Pobre señor Corrales, qué angustia ha debido sentir cuando se dio cuenta de que Venezuela no atraviesa aún un proceso de revolución socialista, ha debido ser un día muy duro para él, y de ahí su respuesta tan emocional, tan propia de la angustia pequeño-burguesa. Corrales habla temerariamente, diciendo que Chávez está pactando con el imperialismo, y cito por si acaso “Esto quiere decir que es mentira que se está pactando con una inexistente burguesía nacional, se está pactando con el imperio pura y simplemente”. A mi particularmente no me agradan los aduladores de oficio, y ya por eso he tenido aquí varios encontronazos, entre ellos con Mario Silva; pero hay que salir en defensa del Presidente Chávez, cuando señalamientos tan aventureros son lanzados al aire con tanta ligereza. ¿Será que el Presidente Chávez adelanta una política internacional de defensa de la soberanía latinoamericana, de unidad del pueblo latinoamericano, para defender los intereses del imperialismo, con el que se está pactando según Corrales? ¿Será que la política del departamento de Estado hacia Venezuela es la de un aliado hacia su subordinado? Yo entiendo que Sierra Corrales esté muy descontento con decisiones de la dirección política del proceso, es mi caso y el caso de mucha gente, pero de ahí a señalar que Chávez está pactando con el imperialismo…
El señor Sierra Corrales olvida que existe algo llamado condiciones subjetivas y objetivas, lo cual me extraña porque asumo entre líneas que se considera él un estudioso del marxismo, tan es así, que este compañero señala al jefe del Estado (con E mayúscula) como responsable de que en Venezuela persista un modelo capitalista, cuestión propia de las concepciones metafísicas de los procesos, algo muy alejado del marxismo. Si Sierra Corrales considera que el Presidente Chávez es un traidor, debería decirlo con más seriedad y sinceridad, porque uno puede leer entre líneas: “…Hugo Chávez Frías como jefe de estado, quien hasta ahora venía siendo líder indiscutible de un proceso…” (El acento en venía es de mi propia cosecha), “señales éstas que indican una derechización, sin retorno, y pérdida del rumbo socialista, aunque se tenga una verborrea agresiva anti-capitalista y anti-imperialista…”. Si Chávez era pero ya no es, y aquí se dio una derechización sin retorno, proponga usted entonces señor Sierra, porque además del berrinche no veo propuesta alguna, y supongo que como usted se atreve a hacer semejantes señalamientos, es porque tiene usted en sus manos el planteamiento que sí es el que nos conviene a todos los venezolanos, pero supongo que no estuvo muy interesado en compartir eso, y sí más interesado en cuestionar a Roberto Hernández y a la gestión en el MINPPTRASS, porque a final de cuentas todo su escrito es una excusa para expresar la molestia que le generó que en Guayana no pusieron a quien usted quería que pusieran: una posición que nuestro camarada Lenin hubiese señalado seguramente como oportunismo, y no precisamente de izquierda.
Creo que el señor Sierra, poseedor de verdades tan lapidariamente expresadas, debería lanzarse a la palestra pública empuñando sus argumentos, a ver con qué legitimidad cuenta él y con qué legitimidad cuenta Chávez o incluso el camarada Roberto Hernández. También debería el compañero tomarse un calmante para los nervios, porque creo que le desespera el hecho de que no va a poder ver el socialismo con sus propios ojos, no lo va a poder disfrutar y eso le genera un estado emocional peligroso. Por otro lado, con respecto a la necesidad de que el Presidente declare las amenazas del imperialismo para que así usted pueda entender o “aceptar” las medidas, es una inconsistencia con su propio discurso, ya que según usted Chávez está pactando con el imperialismo, y esa vaina no tiene retorno, entonces ¿para qué pide usted esas explicaciones de un hecho que ya usted concibe como consagrado, cuáles amenazas va a tener Chávez con sus amigos los imperialistas?
Ya sé, en función de la tranquilidad del señor Sierra, pidámosle a Chávez que declare el Socialismo y ya, para que él esté feliz y no tenga que ver como se aplican tácticas innecesarias pues el socialismo se decreta y punto, ¿no es así camarada? Me imagino que vamos a desarrollar las fuerzas productivas a punta de decretos, y que vamos a unificar la fuerza revolucionaria de la clase trabajadora por ley, y vamos a generar suficiente conciencia como para que las grandes mayorías asuman el poder por ósmosis; y me imagino que usted espera que Chávez lo haga o todo se pierda, que Chávez lo haga o nos dediquemos a cantar el fracaso del proceso y listo, como si no fuese una responsabilidad colectiva con la historia. A Venezuela le falta mucho para poder hablar de perspectivas socialistas, le falta mucho incluso para hablar de una patria soberana, no sujeta a la dependencia propia de su atraso. Este gobierno tiene muchos errores, sí, y existen en él enormes intereses ligados al capital, eso no debería de constituir una sorpresa para un marxista que haya estudiado un poco el desenvolvimiento de la sociedad venezolana, la manera en la que depondremos esos obstáculos no será convirtiéndonos en desmoralizadores del pueblo, en falseadores de la realidad, en criticadores acientíficos, en quejetos de oficio, en desmerecedores de los escenarios que propendan hacia la consecución de los objetivos, que no nos llegarán del cielo, ni por decreto, ni por la acción de mesías alguno, sino por acción revolucionaria de todos, especialmente de la clase trabajadora.
Yo me atrevo a decir, tan categóricamente como lo hiciera Sierra: Chávez no está pactando con el imperialismo, es un enemigo del imperialismo, y la lucha antiimperialista es tarea de todos, todos debemos meter el hombro y el que sabotee esa lucha en pos de sus angustias individualísimas es un inconsecuente. La crítica es fundamental, y nuestro proceso tiene mucha tela de dónde cortar, pero aseverar que este es un proceso perdido, vendido al imperialismo, es hacerles el favor a los enemigos, es el discurso propio de un agente del enemigo. Chávez ha dicho reiteradamente que no es comunista, ni comparte con nosotros los comunistas al 100% la concepción del socialismo científico, ese no es un misterio ni un obstáculo para la lucha revolucionaria en el marco de las profundas coincidencias tácticas y estratégicas, porque es un antiimperialista y un hombre comprometido con el pueblo y con la superación del capitalismo, y anteponer nuestras diferencias de cosmovisión en lo estratégico a la lucha contra el imperialismo es un acto de profundo infantilismo de izquierda y de mezquindad ante la historia, ya llegará el momento de resolver las contradicciones en lo estratégico, si es que no mandamos al carajo, resquebrajando la unidad antiimperialista, la posibilidad de tener la suerte de arribar a un mañana donde esas contradicciones estén sobre la mesa; ese mañana es tarea de todos, no de Chávez, ser juez es muy fácil. Vayamos a enfrentar nuestras contradicciones en el campo de lo concreto, unamos a la clase trabajadora, concienticemos, organicemos, apuntalemos con trabajo nuestros planteamientos, no nos dediquemos a hacer berrinches porque no se hacen las cosas como a mí me gustan y a hacerle el favor a los enemigos, esos no son los revolucionarios que necesita Venezuela y el mundo.
¡Avancemos hacia la unidad de los trabajadores, únicos garantes de su propuesta histórica: el socialismo! ¡Todos juntos por la constituyente sindical!
jose_miguel_casado@hotmail.com
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