El capitalismo mundial tiene como objetivo acabar con la Revolución Bolivariana, terminar con Chávez, enterrar el ejemplo. En este empeño es capaz de cualquier tropelía. Cuando de solventar una amenaza se trata, nada es demasiado para el imperio.
El imperio no puede tolerar que esta sociedad busque su propio camino, nuestra independencia los alarma, eso ya justifica su agresión, pero si además emprendemos la construcción de una relación alternativa al capitalismo, entonces nos convertimos en un peligro que necesita extirpación urgente.
No aceptan que postulemos una humanidad basada en la fraternidad, la colaboración, en el amor y la paz, en resumen, en el Socialismo.
La evolución de nuestras ideas, la propagación del mensaje socialista, nuestras acciones internacionales, encienden todas sus alarmas.
Hoy estamos sufriendo una ofensiva del capitalismo mundial, una más. Todos los medios, las agencias de seguridad, los gobernantes, se enfilan contra nosotros. La “marcha mundial” contra Chávez es muestra del carácter global de la agresión.
En las ofensivas imperiales no hay piezas sueltas, todo encaja en un plan bien pensado y bien ejecutado, el éxito de la Revolución depende de la inteligencia con la que descifremos sus intenciones.
Lo primero es entender que ellos no desechan ninguna forma de lucha en sus agresiones, al contrario, las combinan.
Lo segundo es entender que necesitan movilizar su base social y anestesiar la base social de la Revolución. En ese momento activarán el desenlace.
¿Cómo conseguirán este objetivo?
Su campaña la basan en el miedo, activan temores instalados en el fondo del inconsciente. Con este fin hacen investigaciones: por ejemplo, una encuesta del periódico El Universal pregunta directamente “Cuál es tu principal temor”.
Construyen una amenaza creíble, generadora del miedo, en este caso la posible guerra con Colombia y sus bases, la potencian con otros miedos: a las leyes, al despojo de los hijos, de los bienes, a la inseguridad. Al lado de eso convierten al Comandante en fuente de todos los terrores, de todos los males.
Hecho esto, aislado el Comandante, tienen las condiciones para concretar la agresión en cualquier terreno: en las elecciones cosecharán votos con el miedo, y con el miedo justificarán un golpe.
Los revolucionarios debemos responder a esta maniobra. Es necesario demostrar que sólo el Socialismo y Chávez son la paz, porque sólo el Socialismo es justicia. De allí que los guerreristas son los capitalistas internacionales y nacionales.
La ofensiva en esta etapa tiene un alto componente de manipulación del alma, es allí donde debemos dar la batalla. Recordemos el éxito oligarca en la reforma: consiguieron una respuesta irracional de sectores de nuestra base social, lograron que las víctimas votaran por sus verdugos, o se inhibieran en la defensa de sus conquistas.
No debemos tener dudas, somos sus enemigos irreconciliables, no desc
¡El Capitalismo es inseguridad y Guerra!ansarán hasta ver al pueblo de nuevo esclavo, hasta yugular la esperanza. No hay que creerles a estos lobos aunque se vistan de ovejas.
¡El Socialismo y Chávez son la Paz !
¡El Capitalismo es inseguridad y Guerra!
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