Mahatma Gandhi, el Bhágavad Guita y la Constitución Socialista XXI

Cap 1 - Verso 39

Al acabarse la familia se termina

La tradición familiar eterna

Cap 1 - Verso 42

Por las faltas de estos destructores de familias

Que hacen que los hijos no deseados vengan

Los proyectos de la comunidad se terminan

Y las tradiciones familiares eternas

El Bhagavad Guita.

“No hay problema espiritual el cual el Bhágavad Guita no pueda resolver”

Mahatma Gandhi.

Religión y Política. (1)

Gandhi era una persona profundamente religiosa; recibió una fuerte influencia de tradiciones y creencias hinduistas, como la búsqueda del moksa (la liberación), el precepto jain de no dañar cualquier forma de vida, y la práctica de los votos al dominio de las pasiones para tener una vida ordenada y consagrada a Dios, sirviendo a los demás.

Sin embargo, la religiosidad de Gandhi es un proceso que fue construyendo a lo largo de sus experiencias en la busquéda de la verdad; nunca fue una creencia acabada. Esto lo llevó a tender lazos con otras religiones que consideraba tan verdaderas como la suya, sobre todo con la islámica y la cristiana. También desdeñó costumbres de su religión como la distinción entre castas que discriminaba a los parias o intocables, llamados por Gandhi harijans, hijos de Dios.

Gandhi no era un místico. Su relación con Dios era simple, si bien contenía un gran compromiso, pues para él Dios es la Verdad y para encontrarlo había que ser congruente en pensamiento, palabra-acción.

Política y religión significaban lo mismo para él: un medio y un fin que dignificarían la vida de todos los seres humanos a través de la lucha no violenta y de encontrar a Dios en cada uno de ellos, también en sus enemigos.

Gandhi no creía en el sistema político que se basa puramente en la estrategia de poderes, a través del intercambio de puestos o jerarquías que degradan el concepto esencial de política. Para él la política dignifica la vida individual y de los pueblos, crea vínculos y construye iguales posibilidades de realización para lograr la liberación.

“Espero no tener más política que la de la Verdad y la de la ahimsa, la no violencia. Incluso para asegurar la liberación de mi país y de mi religión, no aceptaría atentar en lo más mínimo contra la Verdad y la ahimsa.”

La experiencia de la religión para Gandhi no separaba a las personas de si mismas, y de las demás actividades que realizan, no creía en satisfacer ese vacío únicamente desde si mismo.

“En concreto, hay que consagrarse al servicio de los demás, ya que el único medio de encontrar a Dios es salir a su encuentro en su creación y no formar con ella más que una sola cosa”.

Un hombre que busca la Verdad es un hombre religioso, y no podía llegar al conocimiento pleno de la Verdad pasando por alto la opresión basada en mentiras en que vivía su gente.

“Por ello, mi devoción a la Verdad me llevó al campo de la política; y puedo afirmar sin el menor asomo de duda y con toda humildad, que aquellos que sostienen que la religión no tiene nada que ver con la política no conocen el significado de la religión”.

“Ir en contra de lo que existe y es verdadero es ir en contra de Dios. No conozco ningún pecado mayor que el de oprimir al inocente en nombre de Dios”.

La palabra ahimsa (no violencia o no hacer el mal) es la encarnación de un voto que supone la compasión y el evitar la destrucción de cualquier criatura, el tratar de salvarla y permanentemente intentar liberarse uno mismo de la espiral mortal de violencia. En otras palabras, ahimsa es ante todo un credo de ética personal que incluye verdad, amor, servicio, métodos y medios, el no hacer daño de obra o de palabra —aun al adversario—, tolerancia de las diferencias y la moderación en la persecución de las cosas materiales. Por otro lado, es una técnica para la prevención del conflicto entre razas, comunidades y países cuyas armas son el amor, la verdad y el sacrificio.

Se acuñó la palabra sadagraha (sat = verdad y graha = firmeza, búsqueda) para dar nombre al movimiento de resistencia en Sudáfrica, pero más tarde Mohandas Gandhi cambió este término por el de satyagraha que significa “la fuerza de la verdad” o “firmeza en la verdad” en lengua guajaratí. Además satyagraha es también un juramento ante Dios, un voto que implica el apegarse a la Verdad sobre todas las cosas, lo cual implica la desobediencia ante toda orden injusta y al mismo tiempo, la obediencia a la ley más importante de nuestra vida, la voz de la conciencia. De esta manera satyagraha es esencialmente un arma de la verdad. Desde entonces satyagraha es el término con el cual se designa la lucha sostenida por Gandhi, y que actualmente se identifica como “resistencia activa” o “no violencia activa”. Quienes hacen el voto de satyagraha son llamados satyagrahis. El satyagrahi está comprometido con la no violencia, ahimsa.

Gandhi estaba en contra de los métodos de explotación puestos en marcha por países capitalistas porque para él eran una manera de producción que generaba violencia pues acrecentaba el número de pobres y la pobreza era para Gandhi una circunstancia muy violenta.

“...Los hombres eran esclavos físicamente, hoy son convertidos en esclavos por la tentación del dinero y de los lujos que con él pueden comprarse. Hoy el valor del hombre se mide en dinero y su educación es una mercancía”.

No creía en la economía de libre mercado. Según Gandhi, “la verdadera economía... es para la justicia social, promueve el bien de todos sin distinción, incluido el más débil...”, es decir, una justicia social generada por una economía que manejaría el estado, donde los medios productivos pertenecieran a éste y funcionaran como cooperativas. Así el capital no se impondría “despóticamente al trabajador” pues “ los obreros son tan dueños de las fábricas como los accionistas, por ello, cuando los patrones se den cuenta de que las fábricas les pertenecen a los obreros tanto como a ellos ya no habrá divergencias entre unos y otros”. El deber de los trabajadores consistía en cuidarlas con el mismo fervor que un dueño a sus instrumentos de trabajo.

(1)- Extraido de Documentos S!PAZ org.

Bibliografía.

El Bhágavad Guita,

Gandhi, Mahatma, Mi socialismo, Buenos Aires, Ed. La Pleyade.

Gandhi, Todos los hombres son hermanos, Madrid, Sociedad de Educación Atenas.


arteawao2003@yahoo.es

Venezuela.





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