Impunidad a todo nivel, falta de claridad en el rumbo, corrupción, incapacidad gerencial en las empresas y entes del Estado e Inseguridad personal y jurídica, son las razones que están llevando al colectivo a perder la fe y al consecuente riesgo de perder TODOS los logros en Justicia Social que se tienen hasta hoy. Y es que se advirtió del peligro que representaba el giro político que se dio hacia un vacío llamado “Socialismo del siglo XXI”, después de tener un Proyecto Concreto como lo era (y sigue siendo) la Constitución de 1999, por la que tanto se luchó y que tanto costó. Pasó de ser una de “las mejores del mundo” a una que debe ser reformada lo antes posible.
Luego del “cambio”, el presidente pasó de ser “una brizna de paja en el huracán revolucionario” a “el único capaz de liderar e impulsar los cambios necesarios”. No estoy desmereciendo el liderazgo del Presidente, por el contrario, es él creador de esta revolución de pensamiento, en la que creo firmemente, y es esa fe la que me hace negar la idea de que esta Revolución, aunque joven, en diez años no ha sido capaz de parir nuevos líderes y nuevas ideas, porque de ser así entonces la negaría en sí misma, o bien es una Revolución estancada lo que es un contrasentido. Siempre que surge alguien que comienza a brillar por su eficiencia y/u honestidad, es repentinamente acusado de tal o cual actitud contrarrevolucionaria y expulsado de las filas del gobierno. ¿No huele esto a miedo a perder la parcela que me asegura que Chávez esté ahí hasta el dos mil siempre?. Me parece que hay gente cuyos intereses particulares dependen de la permanencia del Presidente en su cargo y son las que le han hecho desconfiar del futuro de la revolución sin su dirección. Algunos con intereses económicos, otros con intereses de poder y algunos otros foráneos, que pretenden reivindicarse con la historia a través de los logros de la Revolución “Bolivariana”, que sólo es producto de la conciencia y lucha de los “venezolanos”, hijos de Bolívar, Miranda, Sucre y Zamora. Creo, por cierto, que de estos grupos viene la “genial” idea de radicalizar las cosas. Sin embargo, torpemente estos personajes no se dan cuenta que lo que se ha logrado es restar en lugar de sumar. Para el año 2006, el presidente se consolidó políticamente. Era el momento de sumar voluntades a “construir” un país mas plural, ese plasmado en nuestra hermosa carta Magna, producto por cierto de la consulta amplia y democrática a todos los sectores. Pero en lugar de eso, se continuó inclinando la balanza a la izquierda radical, lo que ha resultado en una ampliación del burocratismo, la corrupción, la ineficiencia y la consecuente perdida de apoyo. Quién dijo que un sistema opuesto al Capitalismo debe ser necesariamente el Socialismo. ¿Por qué si se propugnaba por un mundo Pluripolar ahora se nos da a escoger entre blanco o negro? ¿Por qué ver la cosas en dos dimensiones (derecha o izquierda) si la realidad humana es multidimensional? En ella también existen arriba y abajo y hasta diagonales. Por qué abandonamos el “inventamos o erramos” de 1842. Hagamos un análisis frío y veremos que el declive político del presidente comenzó con su golpe de timón. Los resultados, lamentablemente, pienso que se van a comenzar a ver en septiembre. Espero sirva para repensar el retomar la lucha original. Lo que se está jugando es el futuro del Proceso de cambio que nació como una alternativa nueva y diferente y que se ha convertido, poco a poco en “mas de lo mismo”. Estamos a tiempo de rectificar, eso sí, hagámoslo antes de que sea demasiado tarde y los enemigos de la Patria capitalicen nuestros errores y vuelvan por sus fueros.
(*)UBV
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