La composición de los delegados fundacionales del Partido Socialista Unido De Venezuela, son la muestra en la vitrina, de cómo se ha minado la conformación de lo que será un ente donde convergerán todos los hombres y mujeres que creen y defienden el socialismo en Venezuela. Los grupos situados alrededor de figuras con cuotas de poder se empeñaron en mantener su hegemonía por encima de todo precepto democrático y sin escrúpulo alguno, hasta chantajearon a voceros de batallones para obtener la presencia por cada uno de los estados. Esta es la triste realidad y no se puede seguir escondiendo. Estamos ante la presencia de un partido que nace torcido e irremediablemente utilizado desde ya, para favorecer los intereses de las mafias políticas enquistadas y desarrolladas desde el Movimiento V República. Es lamentable que pensamientos tan infelices y perversos, hayan inundado lo que debió ser un parámetro de la sociedad, un ejemplo de diferencia y un golpe certero al caudillismo de cuarta república. El Estado Sucre no es la excepción, aún más, es uno de los baluartes en malos ejemplos y atropellos para los aspirantes a militantes. Hay en el PSUV del Estado Sucre una verdadera familia de mafiosos dispuestos a todo para alcanzar el control del partido y de las candidaturas que están en relación directa con la posición que se ocupe dentro de la institución partidista. Repiten lo que han construido con el tiempo, verdaderas sectas, con mensajes de revolución pero de la boca hacia fuera. Llegó el momento oportuno para expresar con nombre y apellido a los energúmenos que utilizan a todos a nombre de la institucionalidad, pero en el fondo lo que hay es basura y demagogia. Considero que la ya larga lista de candidatos a la gobernación, donde se han hecho murales y propagandas adelantadas, sin tomar en cuenta a un colectivo que aspira métodos democráticos para elegir a los futuros representantes de gobierno, esta labrando un camino de derrotas electoralmente hablando.
La verdad es que están matando a la criatura llamada socialismo, provocan un aborto del PSUV, por lo que no se debe esperar mucho de el. Estos elementos hacen del partido un campo minado, lleno de peligrosos caminos que pueden conducir a una muerte temprana, el descontento y la derrota electoral, por decisiones inconsultas e impuestas. Estamos viendo las mismas caras que no cejan en su empeño de mantener enganchado al militante a sus propósitos de perpetuarse y no demuestran sino la miseria política. La oposición anda por esos mismos rumbos y conductas, pero a este sector se le acepta, siempre ha sido su práctica y por ello fracasaron como partidos con opción al gobierno, lo que si es bien cierto es la falta de moral para criticar a esta oposición que decidió para el bien de Nuestra República Bolivariana de Venezuela, lanzarse al ruedo electoral y competir con sus candidatos. Lo que está por verse es si nuestras candidaturas contarán con la condición de ser un grito de las bases sociales y no del club de amigos y de la billetera. Infelices los que creen que este pueblo está igualito de ignorante e inocente para aupar candidatos sin resortes populares, pues entonces no creen en el proceso revolucionario y engañan al presidente Hugo Chávez Frías. Los aspirantes a militantes debemos ser denunciantes de los compatriotas que están utilizando los recursos del pueblo para sus campaña, eso se debe atacar, pero por lo pronto ser fieles al principio del poder popular, aquí está el miedo de los que actúan como rémoras y sátrapas. Debe abrirse el debate de las posibilidades de triunfo de los actuales candidatos, pues de lo contrario se puede debilitar la base social del chavismo y esto es peligroso. Tapar el sol con un dedo es imposible, reflexionemos y rectifiquemos.
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