Partiste a la eternidad, soñando en plena actividad y luchando por los demás, estabas cargado de responsabilidades, lleno de proyectos reivindicativos y socialista, conquistando beneficios colectivos para todos los trabajadores de (CORPOELEC) CADAFE. Me consta que fuiste fiel a tu honrosa labor de sindicalista. Te encantaba llevar la batuta de la socialización laboral al medio productivo socialista. Siempre manifestaste que nuestra revolución necesitaba el impulso incondicional del pueblo para llevarla adelante, que no se trata solamente de procesos electorales, sino de educación, de formación tecno-política.
Recuerdo que tu formación no salió de una plantilla partidista impuesta por un cogollo político desde afuera, sino por la postulación reiterada de los trabajadores, quienes vieron en ti tu vocación humanista, solidaria y luchadora, que sin fuero sindical, contribuías al logro de mejoras para con tus compañeros de trabajos. Fue así como ellos mismos comenzaron a postularte, primero como vocal, luego como secretario de deporte, estabas ejerciendo por segunda vez la secretaria general del sindicato y conjuntamente eras secretario ejecutivo de FETRACORPOELEC.
Siempre te oía decir que las empresas se consolidan cuando sus trabajadores adquieren sentido de pertenencia, y que a nuestra revolución le faltaba precisamente ese sentido, porque los líderes nacionales viven la revolución virtual, mientras que el pueblo vive la realidad sin formación, sin patrones políticos que hagan posible el progreso socialista. Primo hermano, cuando éramos adolescentes que hablábamos del futuro, con tu buen humor decías que soñar no cuesta nada. En mala hora te pusiste a soñar con los ojos abiertos y el agotamiento te sorprendió. Me duele mucho tu partida, porque ante ti se avizoraba un futuro promisor muy bonito.
Queda de parte de la divina providencia, que tu inquietud revolucionaria sea asumida por el gobierno nacional y por la delegación nacional del PSUV. Primo Braulio Enrique Criollo Flores, que Dios Todopoderoso te ubique en el sitial de honor que cósmicamente te corresponde, ya que tú en vida, te entregaste con fervor revolucionario a la causa proletaria, de 24 años de servicios, 16 años se lo dedicaste a la dirigencia sindical, defendiendo los derechos del proletariado. Vivirás en nuestros corazones, porque como dijo nuestro Libertador: “El que abandona todo por ser útil a la patria, no pierde nada y gana todo cuanto se le consagra.” Descansa en paz primo.
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