El individualismo

"Bienaventurados los siervos que el señor halle despiertos cuando venga. En verdad os digo que se recogerá a los vestidos y los invitará a la mesa, y vendrá y les servirá"

Jesús de Nazareth



El individuo es el ser humano desde una supuesta primera o más básica expresión (no puede ser dividido). Sucedió que a una sección de la parte occidental del mundo (Grecia), le dio por analizar y conceptuar el mundo desde la observación personal, partiendo en un tiempo de influencias asirías y babilónicas legadas de mucho más atrás. La cantidad de hipótesis sobre el ser pudiera dar la sensación de calidades distintas, u ofertas que descubre el hombre en cuanto a su supuesto acierto personal. La verdad es que la feria de hipótesis sobre el ser, provienen de cuando la cultura helénica iba por su declive seguro. Pero si hubo una época de tinos, señal despierta, de cuyos escritos escasísimos y huellas imborrables, brota indiscutible otro germen, siempre germen: Pitágoras, Empédocles, Heráclito, alcanzan enorme altura con sólo el hálito que nos han legado.

Sin embargo lo mismo ocurre con Netzahualcóyotl, Buda, Lao Tse, Seattle, Buda, Cristo, Francisco de Asís, Gandhi, pues no me refiero a doctrinas, sino expresiones vitales que delatan otro descubrimiento, que no hacen falta que sean tan reconocidos los "descubridores", lo que podría ofrecer una imagen cierta de imposible utopía. Son muchos mas de lo que suponemos; y los desconocidos e invisibles, tantísimo más. En lo absoluto tiene que ver con la circunstancialidad; se trata más bien de un disfrute con el bienestar que nos rodea vivo. Aprender a descubrir una conexión perdida. Ciertos parangones del conocimiento solo son dados mediante cierto deslastre, y este resulta del aflojamiento que conduce a la paz interior, sin acusaciones, inocente.

Este otro estudio o disciplina, produce otras cosechas indiscutibles de cercanía o conexión. He sido promulgador de la enseñanza de la meditación en todos los ámbitos de enseñanza por razón de que está en el descubrimiento de su esencia que el ser humano expande su brillo, conocer la paz del mundo, nada que ver con las diatribas propias de los humanos. Ahora bien, no solo la meditación posee este alcance maravilloso. Cada quien en su propia búsqueda logra los contactos que lo despiertan, pero primero hay que buscar, que no es sino un cierto "darse cuenta", lo que da un indiscutible brillo.

¿Para que toda esta reflexión? Para entrar en el tema. Es imposible DESDE TODO PUNTO DE VISTA conocer la esencia de las cosas –y la meditación conduce a ello- y tener un criterio distinto a lo que descubre. Todo esta íntimamente conectado, a la vez que nada es repetible. La magia de la creación no cesa; es una grandiosa mirada que invita a ser mirada, que ocurre, que ES y cuya conectividad produce la manifestación de vida que ahora solo ves sin ver. El verdadero conocimiento está en el ensamblaje con el todo, no en lo posible que puede ser sometido… dizque sometido.

No somos algo aparte, creo que es lo primero que se ofrece, segundo, no escapamos de un amor tan indescriptible del que cada resultado habla per se de su infinita particularidad. Pero NADA es aparte de nada. Ese ha sido el error que ha devenido desde, para mí, el dominio de los metales, pues sin mediar palabras ni comprensiones, la apropiación se hizo dueña, la esclavitud un camino obvio. El enemigo que existiría antes de los dominios del poder asesino de los metales era absorbido por el conocimiento de los beneficios que proveería la incipiente agricultura sistemática.

El sedentarismo crecía sin estorbos, hasta que la codicia desplegada por las armas despiadadas, aniquiló las primeras costumbres, no pocas de ellas descubiertas por la mujer, así, sin aspavientos. No me extraña en nada que la absorción de costumbres obtuviera una feroz resistencia, manifestada en mucho por pueblos que habrían logrado un importante desarrollo. Todo lo que conocemos proviene en sus orígenes más remotos de un atroz final de época, donde los derrotados, perdón, donde la derrotada fue la mujer a secas. La agricultura sistemática, las construcciones, la cerámica, la división de faenas, la sedentarización, el pastoreo, por nombrar lo más elemental, tuvo que ver nuestra eterna piropeada… y ultrajada compañera de viaje, la madre del hombre, LA MUJER.

Muchas hipótesis se podrían armar con el título, partiendo de estudios sesudos al respecto. Lo quise abordar de esta manera, pues de ésta, NADIE lo va hacer. Sin embargo, toquemos el tema como se lo esperaría cualquier teorético. Al entrar en la época que tocamos, como dije "la Era de Los Metales", muchas apreciaciones descubren a un ser humano que se debate en una inmensa duda, al permitir que OTRO sea el que hable por él. Entonces tenemos que por el oído entran tanto los "enrollados" como los "esclarecidos", sin permitir vías que guíen al aprendiz, por manera que las vías solo son vistas como naipes como si lo perdurable por descubrir se tratara de algo tan igual como lo efímero, peor, como si la mentira fuese del mismo valor que la verdad. "El hombre es bueno por naturaleza" dice Jean Jacobo Rousseau. Su apreciación no está aislada, más si la cotejamos con los nombrados arriba calza perfectamente con el poeta azteca, con el santo nazareno, el sabio taoísta, los primeros presocráticos. Los Derechos Fundamentales del Hombre, de los que Rousseau fue factor fundamental, han sido una vertiente que obligatoriamente inducen a la unidad social.

"El hombre es un ser egoísta por naturaleza" es la opinión contraria dictada por Adan Smith, cuyos estudios van en la vertiente que explican la naturaleza del ser "incurable" que ya portamos. Proviene desde Manes, o Mani (215-275 d.C.), aquel filósofo persa que afirmaba la pertenencia del espíritu a Dios, no así el cuerpo, que es del demonio; que sólo el ascetismo estricto lo salva de las tentaciones de las sombras. Despreciaba la materia. Denominada maniqueísmo, la teoría siempre fue acariciada sobre todo por los luteranos, calvinistas, los anglicanos… y por los liberales ingleses por supuesto. El maniqueísmo niega la responsabilidad humana por los males cometidos porque cree que no son producto de la libre voluntad sino del dominio del mal sobre nuestra vida. Por eso consideraban al pavo su animal sagrado (el famoso Día de Acción de Gracias), puesto que los colores de su plumaje revelaban los distintos estados espirituales por el que pasaba el cuerpo para su liberación humana.

El verdadero conocimiento viene acompañado del ejemplo, porque demuestra victoria interior; es accesible porque lo acompaña la sencillez; no coarta, mas bien pregunta; posee curiosidad infantil pues no es la codicia la que lo plena. Cuando la conclusión deviene de la posesión y aparta la generosidad, se aparta de si misma, de cualquier evolución, puesto que todo en derredor es oferta de amor, no robo de el. Algunos confieren a la naturaleza de las fieras, una característica innata del mal, sin tentarse la idea de saber si podemos ir más allá, como lo fue Daniel en el foso de leones, Francisco de Asís hablando con los animales, Hamelin sacando las ratas de la ciudad con su flauta, los shamanes apaches permaneciendo en el foso de cascabeles, durmiendo con ellas, hasta que salían prácticamente iluminados, Pitágoras encantando serpientes y haciendo milagros. No. Es más verosímil Indiana Jones, díganme si no es decadencia esto que no sabe ni siquiera donde está parado.

Esta claro pues, que nuestra presencia en el mundo es de intrusos puesto que nuestros lazos conectivos los desconocemos y si por nosotros fuera los desapareceríamos, o eso es lo que hemos sido hasta ahora. Pero la presión de la limitación de "buenas ofertas" del mundo, que ahora está en sus reservas últimas es la que ha inducido de algún modo abrir otras compuertas… con suerte, pues sólo de esta manera es que se está viendo el macabro panorama, el mundo toca su tarantela mientras se hunde el barco tal cual los músicos del Titanic.

Redondeando, el estudio de nuestras capacidades no está en el fundamento del egoísmo; hemos permitido actuar al egoísmo sin ni siquiera haber descubierto el tesoro que portamos. Hay motores es cierto, que buscan despertar el letargo, pero el Paraíso no es un emblema para captar incautos, es una inmensidad que despierta en los seres humanos, a punto de perder lo que nunca debió permitir fuese manchado, su hogar, el planeta, su hermano, su madre, ahora que el femicidio tomó cuerpo para la decadencia. Una nueva era debe estar por nacer, o por regresar, que enjuicie u olvide para siempre esta era de esclavitud, de calibres, de sólo mata cosas, de filtros, en fin, de involución. Nuevamente, disculpen los teoréticos pero mi propósito es despertar, no escribir por escribir.

arnulfopoyer@gmail.com


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Arnulfo Poyer Márquez


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