¡Se busca al Estado para que defienda al pueblo y encarcele a los especuladores! Así se leía en un cartel, hecho a mala letra, en el centro capitalino. En otro se podía leer: "si los encuentran -se referían al INDECU, MINAL, CONATEL etc.- ¡Encarcélenlos junto a la burguesía! Otro cartel simplemente decía: ¡Abajo la sociedad de cómplices, arriba la revolución!
-El ingenio popular es muy certero-.
Para nadie constituye un secreto entender que atravesamos por tiempos complejos y decisivos, y que sin duda marcará el futuro de la Revolución Bolivariana. Un nuevo Paro Patronal se yergue sobre la espalda de nuestro pueblo, y parecemos no advertirlo. El imperialismo nunca cesará en su plan por destruir a la revolución. Esa mal llamada "oposición venezolana": verdaderos agentes del imperialismo (apátridas), han asimilado bien las lecciones recibidas por manos del pueblo en Abril y Diciembre del 2002 (por el fracaso de los Paros Patronales, el Golpe de Estado y el Sabotaje a la Industria Petrolera 2002-2003). La historia se repite, y esta vez vuelven con todo.
Ya lo han demostrado, no se detendrán es su estrategia por desmoralizar y hambrear al pueblo con el objetivo de romper definitivamente con los lazos amorosos que los une al Comandante Chávez.
Pero nos preguntamos ¿Que hacen los cuadros altos y medios, que ostentan puestos claves en el aparataje del Estado, para apoyar al Comandante Chávez y resolver estos problemas del desabastecimiento?
Unos, simplemente, se hacen de la vista gorda y otros le atribuyen la culpa a terceros, esos son los ineficientes; otros, los peores, son aquellos que intentan pactar nuevamente con el enemigo, otorgándoles más divisas para que sigan manteniendo la hegemonía del mercado de los alimentos, etc. ¿Candidez, estupidez o traición? No cabe duda que la realidad de la lucha de clases profundiza las brechas ideológicas de muchos quienes acompañan a la revolución.
Nuestros burócratas, de quienes depende la suerte del pueblo, parecen haber sufrido una especie de paraplejia: esperan que toda iniciativa provenga del Comandante Chávez. Irracionalmente, dejan al Presidente solo en tan titánica tarea de procurar soluciones y denunciar a la reacción. Nuestros burócratas se concentran en intentar resolver los problemas siguiendo los andamiajes (el burocratismo) y acatando las leyes del viejo Estado Burgués. Temen transgredirlo, hablan de “democracia” y como peces quedan atrapados en sus redes herméticas si poder imaginar, siquiera, alguna solución.
El problema, en lo fundamental, es político y no parecen entenderlo. Como tal debemos enfrentarlo pasando a la ofensiva política.
Hoy queda demostrado que no existen revoluciones pacificas si son verdaderas. Que la democracia es un término hueco y una absurda propuesta para toda sociedad en donde existan las clases sociales. Que el significado de democracia no lo comprendemos; que ella solo aplica para la burguesía o para el pueblo, no para ambas a la vez. En otras palabras, el Estado burgués (el instrumento ordenador y rector de la clase que ostenta el poder) concede la “Democracia” a la burguesía para que esta, a su vez, siga libremente explotando y sometiendo al pueblo; o lo contrario, su dominio (del Estado) por la clase revolucionaria le concede la democracia al pueblo, para que éstos, aplicando el poder popular y la democracia revolucionaria, terminen por someter a la burguesía. No existen términos medios en esto. Es imposible aplicar la democracia para ambas clases enfrentadas.
¿Que hace la Asamblea Nacional?
Mientras esto ocurre; mientras las instituciones (del aparataje estatal) y sus cuadros dirigentes siguen quietos ante la atroz arremetida de la burguesía; mientras los burócratas y los corruptos del INDECU, MINAL, etc., siguen si hacer nada significativo contra los traidores a la patria; contra los acaparadores de los productos básicos de primera necesidad; contra los especuladores de los precios de estos vitales productos; y contra los especuladores de los precios de los vehículos regulados por el Estado, etc., en la Asamblea Nacional parecen haber resuelto el problema.
Recientemente varios diputados “han decidido crear una nueva comisión que estudiará el tema del desabastecimiento y el acaparamiento”.
Pero preguntémonos ¿No es acaso un absurdo, que ralla el ridículo, el creer que con nuevas comisiones se resolverán estos problemas?
¡Ya vasta de nuevas comisiones parlamentarias! ¡Urgen leyes inexorables que lleven a la cárcel a los acaparadores, saboteadores y golpistas de siempre!; leyes inexorables que expropien al criminal apátrida. Leyes que le hagan justicia al pueblo y que terminen por someter, definitivamente, a su enemigo natural de clase: la burguesía.
En este sentido, el día 8 de Febrero de 2008. En noticias difundidas por RNV y YVKE, el Defensor del Pueblo en el estado Mérida, Oswaldo Requer, propuso a la Fiscalía del Ministerio Público, combatir el acaparamiento, la especulación y el contrabando, “a través de la aplicación de los preceptos legales a quienes sean sorprendidos por las autoridades cometiendo alguno de estos delitos”. Requer explicó que: "Al ser un delito de orden público y un delito penal, el monopolio de la acción penal la tiene el Ministerio Público, tanto por mandato Constitucional en el 285, como por mandato legal en el artículo 108 del Cop y en la Ley Orgánica del Ministerio Público, lo que quiere decir que de ser esto cierto se estaría omitiendo por parte del Ministerio Público su función fundamental del monopolio de la acción penal".
Esta misma propuesta puede ser tomada por la Asamblea Nacional en el sentido de crear Leyes que vinculen al ordenamiento legal existente a la realidad de esta situación.
¡Urge profundizar la revolución! ¡Urge acabar con la ineficiencia; urge hacer la revolución en la revolución!
basemtch@yahoo.com