Cochabamba

De Copenhague a Cochabamba, de Cochabamba a Cancún. Este camino está marcando la suerte de la humanidad y del Planeta tierra.

La reunión de abril en Cochabamba, podría corregir el rumbo trazado por Copenhague, rumbo hacia el desastre climático. Si Cochabamba tiene éxito, ello podría influir en Cancún, donde en diciembre de 2010 habrá una cumbre de Naciones Unidas, para tratar de nuevo sobre una reducción de emisiones de gases invernadero, que pueda salvarnos de la catástrofe.

Ello debe reforzar el proceso de transformación de un patrón de producción y consumo caracterizado por la destrucción y derroche de la naturaleza, lo que implica optar por un modelo de vida sencilla. Como dijo Gandhi: tenemos que aprender a vivir más simplemente, para que los otros, simplemente, puedan vivir.

La naturaleza y el ser humano deben dejar de ser mercancías. Ni recursos naturales ni recursos humanos. Vida natural y humana en interdependencia de sueños y creaciones, como base de la producción: producción de la vida y no simplemente de objetos para el mercado, recuperando la comunicación vital entre todos los seres vivos, pues perdimos la comunicación directa con la naturaleza, relacionándonos con ella a través del mercado y la tecnología. Por eso un pez es un producto enlatado con un precio.

La producción como producción de la vida es la conjunción de fuerzas espirituales, mentales, psicológicas, corporales, naturales, planetarias, cósmicas, que hacen posible el milagro cotidiano de la vida en sus más diversas manifestaciones.

Un grano de maíz no es la simple combinación óptima de factores productivos tales como tierra, trabajo y capital. Es en verdad un milagro de la naturaleza, es la combinación de la fertilidad de la tierra, con la energía solar, la cuantía y oportunidad de las lluvias, las temperaturas, el vuelo de los pájaros, la conexión creadora entre la vida vegetal, animal y humana, el talento y los sentimientos humanos tanto hacia la tierra como hacia toda la naturaleza y la humanidad.

Debe ser el triunfo de la solidaridad frente a la competencia como guerra de todos contra todos. El triunfo de la abundancia sobre la escasez, lo que implicaría la desaparición del mercado. También del Estado como poder frente a la sociedad. Sólo habrá administración de las cosas.


julio.escalona@gmail.com


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Julio Escalona


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