Uno de los peligros más importantes de las revoluciones es separarse de las masas, y esto sucede por incomprensión de las acciones de la dirigencia. Así la masa rompe la conexión con sus conductores, se desconcierta y va a la deriva, se desespera o se desencanta.
Esto es más importante en una Revolución pacífica que tiene una fase de cohabitación con el capitalismo, con sus leyes, con sus valores, cultura, costumbres.
En estas condiciones es fácil que las masas se extravíen, que la dirección se difumine en los vapores del pasado o en las estridencias del futuro.
De allí que la Revolución Pacifica debe tener especial cuidado en la explicación de sus pasos, en ganarse a la masa para esos pasos, en no perder el ritmo revolucionario y hacer que la masa marche a ese ritmo.
Debe tener cañones ideológicos que neutralicen a los cañones que alimentan a los medios de desinformación enemigos. Sabemos que tanques pensantes extranjeros están financiando y nutriendo a las campañas ideológicas oligarcas, un claro ejemplo de esto son las campañas del cedice.
La tarea de informar y ganar comprensiones para las medidas revolucionarias debe ser constante. Ninguna acción revolucionaria debe quedar huérfana, todas deben ser acompañadas de una campaña explicativa. Podríamos atrevernos a decir que igual o mayor importancia tiene la explicación de una medida que la medida misma.
Ahora bien, la batalla ideológica, tan importante en la Revolución pacífica, es tarea de todos los revolucionarios y sus organizaciones, en ella deben participar los partidos, las mesas técnicas, los consejos, todos deben participar en la discusión, la explicación de las acciones revolucionarias.
Y todos debemos involucrarnos en el combate a la manipulación y a la deformación oligarca, en desenmascarar a la oligarquía.
Ahora cuando la Revolución ha emprendido una importante ofensiva contra las perversidades económicas del sistema capitalista, es una buena oportunidad para aceitar nuestra estructura ideológica.
Las Escuelas de Cuadros deben explicar desde la teoría la importancia de las medidas tomadas en el sector petrolero, ubicarlas en el camino de la construcción del Socialismo, relacionarlas con las medidas tomadas en el campo.
El partido debe tener como una de sus acciones principales la explicación de estas medidas, la nueva situación que crean, debe ser instrumento, correa para llevar la discusión y la explicación al centro de las masas.
Podemos decir que la conexión duradera y fuerte de la dirigencia revolucionaria con la masa se sostiene en la ideología, la cultura, la formación, la información. Y ya sabemos que sin esa conexión no hay revolución posible. De allí que la ignorancia es contrarrevolucionaria, y la cultura es revolucionaria. No puede haber Revolución sin Cultura Revolucionaria.
Y el principal pilar de la cultura revolucionaria es el conocimiento de la Revolución, conocer para dónde va, qué hace, por qué lo hace,
La Revolución Bolivariana avanza, y con ese avance se elevan las exigencias a los revolucionarios, que deben ser cultos, conocer a su Revolución.
¡Socialismo es Cultura!
¡Chávez es Socialismo!