Así pues, usted se preinscribió como candidato a militante del PSUV y ahora debe asistir a las reuniones de su batallón para ayudar a inventar el socialismo del siglo XXI y rechazar la hegemonía imperialista en nuestro país.
El propulsor a cargo de su grupo les dará instrucciones sobre las tareas que deben realizar. Aparte de algunas sugerencias básicas, todo lo demás queda por su propia cuenta …. ¿entonces, qué debe hacer?
Las damas, o mejor dicho, las compatriotas y camaradas, sobre todo las que proceden de la Clase Media Revolucionaria, en este caso más media que revolucionaria, deben vestirse con cierta modestia y no como para darle casquillo a las menos afortunadas. Lo conveniente es no usar trajes de Dior, Carolina Herrera o Lacoste, ni perfumes tipo Boucheron, Chanel Nº 5 y otras esencias, sobre todo si la reunión se realiza bajo una mata de mango, donde existe el peligro de atraer abejas que se sientan excitadas por el aroma irresistible.
Por lo demás, tampoco es necesario que los y las integrantes del batallón se vistan rojos rojitos, como si fueran ministros del gabinete en un Aló Presidente.
En cuanto a los hombres, no conviene que se lleven una “mulita” encaletada ni que bajen del vehículo una gavera llena de birras bien heladas. Pueden llevar agua potable, siempre y cuando alcance para repartir a la concurrencia.
Para descubrir a los infiltrados el director de debates podrá proponer, hecho el pendejo: “Los compañeros de partido pónganse de pie.” También podría preguntar: “¿Quiénes tienen a mano el teléfono de Aló Ciudadano?” Otra manera de detectarlos es si proponen que el batallón se denomine Pilín León, Maritza Zayalero o algo por el estilo.
Quienes tengan dotes oratorias se abstendrán de exhibirlas recitando poemas como La Leyenda del Horcón. Las intervenciones deben ser cortas, yendo directo al grano, siempre y cuando no se trate de un grano que esté escaso, como las caraotas, para evitar suspicacias.
Proponga el socialismo que más le guste. Por ejemplo, el socialismo a la sueca y, por no dejar, sugiera que se inviten algunas suecas dispuestas a enseñar todo lo que puedan.
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