El diablo Viloria al acecho o el tridente rojo

Si olvidan la historia reciente y muy pasada, nuestros pueblos estarán condenados a seguir sintiendo o sufriendo los avatares de la desidia y del oportunismo “político” de algunos de sus gobernantes o de quienes lo fueron. En estas horas de menguada moralidad y de una ética oscura donde algunos son capaces de levantar sus engañosas manos para jurar ante la Biblia y la Constitución que sus humanidades han estado al menos por cuatro años dedicadas sin descanso a la defensa de los derechos y al trabajo sudoral en la solución de los problemas de los más necesitados, a sabiendas que apuñalan la verdad, solo por la interesada intención de figurar como candidatos a ocupar una silla en la Asamblea; y que utilizarán innegablemente para congeniar con su financista, , el cual en sus inicios dejaba evaporizar desde sus financiados seguidores perlas como esta “ ….no se conformará con una “gestioncita” más o menos, “humildemente como dice Gilmer en sus monólogos radiales, sino que impulsará ese Trujillo que bajará del discurso a la praxis creadora, humanista, engrandecedora”. Retórica pasada que ha dejado decepcionados a muchos esperanzados en que el nido de alacranes sería borrado de plano y comenzaría una nueva era de lucha donde la moral y la ética enraizada en las consciencias sería el fuego abrazador de las antiguas pirañas. Pero no fue así, solo que el estanque gobiernero se llenó de nuevos alacranes y retocadas pirañas (alusión a Muller Rojas).

Lo más triste del caso es que el aspirante a eslabón mayor de ahora, lucha de forma desaforada por elevar su humanidad hasta los pináculos de la adoración y genuflexión de sus vasallos de turno, “que competían por ser más cerreros, más pedantes, más ufanos contra el pueblo, que él mismo”, tratando de superar con creces lo que Viloria (el pasado gobernador y ahora aspirante a diputado) dejó tejer en torno suyo, esa imagen de “Gómez Único” con la que sus servidores y servidos quisieron ensalzarlo, a pesar de sus rabietas, de sus malcriadeces y groserías hacia esas personas que aun creen y creían que el gobernante se apegaba a los lineamientos del esperanzador socialismo del siglo XXI.

Al tratar de imponer su “tridente” (instrumento que usa el diablo en el infierno para remover las almas en cocción) el aspirante a mayor no hace más que competir con “El marrajo” Viloria que no solamente alcahueteó tan oprobiosas situaciones,” sino que estimuló (nadando en los efluvios discurséricos, cuando se creía todo un Demóstenes, por poder y gracia de los jugosos contratos con los circuitos Rasimca y Globo) una baja y descarada retaliación contra la advertencia, la denuncia, la asepsia gubernamental, a favor del absurdo, del puntapié a la Constitución Bolivariana, del aprovechamiento de la figura del Comandante-Presidente y de la expansión de la marrajería generalizada de sus principales funcionarios en el maltrato hacia la gente, mientras otros pocos trataban de enmendar el capote”.

El oportunismo dentro y fuera del gobierno, arrecia sus tácticas para tratar de imponer a caras desconocidas y también muy conocidas, en las elecciones parlamentarias. Desconocidas porque es casi evidente que algunos “favoritos” del cabeza no llenan el primordial requisito que exigen las normas (el de los cuatro años continuos de permanencia en el distrito a aspirar) y se quiere a través de eufemismos leguleyos imponer a raja tabla los nombres de quienes usarían sus curules para servir al mantenimiento del “círculo de hierro de la burocracia que ha encerrado al presidente y le ha cortado la relación directa que tenía con la sociedad”. Conocidas, porque aquellos que conformaron y apoyaron el desastre del gobierno trujillano anterior, el del “marrajo” Villoría, esgrimen, como vulgares oportunistas que creen que el pueblo aun es autista y pendejo, el nombre de este especulador de la consciencia, como si fuera un dechado de virtudes al cual deberíamos genuflexar nuestro destino. El pueblo no se dejará engañar de nuevo por este saltimbanqui que bastante abrazó al Presidente ante el flash de las cámaras cuando buscaba adueñarse de la gobernación y que ahora después de haber sido puesto al descubierto su cara de embaucador, arrecia sus palabreríos rebuscados en contra de Chávez, llamándolo tal como él fue (Viloria) cuando estuvo como gobernador: “Jefe Supremo totalitario que controlaba todos los poderes públicos, los cuales están a su servicio, disposición y capricho”.

Se cree y estamos convencidos que nuestro pueblo no será engañado de nuevo por los oportunistas, que solo buscan un puesto en la Asamblea, para primero usarlo para seguir mancillando el fin de la política, que es el de luchar por el bien común, y segundo, obtener beneficios personales y egoístas. Lo que tenemos que hacer es esculcar con insistencia la historia de los pueblos y en ella veremos reflejados los rostros de satisfacción de esos ahora aspirantes que usurparon la esperanza y ahora quieren volver a seguir usurpándola. Y cuando se escuchen discursos de personajes que dicen emular “los ideales del Marxismo, Cristo” y que expresan ser guiados “por Simón Rodríguez, Zamora y Bolívar” debemos ponernos en alerta por que detrás de eso pueden estar los que quieren imponer o volver.

Si queremos socialismo, debemos entonces estar del lado de quienes promueven la limpieza de la revolución de tanto infiltrado y quintas columnas. Y adherirnos a lo que dijo el general Muller Rojas: “Hay que ir eliminando ese círculo de hierro de la burocracia que ha encerrado al presidente y le ha cortado la relación directa que tenía con la sociedad. Ese círculo ha generado una burocracia privada a través de prácticas que eran normales en la democracia representativa, pero que son absolutamente fuera de orden en una democracia participativa y esa situación ha generado una pérdida de confianza que afecta la figura presidencial, porque la gente lo percibe como que él tiene cierta responsabilidad y sobre todo afecta al PSUV que aparece como un partido al estilo de las viejas organizaciones de la democracia participativa que defendían intereses grupales”.

No volverán ni aunque esgriman tridentes o caras de falsos leguleyos...


enmanuel1@cantv.net


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Luis Daza


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