de una antigua familia noble de la
Romagna; mi madre, en cambio, viene de una familia de campesinos friulanos
que con el tiempo, poquito a poco, han subido a la categoría pequeño
burguesa.”
Por ser un admirador
profundo del pensamiento de Antonio Gramsci, a quien se intentó silenciar [3],
Pasolini le dedicó lo mejor de su obra literaria, y como su “maestro”,
fue siempre un contestatario y un trasgresor, no sólo ante los dogmas
de la iglesia católica, sino también ante los que había adoptado
el marxismo. Pero es el cine y el teatro, hay que reconocerlo, los medios
ideales para la expresión artística de Pasolini, cuyas angustias las
tradujo en imágenes y crudos diálogos tal como lo hizo en la primera
de sus películas, una obra maestra del cine italiano: “Accatone”.
Vivió sin perjuicios
su homosexualidad como parte de su propia poética. Pasolini producirá
toda una serie de largometrajes, como “Mamma
Roma”. En “El
Evangelio según San Mateo”,
con un guión de
extraordinaria calidad, encuentra en la fotografía el cenit de esta
obra. La composición y la realización de esta obra maestra han sido
producto de una gran minuciosidad en los detalles, recordándonos, cuando
desfilan ante nuestros ojos, a muy conocidos cuadros de pintores renacentistas
italianos.
Otra
obra no menos tentadora que la anterior es “Medea”.
Siendo Pasolini un poeta, no le es difícil pensar a través de las
imágenes, para abordar con rigor el ancestral mito griego que motivó
una de las máximas tragedias de Eurípides. Como si fuera poco está
protagonizada esta película por la legendaria cantante María Callas;
Giuseppe Gentile, Máximo Girotti y el francés Laurent Terzieff.
En "El
Decamerón", que con "Los Cuentos de Canterbury” (I racconti di Canterbury)" y "Las mil y una noches” (Il fiore delle Mille e una notte) forman
la "Trilogía de la Vida", inspirada en la obra de Giovanni
Boccaccio. Con esta película, se proponía expresamente recuperar el
lado humorístico y natural del sexo, echando por tierra los tabúes
que suele llevar a cuestas.
“Teorema” le produjo a Pasolini las más feroces críticas,
tanto de la derecha que le disgustaba como presentaba el tema
de la sexualidad, como de la izquierda que lo creía reaccionario, con
el convencimiento de que se había convertido en un místico. Como en
todos los lenguajes, los códigos no son fáciles de descifrar, creo
que la intención del autor era retratar la forma cómo la burguesía
italiana de su momento estaba perdiendo su identidad nacional.
Mi intención en esta
breve crónica no es la de hacer una crítica de la obra cinematográfica
de Pasolini [4] –tarea muy laboriosa-, sino la de interesar
a quienes me lean e intentar acercarlo a su quehacer diario. Cuando
llegué a Italia en 1976, a sólo unos meses de haberse producido el
asesinato de Pasolini [5] me tocó vivir el drama de su muerte continuada,
día a día, y que se prolonga hasta el día de hoy. Allá como aquí
se pueden justificar crímenes, atrocidades, golpes de estado, alegando
siempre dudosas razones. En Italia, el mismo acusado del crimen adujo
en su descargo razones “morales”, por las supuestas proposiciones
sexuales que Pasolini le habría hecho.
Ese fue el calvario
que tuvo que soportar Pasolini después de muerto. Se trataba de justificar
su muerte porque era homosexual. Más tarde se comprobó que para perpetrar
ese crimen, intervinieron por lo menos 3 personas. Es decir, no fue
un crimen por razones morales, sino que se trató de una conspiración
para silenciar y privar de su talento a la cultura italiana y al mundo
de un cineasta, dramaturgo y poeta extraordinario. Dos días antes de
morir, Pasolini había escrito el discurso
que leería en el congreso del Partido Radical. Otra persona lo hizo
por él ante un auditorio silencioso y adolorido, que se electrizó
desde sus comienzos cuando diría:
En primer lugar,
quisiera justificar mi presencia. No estoy aquí en calidad de radical.
No estoy aquí como socialista. No estoy aquí como progresista. Estoy
aquí como marxista que vota por el [Partido comunista italiano] y que
ha depositado sus esperanzas en la nueva generación de comunistas.
Que confía en la generación de comunistas por lo menos como confía
en los radicales. Es decir, con esa dosis de voluntad e irracionalidad
y tal vez algo de arbitrariedad que permiten desplazar -un poco escuchando
a Wittgenstein- [6]
la realidad para poder razonar libremente. Por ejemplo, el
[Partido comunista] oficial declara que acepta, sine die, la praxis
democrática. Así pues, yo no debiera dudar. Por descontado, el
[Partido comunista] no se refiere con ello a la praxis democrática
codificada y convencionalizada por el uso durante los últimos tres
decenios, sino que se refiere, sin lugar a dudas, a la praxis democrática
entendida en la pureza original de su forma, dicho con otras palabras,
de su pacto formal. [7]
NOTAS:
[1] “Las Cenizas de Gramsci”, Editorial Visor,
144 págs. (Traducción de Antonio Colinas”). Hay una traducción
de Elena Tardonato Faliere en http://www.tardonato.com.ar
“Le ceneri di Gramsci”,
Editoriale Garzanti.
[2] Nacido en Bologna, de un padre militar y de
una madre maestra, será como su familia también un viajero siempre
en movimiento de una región a otra, donde apreciará y reconocerá,
desde muy niño, la influencia de la cultura popular y los valores estéticos
de las diversas lenguas y dialectos de Italia. Pasolini comienza en
el mundo de las letras como poeta y también incursiona en el periodismo,
que crece en medio del fascismo y en la crisis de la Segunda Guerra
Mundial. Como ensayista escribirá importantes cuadernos sobre la poesía
popular italiana y, también, sobre la poesía dialectal que, en su
infancia, era tan perseguida y silenciada en tiempos de Mussolini.
[3] “Debemos
impedir a este cerebro funcionar por veinte años”,
expresó Michelle Isgrò, Fiscal del Ministerio Público en el proceso
donde se juzgaba a Gramsci y a otros dirigentes comunistas italianos.
[4] Consultar la página especialmente dedicada a Pier Paolo Pasolini:
http://www.pasolini.net
http://www.pasolini.net
[5] Véase la breve reseña de la vida y de la muerte de Pasolini en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki
[6] Ludwig Wittgenstein nació en Viena en 1889, hijo de un próspero industrial del acero. En la casa paterna, Ludwig creció junto a sus siete hermanos, en un ambiente rico en estímulos culturales y artísticos. Brahms y Mahler, por ejemplo, eran huéspedes habituales de la familia. Véase la información completa en:
http://www.antroposmoderno.com
[7] El Escándalo radical, de Pier Paolo Pasolini:
http://www.radicalparty.org
Contacto con el autor:
Internet: “La Página de Omar Montilla”
http://lapaginademontilla
Ese fue el calvario
que tuvo que soportar Pasolini después de muerto. Se trataba de justificar
su muerte porque era homosexual. Más tarde se comprobó que para perpetrar
ese crimen, intervinieron por lo menos 3 personas. Es decir, no fue
un crimen por razones morales, sino que se trató de una conspiración
para silenciar y privar de su talento a la cultura italiana y al mundo
de un cineasta, dramaturgo y poeta extraordinario. Dos días antes de
morir, Pasolini había escrito el discurso
que leería en el congreso del Partido Radical. Otra persona lo hizo
por él ante un auditorio silencioso y adolorido, que se electrizó
desde sus comienzos cuando diría:
En primer lugar,
quisiera justificar mi presencia. No estoy aquí en calidad de radical.
No estoy aquí como socialista. No estoy aquí como progresista. Estoy
aquí como marxista que vota por el [Partido comunista italiano] y que
ha depositado sus esperanzas en la nueva generación de comunistas.
Que confía en la generación de comunistas por lo menos como confía
en los radicales. Es decir, con esa dosis de voluntad e irracionalidad
y tal vez algo de arbitrariedad que permiten desplazar -un poco escuchando
a Wittgenstein- [6]
la realidad para poder razonar libremente. Por ejemplo, el
[Partido comunista] oficial declara que acepta, sine die, la praxis
democrática. Así pues, yo no debiera dudar. Por descontado, el
[Partido comunista] no se refiere con ello a la praxis democrática
codificada y convencionalizada por el uso durante los últimos tres
decenios, sino que se refiere, sin lugar a dudas, a la praxis democrática
entendida en la pureza original de su forma, dicho con otras palabras,
de su pacto formal. [7]
NOTAS:
[1] “Las Cenizas de Gramsci”, Editorial Visor,
144 págs. (Traducción de Antonio Colinas”). Hay una traducción
de Elena Tardonato Faliere en http://www.tardonato.com.ar
“Le ceneri di Gramsci”,
Editoriale Garzanti.
[2] Nacido en Bologna, de un padre militar y de
una madre maestra, será como su familia también un viajero siempre
en movimiento de una región a otra, donde apreciará y reconocerá,
desde muy niño, la influencia de la cultura popular y los valores estéticos
de las diversas lenguas y dialectos de Italia. Pasolini comienza en
el mundo de las letras como poeta y también incursiona en el periodismo,
que crece en medio del fascismo y en la crisis de la Segunda Guerra
Mundial. Como ensayista escribirá importantes cuadernos sobre la poesía
popular italiana y, también, sobre la poesía dialectal que, en su
infancia, era tan perseguida y silenciada en tiempos de Mussolini.
[3] “Debemos
impedir a este cerebro funcionar por veinte años”,
expresó Michelle Isgrò, Fiscal del Ministerio Público en el proceso
donde se juzgaba a Gramsci y a otros dirigentes comunistas italianos.
[4] Consultar la página especialmente dedicada a Pier Paolo Pasolini:
http://www.pasolini.net
http://www.pasolini.net
[5] Véase la breve reseña de la vida y de la muerte de Pasolini en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki
[6] Ludwig Wittgenstein nació en Viena en 1889, hijo de un próspero industrial del acero. En la casa paterna, Ludwig creció junto a sus siete hermanos, en un ambiente rico en estímulos culturales y artísticos. Brahms y Mahler, por ejemplo, eran huéspedes habituales de la familia. Véase la información completa en:
http://www.antroposmoderno.com
[7] El Escándalo radical, de Pier Paolo Pasolini:
http://www.radicalparty.org
Contacto con el autor:
Internet: “La Página de Omar Montilla”
http://lapaginademontilla