El PSUV es hasta ahora un cuerpo político formado por dirigentes provenientes de diversas organizaciones políticas que han existido en el país, tanto de derecha como de izquierda y de organizaciones sociales populares, pero el grueso de esos dirigentes altos y medios provienen del ala derechista. Siendo esta una realidad evidente e inocultable, nos explicamos el por qué desde el MVR hasta hoy no se ha podido consolidar un partido político monolítico y mono clasista, si no policlasista y con diversas tendencias políticas e ideológicas, unas representan a sectores sociales pequeño burgueses y burgueses y otras tendencias que, aún cuando son minoría entre la dirigencia nacional del PSUV, representan a grandes sectores sociales populares de la sociedad venezolana.
Eso explica también que, siendo una organización política auto denominada socialista y anti imperialista, y que supuestamente representa a los sectores explotados, predomina allí la tendencia pequeño burguesa, y por lo tanto arrastra los más perversos vicios individualistas, personalistas, egoístas y oportunistas, y ejecutan prácticas inmorales y antiéticas que en nada se diferencian de las prácticas de la dirigencia de AD, Copei y sus organizaciones descendientes. De ahí que las prácticas de corrupción administrativa son vistas por ellos con la más absoluta normalidad y naturalidad, y actúan contando con el respaldo de altos dirigentes nacionales, de la Asamblea Nacional, fiscales del Ministerio Público y magistrados del Poder Judicial.
Por esta razón, la mayoría de los gobernadores, alcaldes y demás funcionarios públicos de altos cargos no se comprometen plenamente con los programas, planes y proyectos del gobierno nacional, y por el contrario, son saboteados y los hacen deficientes e ineficaces. Esta es una situación que se dibuja al carbón en todo el país. En nuestro Estado Trujillo esa neoderecha actuó a sus anchas en el gobierno de Gilmer Viloria y ahora con el gobernador Hugo Cabezas, ambos han secuestrado el partido para sus intereses privados y particulares, impidiendo que los sectores revolucionarios o de izquierda asuman responsabilidades en cargos políticos y públicos de relevancia con la finalidad de controlar y mediatizar el llamado proceso bolivariano, para finalmente impedir los cambios radicales en las áreas económica y social que pudieran conducir a un verdadero Estado socialista.
(*) COMISION ORGANIZADORA DEL PRIMER ENCUENTRO DE LA TENDENCIA DE IZQUIERDA DEL PSUV VALERA, ESTADO TRUJILLO. VENEZUELA, Diciembre, 2.009.
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