Catequizar la población no es nada fácil, se requiere por lo menos 30 años continuos de lucha colectiva, no se trata de adoctrinar a la gente, sino de educarla democráticamente, de lograr cambios radicales en la idiosincrasia, que permita una culturización idónea, como es despertar el interés nacional en un profundo socialismo bolivariano y desarrollarlo colectivamente, que todos piensen y actúan con verdadero y recíproco amor entre prójimos. Debemos cambiar conceptos como la solidaridad, aplicada a la forma, mas no al fondo. Borremos de la política, la forma y fondo del sofismo. Borrar la hipocresía, que por lo general, lleva a la traición. Y así como estos tres ejemplos, existen muchos más, que el pueblo organizado en comunas irá aboliéndolos.
Resulta pertinente comentar el reciente artículo de WILLIAM QUERALES, viejo amigo y maestro en política, carismático y si no me equivoco, fue el primer alcalde masista en Venezuela, cuando en el MAS todavía pensaban como socialistas, aunque actuaban como capitalistas. En efecto, el concepto de comuna a lo empírico, a lo autodidacta, todo el mundo sabe algo, y que sometiéndolo a mesas de trabajos, se puede obtener informaciones más metodológicas. Ah, pero hay sectores de las comunidades, que pudieran estar equivocados, o saben lo que hacen, se oponen a las comunas con expresiones como estas: “comuna es la puerta de entrada al comunismo”, “comuna se deriva de lo común y quien tenga una propiedad privada tiene que compartirla con el común o la comuna”, “con las comunas el pueblo perderá su privacidad, su intimidad en sus hogares” entre otras expresiones. Por tales motivos, queridos Diputados humildemente les recomiendo no sancionar ley alguna que regule el funcionamiento de las comunas, vayan primero a las barriadas, recuerden las 3 R, hagan honor al poder popular, métanse de pata y cabeza en las asambleas de ciudadanas y ciudadanos de los consejos comunales, asambleas de estudiantes, asambleas de trabajadores u obreros de fábricas, amas de casas, asambleas de adolescentes, asambleas de niñas y niños, asambleas de ancianas y ancianos, asambleas de padres, de abuelos, de evangélicos, de artesanos, de alcaldes, de concejales, cuanta asamblea se les ocurra, ahí deben estar ustedes, porque en cada región se desarrollan actividades diferentes y una vez que contengan toda una recopilación de todas las regiones pueden sancionar la ley.
Muchos sostenemos que antes de poner en funcionamiento las comunas, primeros debemos familiarizarnos con ellas, manejar bien la cotidianidad que viviremos en comunas, para no llamarlo discurso. Como lo es: el trueque comunitario, el trueque directo o indirecto, las organizaciones socioeconómicas comunitarias, la moneda comunal, ¿Por qué todas estas cosas? Porque el único camino a la salvación es el socialismo, si lo concebimos plenamente de humanismo cargado de mucha hermandad, y además porque aplicándole ecuaciones, se puede deducir que un hospital por ejemplo, no puede atender en un día más de un millón de pacientes, algo similar es nuestra economía, bueno eso creo, porque esa materia es bastante complicada y miren que raspa a gobiernos enteros súper potentes. Nuestra moneda nacional, pudiere estar recalentada, debemos refrescarla. Para hacerlo se requiere la circulación de nuevas denominaciones de monedas internas y no es que el Bolívar desaparecerá, no por el contrario, se fortalecerá. Bueno en conclusión, Diputados y Gobiernos regionales y locales, todos unidos hagámosle una cayapa nacional a las comunas, aquí no hay protagonismo individual, el protagonismo debe ser colectivo. Hasta dentro de 15 días, porque si este prestigioso Diario me lo permite, esta columna será publicada quincenalmente.
porladignidad.aragua@gmail.com