La discusión levantada por el encuentro político
del Centro Internacional Miranda alcanzó dimensiones de tornado, alto
llegó la polvareda.
Hubo
y todavía hay opiniones variadas, forman un enmarañado donde es difícil
orientarse: se dicen verdades y ficciones, se entrecruzan imaginación y
realidad. ¿Cómo resolver el nudo?
Vayamos al fondo del asunto, preguntemos cuál es el móvil de los móviles.
Un
buen ejercicio es intentar clarificar las posiciones de los opinantes
frente a la propiedad de los medios de producción, eso definirá sus
posiciones políticas. Clarifiquemos.
Encontramos un primer grupo de capitalistas convencidos:
Carlos Blanco, Agustín Blanco Muñoz, el grupo 2d, muchos columnistas
oligarcas. Estos intervienen tratando de pescar en río revuelto y de
revolver el río. Su expresión política está clara: anda por los lados
de la nueva coordinadora democrática, el golpe, el magnicidio. Son
enemigos francos de la Revolución.
Otro grupo es el de la ideología pequeño burguesa
(y esto no es peyorativo, es una clasificación de la ideología de
clases), que diagnostican bien el mal capitalista, pero sin embargo no
quieren o no pueden superarlo. Entonces buscan fórmulas intermedias de
propiedad, de convivencia con el capitalismo, de híbridos
capital-Socialistas, que en última instancia fracasan, son fagocitados
por el capitalismo.
Esta ideología se
bate en dos aguas, vive la angustia de sentir la necesidad de avanzar,
y el desasosiego de no querer hacerlo. Al final, cuando la batalla
entra en fase de definición, siempre encuentran “razones” para terminar
defendiendo al capitalismo.
También encontramos a la ideología revolucionaria,
que plantea la conformación de una poderosa Zona Socialista, de
Propiedad Social de los Medios de Producción, capaz de construir y
soportar la hegemonía de la Conciencia del Deber Social.
Así,
divididos los campos, percibimos que esta clasificación encaja
perfectamente en las opiniones levantadas por el encuentro político
convocado por la fracción del Centro Miranda.
Debajo
de la bruma se encuentran las diferentes posiciones frente a la
propiedad de los medios de producción, vale decir, frente al
Socialismo, al futuro de la Revolución.
Estas
diferentes visiones se reflejan en las propuestas en relación al
Partido, a la organización social, a las tareas internacionales, a la
política de alianza, a la concertación con los oligarcas, y también,
muy importante, en relación al liderazgo de Chávez. Veamos.
Mientras la Revolución no avanzaba decidida hacia la formación de la Zona Socialista, no se hablaba de problemas de liderazgo.
Ahora bien, fue
suficiente que la Revolución caminara en las socializaciones para que
el sector ambiguo crujiera, armara encuentros para cuestionar
liderazgo, y no para estudiar cómo reforzar las medidas recientemente
tomadas por la Revolución.
El
comportamiento fue diferente cuando el auge de las formas económicas
híbridas como las Empresas de Producción Social, que correspondían con
su ideología. En ese momento llovieron foros, encuentros, hasta libros
se hicieron para apoyar.
El debate es
importante, en él cuestionan (oligarcas y pequeño burgueses) el
liderazgo de Chávez, porque es el camino hacia el Socialismo. Nosotros
lo defendemos porque es Socialismo. Los campos se definen.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
http://www.ungranodemaiz.blogspot.com/