La tercera raíz ideológica nutre el árbol revolucionario (I)

El 1º de febrero de 1.817, en una pequeña casa de la población de Cúa, Estado Miranda, Venezuela, nace Ezequiel Zamora, hijo de un soldado del Ejército Libertador, Alejandro Zamora, y de Doña Paula Correa, eran seis hijos que quedan huérfanos de padre cuando Ezequiel tiene cuatro años; y con mucho sacrificio la familia puede sobrevivir como “blancos de orilla”. Ezequiel a duras penas puede hacer sus estudios de primaria, pero debido a su inquietud por obtener conocimiento, un cuñado europeo le enseña historia universal, geografía y sobre los movimientos revolucionarios de Europa, después un abogado amigo de la familia le orienta en filosofía, derecho romano e historia patria; inculcándole también los principios de igualdad y libertad. Ya adulto Ezequiel se va al Estado Guarico para comerciar con ganado, un poco después establece su negocio en el centro de la población de Villa de Cura, Aragua, y poco a poco hace buenas amistades; se va convirtiendo en un hombre a quien se considera respetuoso y respetado.

Por esa fecha aparece en Caracas un movimiento opositor al gobierno, este movimiento es comandado por Antonio Locadio Guzmán, director y fundador del periódico El Venezolano, quien poco después, 1.840, organiza el Partido Liberal. El panorama político y económico para la época estaba copado por los generales que venían de la guerra de Independencia, ellos son los grandes terratenientes y la nueva clase social que maneja el poder en el país; con José Antonio Páez a la cabeza. Guzmán, que en un principio había estado al lado de Bolívar, se va con Páez y juntos participan en la disolución de la Gran Colombia, sin embargo, cuando Páez ve que no necesita más de su ayuda rompe con él y es entonces cuando Guzmán pasa a promover el liberalismo y atacar verbalmente y a través de su periódico a los hombres que se encuentran en el poder. En 1846 Antonio Leocadio Guzmán se proclama candidato presidencial y Zamora, que se había acercado a él, se convierte en candidato para ser elector.

La situación política en el país se hace más conflictiva y llega a estar a punto de una convulsión, Páez y Guzmán pactan una reunión, pero en esos días se levantan en rebeldía los campesinos de la zona central del país y por eso la proyectada entrevista no se lleva a cabo. Debido al alzamiento, Páez es nombrado jefe del ejército y Zamora, informado de la forma despiadada como combaten a los amotinados, decide reunir un grupo de hombres y con ellos hacerles la guerra a los godos del gobierno en defensa de los pobres. El 7 de Septiembre se alza en Guambra y lanza sus consignas de “Tierra y Hombres Libres” y “Desaparición de los Godos”. Este alzamiento dura poco tiempo, pues a pesar de sus victorias en Tiznados, Los Bagres y Los Leones es derrotado en La Paguita, el mes de Marzo de 1.847 Zamora es capturado y enviado a Villa de Cura en donde un tribunal lo condena a muerte. Más tarde le conmutan la pena capital por diez años de prisión y se lo llevan a Maracay para luego trasladarlo a Maracaibo en donde debe cumplir la sentencia, en Maracay, Zamora se fuga con la ayuda de algunos de sus hombres y un año después es indultado por El Presidente José Tadeo Monagas.

Zamora termina por enrolarse en el ejército de la República y algún tiempo después es encargado de la custodia de José Antonio Páez, quien había sido derrotado comandando un alzamiento en 1.849; ya Zamora es coronel. Monagas es derrocado en 1.858, el presidente de facto es Julián Castro y ordena la expulsión del territorio nacional a Guzmán, Falcón y Zamora. El 20 de febrero de 1.859 hay un alzamiento en Coro y desde allí se envía una goleta a Curazao, de allí regresa al país el líder Ezequiel Zamora, Zamora organiza un pequeño ejército y es así como estalla la Guerra Federal, al inicio de esta guerra se reconoce como jefe supremo al general Juan Crisóstomo Falcón y Zamora como su comandante militar, Zamora el 22 de marzo vence en Boca de Yaracuy y toma Morón, allí se une al coronel Juan José Mora y junto triunfan en El Palito. Para cerrarle el paso a los insurgentes, el Presidente Julián Castro nombra como jefe militar a José Antonio Páez y al general José Laurencio Silva, éste último jefe de operaciones para Cojedes, Portuguesa, Barinas y Apure. El gobierno está muy preocupado de que la ciudad de Valencia vaya a caer en manos de los federalistas.

José M. Ameliach N. Noviembre de 2.007


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