Mucho se discute sobre el sistema chino, nosotros sostenemos que aquello es capitalismo salvaje, y con eso hemos levantado más calificativos que argumentos. Se nos ha dicho hasta “trotskistas”, que era y aún es la mayor ofensa que un estalinista puede lanzar a un adversario.
El asunto es de vital importancia para esta sociedad, influirá en el rumbo de esta Revolución Bolivariana, y eso nos obliga a seguir ocupándonos de China.
El domingo 4 de octubre el embajador de China en Venezuela concede una entrevista a Últimas Noticias en la que define lo principal de su modelo. Veamos algunos importantes fragmentos:
“U.N. ¿Cómo definiría el modelo de China?
Responde el embajador Zhang Tuo: indiscutiblemente es un modelo socialista (…) Hay varias razones que además son fundamentales. Primero: China está conducida por un partido que a lo largo de 60 años aboga por el Socialismo. Segundo: la Constitución establece que China es un país socialista. Tercero: el sistema de propiedad, la propiedad pública sigue siendo la más importante (60%).”
Más voluntarista no podía ser la definición: “!China es Socialista porque nosotros, el gobierno chino, decimos que es!”
Más adelante, Hugo Prieto, el periodista, le hace fundamental pregunta:
¿En China funciona una economía planificada?
Responde el embajador: “la planificación no es un monopolio del socialismo. Así como tampoco la economía de mercado es un monopolio del capitalismo.”
Es una respuesta que hace revolverse en sus tumbas a los clásicos del Socialismo. Un “mercado planificado” es el colmo del contrabando, para no decir más.
Cuando el embajador ya hace agua, y no puede defender más el “Socialismo Chino”, es cuando el periodista lo pone contra la pared y le pregunta:
“En el listado de la revista Forbes (fortunas superiores a 1000 millones de dólares) hay dos empresarios chinos. ¿Usted ve eso como un avance o un retroceso?”
Responde el embajador: “No se sabe cuál es el número de multimillonarios, pero es algo natural.”
Escamotea el embajador que por cada multimillonario tiene que haber miles de obreros explotados aportando la plusvalía a esos chinos avispados. Oculta que entre los multimillonarios y los obreros hay intereses antagónicos.
Pero donde el embajador devela la esencia de aquel sistema es con la pregunta sobre la contaminación en China:
Responde: “los países industrializados han emitido carbono durante más de 200 años, pero China tiene apenas 20 o 30 años. Esa deuda histórica la tienen que saldar primero los países más industrializados y luego las naciones del tercer mundo.”
Está claro, sea lo que sea que haya en China, no tienen intenciones de acabar con la esclavitud en el trabajo, ni con la perversidad ambiental del capitalismo. No son alternativa para el mundo amenazado.
Si el sistema Chino, Socialismo fuese, entonces no habría esperanzas para la humanidad: “la especie seguiría su inexorable camino hacia la extinción”.
¡Socialismo es Esperanza!
¡Chávez es Socialismo!
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PATRIA SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS¡¡¡