La decisión que tomo la comisión nacional del PSUV de no admitir las impugnaciones solicitadas por un grupo de compatriotas del partido ante la sala situacional de Valera y ante la instancia principal en la ciudad capital, demuestra una vez más que la Dirección Nacional del partido y las Direcciones regionales continúan secuestradas por la tendencia de derecha proveniente de AD y COPEI, quienes en el pasado no tuvieron poder de decisión ni ninguna incidencia en esos partidos políticos, además corrobora la tesis de que el Presidente se encuentra en situación de prisionero de los sectores conservadores de derecha que controlan el partido.
Esa decisión que se esperaba, no tiene ningún razonamiento ni fundamento creíble ni aceptable, ni tiene solidez en, primero, porque se desconoce los argumentos que usaron para negar las impugnaciones, y segundo porque no pueden existir argumentos que tengan peso y que puedan desestimar el Artículo 188, numeral 3 de la Constitución Nacional, que reza que una condición “ para ser elegido o elegida diputado o diputada a la Asamblea Nacional”, debe haber residido cuatro años consecutivos en la entidad correspondiente antes de la fecha de la elección. Eso lo recoge una resolución del CNE y de las normas internas del PSUV para la elección del candidato a la Asamblea Nacional
Esa Comisión Nacional del PSUV viola descaradamente la Constitución Bolivariana de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual deja un sabor agrio en los trujillanos por cuanto si ellos participaron en la Asamblea Nacional Constituyente aprobando ese articulado y esa Constitución, mal ejemplo dan a los venezolanos al ser ellos mismos quienes la violan.
Esta nefasta, funesta y perversa decisión pudiera dar pie a la derecha y a la ultraderecha de la oposición a que procedan ante organismos jurisdiccionales competentes a solicitar la impugnación de sus afines neo derechistas, José Morales Hugbel Roa y Christian Zerpa, en un supuesto negado de que lograran alcanzar un triunfo con una votación mínima en las elecciones internas del PSUV, que les permitiera ser candidatos del partido para las elecciones de diputados y diputadas a la Asamblea Nacional el 26 de Septiembre, Pero, como la derecha de la oposición no tiene moral para solicitar esta impugnación, y tampoco tiene la voluntad para hacerlo ya que mantienen una luna de miel permanente con sus afines e iguales que se encuentran dirigiendo actualmente el PSUV.
De no ocurrir esta situación, otros compatriotas que están dentro o fuera del PSUV, pudieran hacerlo, inclusive en el período comprendido entre la fecha de las elecciones internas del PSUV, 16 de Mayo, y la fecha tope de inscripción de candidatos a la Asamblea Nacional ante el CNE, teniéndose la oportunidad de inscribir a otro candidato que insurja contra la derecha de la oposición y contra la neo derecha dentro del partido, aún cuando acechen las amenazas de expulsión si el candidato es militante del PSUV. Así se pondrá a prueba el espíritu democrático, si es que existe, en la Dirección Nacional del partido. Desacatar no es sinónimo de que no se tenga la razón, cuando la justicia está del lado de los que desacatan.
Previendo que no ocurran esos escenarios, pero también dándose la posibilidad de que ocurran, se hace necesario evitar los dramáticos desenlaces, por lo tanto es recomendable que la militancia de base del PSUV, busque urgentemente una fórmula para encontrar un candidato de consenso que derrote en las elecciones internas del PSUV a esos candidatos de la neo derecha, que son cómplices de la violación de la Constitución Nacional. No es sensato ni aceptable ni revolucionario ir a unas elecciones totalmente divididos con una veintena de candidatos, mientras que la neo derecha lleva uno solo en cada Circunscripción. La base popular del PSUV y los candidatos deben seleccionar a uno antes de ir a las elecciones, que reúna las condiciones para el consenso, principalmente su condición revolucionaria y que tenga menos rechazo dentro del PSUV y fuera del PSUV, pero que tenga a la vez el mayor grado de aceptación dentro y fuera del partido. Siempre he mantenido esa tesis, y para ello recomiendo a José Miguel Arayán, ex titular de la Defensoría del Pueblo, como candidato del consenso para la Circunscripción número 2, Julio Moreno para la número 1 y Zoraida Benítez para la numero 3. El pueblo será quien en definitiva tenga la oportunidad de castigar a los violadores de la Constitución Nacional.
ALIRIO GIL. MILITANTE DE LA TENDENCIA REVOLUCIONARIA DENTRO DEL PSUV. TRUJILLO. 2.010
aliriocgil2009@hotmail.com