Hoy el imperio capitalista se retuerce moribundo en la crisis más atroz de que tenga conocimiento la humanidad. Por supuesto, los venezolanos sufriremos las consecuencias. La situación mundial nos coloca frente al dilema de sucumbir en la inmediatez de una visión mezquina, o elevarnos inmensos, felices, alegres, en la lucha por la construcción del futuro, del Socialismo. La crisis agudiza el enfrentamiento de clases, eso es inevitable.
Los capitalistas nos plantean resolver la crisis con la misma ética que le dio origen, es decir, con las reglas de la cultura capitalista: buscar salidas individuales, grupales, aisladas, egoístas, que sólo conducen a profundizar la adversidad. Salidas que nos colocan en el camino de la muerte, de la extinción de la especie. Esta es la solución de la angustia del náufrago que trata de sobrevivir aferrado a un espejismo.
Los revolucionarios proponen resolver la crisis con una nueva moral, una nueva ética, con la cultura del deber social, de socializar los problemas y socializar las soluciones. De esta manera la crisis se convertirá en oportunidad para avanzar, para construirnos pueblo unido, solidario, amoroso. Y un pueblo así puede superar todos los obstáculos y ser ejemplo para otros pueblos.
El Comandante ha dicho que los recursos serán para que el pueblo construya un sistema donde el hombre sea el centro de todos los afanes, donde todos podamos desarrollarnos sin más limitaciones que nuestra propia capacidad.
Tenemos condiciones inmejorables para superar la crisis con éxito: una fuerte conexión entre el líder de la Revolución y el pueblo. Entre Chávez y el pueblo hay confianza, hay credibilidad, esto nos permite entender la nueva situación, seguir las directrices que emanen de la dirección de la Revolución, tener disciplina y persistir en el rumbo de la construcción del Socialismo.
El proceso revolucionario, única salida a la crisis, debe profundizarse en lo económico, ya las medidas que se van tomando nos indican esta intención. Ahora es necesario estudiar bien nuestra economía y detectar dónde están los nudos, los obstáculos para avanzar.
Esas medidas deben ir acompañadas de una poderosa ofensiva ideológica: la Revolución debe mostrar que la crisis es del capitalismo, y que sólo el Socialismo puede solucionarla, que el capitalismo, los capitalistas, las fórmulas capitalistas no pueden solucionar nada.
Debemos preparar al pueblo espiritualmente para superar la crisis, todos debemos entender que son los pueblos los que superan las crisis.
Es necesario que cambiemos la manera de vivir. Lo que está en crisis es una manera de vivir, una civilización, una organización social que se agotó. No es pensable una solución sin superar esa forma de relacionarse el humano entre sí y con la naturaleza. No podemos pretender que la solución a la crisis, sean medidas que nos permitan permanecer en la cultura del consumismo, de la exclusión, de la explotación de unos por otros, de la guerra de todos contra todos. No, la solución de la crisis es cambiar esa cultura, fundar el Socialismo.
¡Superar la crisis con Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!