El contexto electoral de noviembre, ha permitido producir en todos los factores partidistas de la política venezolana, buscar alternativas de respuesta y solución a las aspiraciones de los diferentes militantes y activistas, que quieren a ocupar un cargo de gobierno en su localidad o estado. Todo indica que la contienda, se desarrollará en un ambiente de conflictividad por las arremetidas de la extrema derecha contra el actual gobierno. La oposición tiene una larga lista de candidatos que están en la calle con propagandas y consignas que dan a entender de la existencia muy confusa de una serie organizaciones que muy difícilmente puedan dar apoyo a figuras extrañas a sus estructuras, debido a sus esfuerzos para alcanzar las posiciones y el poder que manejan o quieren seguir manejando. En detalle hay una proyección de campaña para las futuras elecciones de gobernadores, Alcaldes y diputados muy similares a las tradicionalmente conocidas, algunos de los candidatos de la oposición representan a la ya insustituible elite de la vieja guardia en los caducos esquemas de gobernar, pero que tienen cierta aceptación fundamentalmente en sectores de clase media y gente apegada a los viejos partidos en los que militan como el caso de AD,COPEI y sus ramas.
Una vez definida las candidaturas de los antichavistas, será mas claro el panorama de los candidateados y seleccionados a dedo, por encuestas, votación por la base, entonces se deslindarán las agrupaciones oposicionistas y los presuntos neutrales o independientes, se teñirán del color que seguramente será amarillo, blanco, azul, vinotinto, verde u otro del espectro cromático surgido en las escabrosas filas de la conspiración, pero que demostrará de todas maneras la debilidad y desunión en estos presuntos abanderados de la unidad. Cuando empezaron a atacar la metodología de selección de candidaturas en el PSUV, surge una guía para pensar que algo bueno está pasando en las interioridades del Partido Socialista Unido De Venezuela y es que en verdad se comienza a perfilar en el futuro una oportunidad de práctica democrática, comenzando por un proceso electoral tan difícil y complejo como el actual pero que con una perspectiva de apertura y participación, se procedió a dejar libre la inscripción y postulaciones para las elecciones de noviembre en referencia a Alcaldes y Gobernadores. Después de terminada la jornada interna de inscripciones, los batallones debaten y proponen el nombre de alguno de los que aspiran ocupar la responsabilidad municipal o estadal, las características se centran en capacidad, militancia y estar inscrito en el PSUV, con solvencia moral y no estar incurso en problemas jurídicos o legales en su contra. Indiscutiblemente que no va a faltar la campaña interna, sin propagandas al público general, solo se establecerán asambleas para dar a conocer las ideas y proyectos que cada uno de los inscritos para candidatos tienen para el bienestar de la población. Esto es un paso importante en la búsqueda de democratizar el proceso. Ahora bien, la realidad en el PSUV, aquí en el Estado Sucre, es la existencia de grupos de poder que no se enfrentan por ideologías, sino por el control del partido y del gobierno. Esta situación, conducirá inevitablemente a una campaña a lo interno que va a producir acomodos y reacomodos, acuerdos y negociaciones bilaterales para mantener la presencia de tal o cual. Eso es así, pero en la práctica diaria se irán disolviendo estos tumores malignos de la cuarta República que le hacen mucho daño a la marcha de la revolución y la construcción del socialismo. Las bases del partido ya se vienen concientizando y formando dentro de unas nuevas prácticas que en el futuro será motivo de exigencias y transformaciones en metodologías de selección de camaradas para las funciones requeridas en la sociedad, la revolución debe empezar por casa.
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