“Creemos pero no estamos realmente seguros, que la ley básica del Socialismo es la ley de la planificación, es decir, que por primera vez el hombre es capaz de comprender la ley de la historia y de cambiar la situación existente para crear una nueva sociedad. Este cambio no se realizará enseguida, pero iremos paso a paso hacia la nueva sociedad porque esta nueva sociedad es el producto de la conciencia, y desarrollo de la conciencia es la condición vital. Y el último punto: el desarrollo de la conciencia Socialista está en contradicción con el desarrollo de los incentivos materiales directos y los intereses individuales”.
El párrafo anterior son palabras del Che en una entrevista al periódico Vanguardia del Cairo en 1965 e ilustra su extraordinario desarrollo teórico, que lo llevó a la comprensión del período de transición. Este aporte marcó el rumbo para las futuras revoluciones.
Nos dice el Che: “la nueva sociedad es el producto de la conciencia” y añade con precisión, “y desarrollo de la conciencia es la condición vital”, este concepto constituye la tesis central de su pensamiento.
En la búsqueda de este objetivo el Che enriquece la teoría de la transición en países del llamado tercer mundo, podríamos decir que el Socialismo para el Che es: “el desarrollo de la conciencia del deber social”. En esa procura detecta las desviaciones que años después produjeron el derrumbe del Socialismo soviético, y ese desarrollo forjó al Pueblo cubano como reservorio moral y Socialista de la humanidad.
No se puede ser Socialista sin ser guevariano, y no se puede ser guevariano sin considerar el desarrollo de la conciencia social como condición vital.
La Revolución Bolivariana no puede dejar a un lado esta enseñanza, todas nuestras acciones deben tener como objetivo la elevación de la Conciencia del Deber Social. En ese camino elaboraremos nuestra teoría.
Para esto es necesaria la formación de Propiedad Social de los medios de producción, y con ella entrelazar los valores de la conciencia social. Ejemplifiquemos.
La fábrica de Harina de Maíz en Yaracuy, que es de Propiedad Social administrada por el Estado, es un gran paso socialista. Ahora debemos mostrar los beneficios de ese tipo de propiedad, difundir los nuevos valores que de allí se desprenden.
Cada fábrica Socialista que formemos debe ser una escuela de Socialismo, nido de trabajo voluntario, de una nueva relación entre los obreros, emblema de altruismo y de amor.
Los obreros petroleros, que tantas dignas batallas han dado, deben interiorizarse como destacamento de combate, de ejemplo del Hombre Socialista. El contrato colectivo que hoy discuten debe incorporar unas cláusulas socialistas ¡Que beneficioso para la marcha socialista sería que allí se incorporara el trabajo voluntario!
Comencemos a establecer las nuevas relaciones humanas, los estímulos deben ser colectivos, más que individuales. Los directivos de las nuevas empresas socialistas deben ser ejemplo de desprendimiento y entrega, deben ser ejemplo de primacía de los estímulos morales sobre los estímulos materiales.
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡A la Reforma, Sí!
¡Orden del Libertador para Los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
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