La lucha por el Socialismo acompaña a la humanidad desde lo profundo de la caverna, se puede decir, y no sería una exageración, que la lucha por el Socialismo es la batalla por el regreso al paraíso perdido.
Es por eso que no es un absurdo afirmar que Cristo era Socialista, el hilo histórico del combate por el Socialismo, para este lado del mundo, empieza allí con él y continúa con miles de luchadores.
En Venezuela ese caudal es rico, no ha perdido continuidad, podríamos nombrar algunos hitos: José Leonardo Chirinos, Miranda, Simón Rodríguez, el Libertador, Zamora, los luchadores contra la dictadura de Gómez, Fabricio, Chávez.
El postulado socialista es en esencia el mismo: “la redención del humano”, se modifica en su adaptación a los tiempos y a la evolución y perfeccionamiento de la depredación del hombre por el hombre.
Al principio la batalla se escenificó en lo ético, los ricos debían ayudar a los pobres, no se relacionaba la existencia de unos con la existencia de los otros, no se enjuiciaba al sistema.
Luego, se relacionaba la pobreza como consecuencia de la existencia de fortunas acumuladas por unos pocos, pero no se desentrañaba el mecanismo de apropiación de esa riqueza. Se buscaban soluciones parciales, pero ineficaces.
Después se descubrió el mecanismo por medio del cual el dueño de los medios de producción se apropiaba del trabajo ajeno: La plusvalía. El mecanismo generador de pobreza estaba develado, la lucha tenía base científica.
Sin embargo, no se internalizó la gravedad del fraude, no se comprendió que con él se creaba un monstruo, una bestia: el dueño de los medios de producción no sólo se apropiaba del trabajo ajeno, para hacerlo necesitaba crear una cultura, una espiritualidad que justificara el fraude. Fue así que se creó El Capital, que se independizaba de la voluntad humana, y la cultura capitalista que lo justificaba. Ese sistema conduce a la especie hacia su extinción.
La batalla hoy no es como se pensó al principio, una simple lucha económica por disminuir los niveles de apropiación de los capitalistas, o una mera batalla por acabar con la depredación.
¡No! Ahora vivimos tiempos definitorios, enfrentamos un verdadero Armagedón, la batalla es definitiva.
El arma de la humanidad, la única que garantiza el éxito, que puede salvar a la especie de la extinción es el Socialismo auténtico.
Porque el Socialismo es la restitución de la propiedad de los medios de producción a la sociedad toda, que los administra a través de un organismo social: el Estado, que tiene una visión social, y puede planificar la producción y la distribución tomando en cuenta las necesidades de todos.
Sólo de esta manera se restituye la base material que sustenta la armonía de la sociedad, se regresa al paraíso perdido, se sofoca la amenaza de extinción, porque el hombre deja de ser una amenaza para sus semejantes y para la naturaleza.
¡Irreverencia en la Discusión , Lealtad en la Acción!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
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